Abrió sus ojos sin saber donde estaba.
Rayos de luz solar la despertaron. Y quedó intrigada por ellos.
Se preguntaba ¿ Cómo es que habían rayos de luz solar ? ¿ Eso era posible ? ¿ Dónde estaba ? ¿ En el cielo o en el infierno ? ¿ Y ahí habían rayos de luz solar ?
Preguntas que no lograba entender .
Al fin abrió los ojos y estos cayeron en un rostro de preocupación muy familiar.
Adrian.
- ¿ Estamos en el cielo o en el infierno ? - susurró y el semblante de él cambió notoriamente.
Adrian sonrió ante su comentario, en cambio ella no hizo más que confundirla ese gesto.
- No. - dijo él con un tono divertido.
- ¿ Estamos muertos ?
- No... - dijo volviendo a fruncir el ceño. - Anna volvió a cerrar los ojos frustrada.
No entendía nada.
- ¿ Por qué ?
- ¿ Por qué ? - repitió él meditando la pregunta. - Mmm... Porque no ha llegado nuestra hora... - No sabía muy bien a que venían esas preguntas y por una parte le divertían pero por otra estaba preocupado por que Anna estuviese divagando.
- Y entonces... ¿ Qué ha pasado ? - volvió a preguntar impaciente.
- No sé seguro, estuviste hablando sola, creo tenías una pesadilla - Anna suspiró al escuchar la última palabra - y luego te desmayaste...
- Todo parecía tan real - se dijo a sí misma.
- Debe de haber sido horrible la pesadilla, como para que te desmayases.- dijo él levantándose de la cama. - no te muevas voy a traerte algo para comer. - Anna asintió con la cabeza y se puso las manos en la frente .
Parecía todo tan real...
Al cabo de unos minutos Adrian regresó a la habitación, encontrándose a Anna ya recostada en la cama, con una bandeja con una ensalada, tostadas con salmón y filadeflia por encima, una vaso de agua, otro de zumo...
Anna miró con ojos cansados toda aquella comida. Le recordó cuando Alex comenzó a recitarle todo lo que había para desayunar el día que se quedó a su casa a dormir.
Sonrió amargamente al pensarlo y tragó saliva para intentar tragar así las ganas de llorar.
- No tenías porque hacerlo.
- No es ningún esfuerzo - dijo él dejando la bandeja encima de sus piernas. - ¿ Te sientes mejor ?
- Sí, gracias. -lo miró a los ojos - muchas gracias por todo lo que haces por mí, en serio. No sé como agradecerte todo esto.
- No es nada - le dedicó una sonrisa radiante - y sí que puedes hacer una cosa para agradecérmelo .- Anna frunció al escucharlo y él cambió sus semblante al verla, para luego aclarar el malentendido - ¡No! ¡No es nada de eso ! ¡No me refería a eso!
- Vale, lo entiendo - dijo ella quitándole del apuro e intentando calmarse para que disminuyera su rojez.
- Me refería a que hay varías preguntas que me tienes que responder. Pero antes, comenzaste a repetir un nombre ¿ Quién es Raul ? - su corazón dio un vuelco al oír ese nombre.
- É-el ... es... - tartamudeó nerviosa.
- Anna relájate - la calmó él poniendo sus manos en sus hombros. Anna asintió y suspiró profundamente para ordenar sus ideas.
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Ayúdame (EDITANDO)
Roman pour AdolescentsComentarios que la rompen más y más, y ahora lo que ve en el espejo no es a ella sino a su cuerpo. Pero alguien llega en el momento justo para coger su mano y no dejarla caer. Pero... ¿ será suficiente ? Una historia diferente y conmovedora. Una...