Capítulo 4.

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Jueves :

Ya solo quedaba un día para la fiesta y Anna aún no le había comentado nada a su madre. Aquello rondaba su cabeza durante los primeros cincuenta y cinco minutos de clase. Era difícil convencer a su madre cuando se trataba de cenas, fiestas o algo similar.

Cuando tocó la sirena que anunciaba el cambio de clase, ella aprovechó para ir al baño. 

"Date prisa que no llegarás a tiempo para el examen..." "Bien... la fundación de la ONU fue en el año..."

A medio camino de responder una de las posibles preguntas del examen de historia se chocó con un hombro al girar la esquina.

- Oh, perdón...

"Mierda..."

- Tranquila, Anna - Alex le sonrió con aquella dulce y demasiado sexy sonrisa mientras que ella hacía lo posible por no ponerse como un tomate - a ti te buscaba.

"Sabe mi nombre... Espera..."

- ¿ A mí ?

- Sí, solo te quería comentar que la fiesta es a las nueve, espero verte ahí - le guiñó el ojo y se fue.

Anna se quedó unos segundos parada en medio del bullicioso pasillo en proceso de escupir alguna palabra absurda de su boca. Segundos después salió corriendo hacia los baños de chicas  a refrescarse la cara.

"¡ Qué momento más intenso !"


El examen fue bien pero tardó como unos diez minutos en concentrarse en él, no la podían culpar, el chico del que llevaba mucho tiempo colada le había hablado por primera vez ¡ y para invitarla a una fiesta ! Eso era muchísimo más importante que cualquier guerra mundial... Bueno en verdad no.

Al llegar a casa encontró a su madre en la cocina  acabando de hacer la comida. Anna le dio un beso en la mejilla y cogió un trozo de zanahoria.

- ¿ Cómo te ha ido el examen ?

- Bien, tenía su dificultad pero yo creo que bien - dijo distraídamente mirando el pollo friéndose.

- Era el último ¿ no ?

- Sip, hablando de ello... Han preparado una cena mañana los de clase para celebrar que ya hemos acabado los exámenes... Me preguntaba si me dejarías ir... - cruzó los dedos por detrás de la espalda esperando un "Sí, claro hija, te lo mereces, ve y disfruta".

- Mmm... No hay problema pero mañana necesito que me ayudes, Marte tiene invitados importantes en casa y la quiere reluciente. Necesitaré que me ayudes. ¿ A qué hora es la cena ?

- A las nueve...

- Vamos a las siete y media, no sé si nos dará tiempo a acabar tan rápido... Y claro tendrás que cambiarte y eso... Cariño, sabes que necesito que me ayudes.

- Sí, tranquila mamá, no pasa nada - le sonrió forzadamente - de todas formas solo es una cena...

Al dar media vuelta la comisura de sus labios cayeron hacia y se mordió con fuerza el labio para no romper a llorar. Demasiada ilusión al traste. Sencillamente la suerte no era una de sus mejores amigas.

Media hora más tarde su madre tocaba a su puerta, dejó el libro que leía a un lado y con un "adelante" su madre asomó la cabeza por el espacio que dejaba la puerta entreabierta.

- Ya está la comida preparada, me voy a trabajar, nos vemos en la cena. Te quiero.

- Y yo mamá, adiós. - otra sonrisa y la puerta volvió a cerrarse.

Cuando su madre se había ido llamó a  Lenna para anunciarle la catastrófica noticia.

- ¡ Nena ! Tengo un vestido que te va a quedar perfecto con las cuñas negras que tienes.

- Gracais pero no será necesario. Malas noticias. No puedo ir a la fiesta, bueno aunque le he dicho que era una cena..., tengo que ayudar a mi madre mañana sí o sí... - no era un balde de agua fría lo que sentía recorrer por su cuerpo, sino asimilación y frustración. Demasiado bonito para ser real.

- ¡ Qué dices !  ¡ Tía no me puedes dejar colgada ! Necesitamos una solución exprés...

- Mmm... Me da a mí que esta vez no la hay...

- Uy cariño, no subestimes mis capacidades. Dame un minuto.

- Pero... ¿ Hola ? ¡ Lenna ! - no contestaba nadie por la otra línea. Tiró el móvil en la cama y resopló.

"¿ Qué va a hacer esta loca ?" Por mucho que pensase en mil y una cosas no imaginaba qué era lo que se le ocurriría a su amiga. Alguna locura, estaba segura. Aunque sí con ello lograba ir...

Su móvil sonó y el nombre de "Mamá" iluminaba la pantalla. Cosa extraña ya que ella nunca la llamaba cuando estaba trabajando.

- Hola mamá, ¿ ocurre algo ?

- Sí, que se me había olvidado lo pesada que podría llegar a ser tu amiga Lenna cuando quiere. Nada que el final, sí hay cena, ella nos ayudará mañana y así podréis ir.

 "¡¿ Qué ?!"

- Oh, ¡ qué bien ! ¡ Gracias ! - " disimula un poco, que no crea que te va a dar un infarto".

- Dáselas a tu amiga, bueno te dejo que tengo mucho lío.

- Vale mamá,  ¡ te quiero !. - colgó y tardó tres segundos en llamar a Lenna.

" Anna respira... Exhala, inhala, exhala..."

- ¿ Cómo lo has hecho ? Pero primero, ¡ TE AMO MUCHO, MUCHO, MUCHO ! Mil gracias tía pero no tenías por qué molestarte. 

- Ja, si Lenna dice que hay fiesta, hay fiesta. Ay... qué harías sin mí, amiga... Pero hay un inciso... -  mmm... - nada una tontería, nos cambiaremos y todo eso en casa de Alex porque él a las nueve y veinte cierra puertas por el tema del ruido y los vecinos. Así que eso... 

- ¿¡ Pero cómo nos vamos a cambiar ahí !? En serio cada día creo que estás más chalada. Es que... ¿ en serio Lenna ?  ¿ No hay otra cosa mejor ?

- Oye que encima que soluciono el problema, no te me pongas tiquismiquis. 

- Vale, sí, tienes toda la razón, perdona... Pero... Buf... ¡ Qué vergüenza !

- Tranquila estaremos en el piso de arriba y además será en un momento. ¡ Anna, qué nos vamos de party ! - Lenna se puso a gritar demasiado entusiasmada mientras que ella sonreía por lo feliz que parecía su amiga y por lo alegre que ella se sentía.

" Mmm... ¿ Y yo qué me pongo ?"




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