Capítulo 55.

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Juntaron sus frentes entremezclando sus alientos.

Se quedaron varios segundos hasta que sus ojos se alinearon.

- Necesito que me digas que aún me quieres - susurró ella.

Besó sus labios de nuevo.

- Te quiero Anna - subió su mentón con el dedo. - Y no creo que nunca cambie este sentimiento tan fuerte que siento por ti.

Ella cerró los ojos al oír sus palabras quería creer que lo que él decía fuese verdad, pero no era algo de su alcance.

- Yo también te quiero - lo miró a los ojos y sonrió tímidamente .

Se abrazaron por un largo y silencioso tiempo.

- Deberíamos ir a desayunar, te veo pálida.

Ella asintió sin mirarle mientras cogia su bolso.

Se encaminó cogida de la mano de Alex hacia su coche mientras repasaba todo lo sucedido en su habitación.

Y pensar que hace unas horas se debatía en cómo decirle lo ocurrido. Sonrío para si al darse cuenta que ahora lo tenía junto a ella, que él seguía siendo suyo y que ella seguía siendo suya.

En silencio llegaron hasta una cafetería cercana a la residencia.

Anna no tenía hambre, sencillamente su cuerpo olvidaba aquel factor necesario para el funcionamiento de su organismo cuando sentía su mente colapsar con tanto pensamiento y sentimiento.

Miró la carta con detenimiento, lo que hacía que se le cerrase aún más el estómago.
Miró de soslayo a Alex que lo tenia enfrente, éste estaba concentrado en lo que iba a pedir.

Sabía que le haría muy poca gracia, bueno no le haría gracia que no pidiese nada pero si solo oler la atmósfera que los envolvía hacía que le entrasen arcadas no quería ni pensar tener una plato lleno de dulce en sus narices.

Volvió a centrarse en qué podría elegir con menos azúcar o menos grasa, ya por el simple hecho de que no tenía apetito, no por la cantidad de calorías que aquello podría abarcar.

- Buenos días ¿ Ya saben lo que van a pedir ? - una camarera de sonrisa deslumbrante los atendió.

Alex le devolvió la sonrisa al igual que Anna y luego desvió su mirada hacia su acompañante.

- Yo sí... ¿ tú ya has decidido ? - Anna se mordió el labio y negó con la cabeza un poco avergonzada.

Ante aquél gesto la camarera les dijo que se tomasen todo su tiempo para decidir y que una vez lo supiesen la llamasen.

- Gracias - dijo Alex al despedirse de ella. Anna sonrió y luego desvió su mirada hasta toparse con la de él. - ¿ No te gusta lo que hay en la carta ? Podemos ir a otro...

- No, no es eso - lo cortó - es que no tengo hambre, a-ademas tengo el estómago revuelto... - se mordió la mejilla interior y miró sus manos entrelazadas.

Oyó el suspiro pesado que brotaba de los labios de Alex y cerró los ojos frustrada consigo misma, no podía hacerle eso.

Forzó una sonrisa y eligió lo primero que vio en la carta.

- Pero creo que las tostadas parecen tener buena pinta. - evitó el ceño fruncido de Alex y llamó a la camarera.

Él no dijo nada, solo la observaba tensando la mandíbula.
Quería negarlo pero tenía miedo de que sus pensamientos fuesen ciertos.

Había pasado por mucho, sabía que ella era fuerte pero no para soportar tanto.

¿ Y si llegó a su límite ?

Ayúdame (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora