Capítulo 38.

405 29 5
                                    

Voces bagan por la habitación y a ello se le suma el retumbar de mi cabeza.

Intento abrir los ojos pero no me hacen caso.
Intento mover algún músculo de mi cuerpo pero me es imposible.
Siento mi cuerpo dormido, muerto.

Agudizo mi oído y consigo escuchar trozos sueltos de la conversación.

- ... por suerte lo es... - esa voz me es tan familiar.
- ... sabes lo mucho que pagan por...

- ... la otra zorra no por lo que ya podemos...

La otra zorra?

Intento escuchar más, pero me quedo pensando en la otra persona que acaban de mencionar...

Hay alguien más conmigo...
Una chica...

Lenna?

Lenna!

Mi cuerpo despierta con el feroz latir de mi corazón y abro los ojos de golpe pero una luz me vislumbra obligandome a cerrarlos de nuevo.

Puedo mover mis manos, pero solo mis manos.
Siento una opresión en mis muñecas y tardo unos segundos en darme cuenta de que tengo los brazos y los pies atados con unas especie de correas.

En el segundo intento, abro los ojos hasta que éstos se acostumbran a la luz.

- Se ha despertado - dice Sue.

Sue!

Fijo mis ojos en ella y las dos personas que la acompañan. Al parecer un médico y un chico.

La sonrisa de Sue me pega en la mente y es cuando recuerdo todo lo que pasó antes de dormirme.

Esto es una broma?

Hago un movimiento brusca para intentar romper lo que me retiene pero solo consigo hacerme daño.

- Donde estoy? - el miedo me recorre toda entera y la inquietud mata cada célula de mi cuerpo.

Sue me mira con repugnancia y superioridad.

- Por fin despiertas. - frunzo el ceño y aunque sea en vano intento romper las correas. - no se van a romper, solo conseguirás hacerte daño.

No entiendo nada!

- Sue, donde estoy? - grito desesperada por obtener una respuesta.

Me estoy desquiciando y el hecho de no entender nada me esta matando.

- Y Lenna? - miro por toda la habitación pero no hay nadie más. Ella no está. - Joder, donde esta Lenna?!

- Calma fiera. La ves por algún lado? - comienzo a hiperventilar y la rabia comienza a crecer dentro de mí. - No está aquí - simplemente dice eso.

Miro desesperada a los otros pero pero los se encuentran impasibles.

- Sue?! Que coño esta pasando?! - me sonríe ampliamente a modo de respuesta.

Es una puta broma?!
Porque si lo es, no tiene ni una pizca de gracia.

La puerta se abre y entra un conocido.

Se me corta la respiración y el mundo cae en mis hombros al ver de quien se trata.

David.
David.
David.

Esto no puede ser!
Que es esto!?

Se acerca sigilosamente hacia mí como un depredador hacia su presa yo huelo su maldad así como el huele mi miedo.

- Volvemos a vernos. - su voz es terriblemente tranquila, un destello oscuro cruza su mirada y me congela más de lo que estoy. - Quién lo diría...
- sonríe secamente y se torna serio. - Quieres respuestas y yo te las daré.
》 Se llama secuestro, ¿sabes lo que es? Claro que lo sabes. - comienza a andar por la habitación a pasa meditado a la vez que yo intento procesar sus palabras. - Mmm... ¿ Y sabes lo es ser una prostituta? ¿ Una puta ? - sonríe y me mata con la mirada. - Lo sabes... Es simple Anna, te has convertido en una prostituta, a partir de ahora eres una puta. De acuerdo? - asiente - No es necesaria la respuesta. Lenna se encuentra en otra habitación acabando sus pruebas médicas. Esta bien. No te preocupes por ella. Preocupate por ti. - mira a todos lo compañeros - todos fuera, quiero hablar con ella a solas - dice sin quitar los ojos de mí.

Ayúdame (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora