Capítulo 47.

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Abrió sus ojos sin saber donde estaba.

Rayos de luz solar la despertaron. Y quedó intrigada por ellos.

Se preguntaba ¿ Cómo es que habían rayos de luz solar ? ¿ Eso era posible ? ¿ Dónde estaba ? ¿ En el cielo o en el infierno ? ¿ Y ahí habían rayos de luz solar ?

Preguntas que no lograba entender .

Al fin abrió los ojos y estos cayeron en un rostro de preocupación muy familiar.

Adrian.

- ¿ Estamos en el cielo o en el infierno ? - susurró y el semblante de él cambió notoriamente.

Adrian sonrió ante su comentario, en cambio ella no hizo más que confundirla ese gesto.

- No. - dijo él con un tono divertido.

- ¿ Estamos muertos ?

- No... - dijo volviendo a fruncir el ceño. - Anna volvió a cerrar los ojos frustrada.

No entendía nada.

- ¿ Por qué ?

- ¿ Por qué ? - repitió él meditando la pregunta. - Mmm... Porque no ha llegado nuestra hora... - No sabía muy bien a que venían esas preguntas y por una parte le divertían pero por otra estaba preocupado por que Anna estuviese divagando.

- Y entonces... ¿ Qué ha pasado ? - volvió a preguntar impaciente.

- No sé seguro, estuviste hablando sola, creo tenías una pesadilla - Anna suspiró al escuchar la última palabra - y luego te desmayaste...

- Todo parecía tan real - se dijo a sí misma.

- Debe de haber sido horrible la pesadilla, como para que te desmayases.- dijo él levantándose de la cama. - no te muevas voy a traerte algo para comer. - Anna asintió con la cabeza y se puso las manos en la frente .

Parecía todo tan real...

Al cabo de unos minutos Adrian regresó a la habitación, encontrándose a Anna ya recostada en la cama, con una bandeja con una ensalada, tostadas con salmón y filadeflia por encima, una vaso de agua, otro de zumo...

Anna miró con ojos cansados toda aquella comida. Le recordó cuando Alex comenzó a recitarle todo lo que había para desayunar el día que se quedó a su casa a dormir.

Sonrió amargamente al pensarlo y tragó saliva para intentar tragar así las ganas de llorar.

- No tenías porque hacerlo.

- No es ningún esfuerzo - dijo él dejando la bandeja encima de sus piernas. - ¿ Te sientes mejor ?

- Sí, gracias. -lo miró a los ojos - muchas gracias por todo lo que haces por mí, en serio. No sé como agradecerte todo esto.

- No es nada - le dedicó una sonrisa radiante - y sí que puedes hacer una cosa para agradecérmelo .- Anna frunció al escucharlo y él cambió sus semblante al verla, para luego aclarar el malentendido - ¡No! ¡No es nada de eso ! ¡No me refería a eso!

- Vale, lo entiendo - dijo ella quitándole del apuro e intentando calmarse para que disminuyera su rojez.

- Me refería a que hay varías preguntas que me tienes que responder. Pero antes, comenzaste a repetir un nombre ¿ Quién es Raul ? - su corazón dio un vuelco al oír ese nombre.

- É-el ... es... - tartamudeó nerviosa.

- Anna relájate - la calmó él poniendo sus manos en sus hombros. Anna asintió y suspiró profundamente para ordenar sus ideas.

Ayúdame (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora