Capítulo 17

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-¿Qué estás haciendo?

El muchacho se acercó a su "novia" por la espalda y acarició su delgada cintura, Lucy volteó, sus ojos brillaban, entonces le sonrió.

- solo un poco de café... Tengo algo de hambre, no hemos comido en todo el día.

Era sábado, como siempre, lucy estaba sola y había dormido con el contrario.

-¿Te apetece?

Cerró la cafetera y la puso a cocinar, entonces se sentó sobre la encimera, jalando al muchacho hasta posarlo entre sus piernas.

-¿Por qué estás actuando así?

Lucy acarició tiernamente sus hombros, no le gustaba admitirlo pero le quería, Matías se había encargado de protegerla todo ese tiempo e incluso había vuelto a la escuela para cumplir con su labor. Kenneka seguía viva y su embarazo avanzaba cada día más, a diferencia de la hermana de Britney, la cuál había resultado igual a su hermana, muerta en el baño y de una manera extraña, Lucy parecía estar hambriento de sangre y cada vez parecía que su ingenio menguaba, era más vaga y menos astuta, por lo tanto Matías había tenido que intervenir.

- tienes que detenerte, Lucy.

La muchacha rodó los ojos y se bajó, dándole un leve empujón.

- Matías, este es mi destino. Asesiné al esposo de mi madre, a mi abuela ¿Acaso crees que me molesta acabar con la plaga de la escuela? Me hicieron daño toda la vida.

Comenzó a subir las escaleras y Matias la jaló de la mano, entonces la estampó con fuerza contra una pared y la tomó del cuello, sus ojos se tornaron rojos, la chica se quejó en voz baja y comenzó a estremecerse al sentir frío.

- No tienes idea de todos los conflictos que me causas... Y en todos los problemas en los que puedes meterte.

Apretó su rodilla entre las piernas de la menor, entonces bajó su mano de su cuello a su cintura, apretándola con posesión.

- No puedo seguir con esto Lucy... Van a matarnos

- y si lo hacen, seguiré asesinando pero sin ser una humana.

Le sonrió y él rodó los ojos, agotado.

-¿Qué es lo que quieres?

- los humanos son inferiores. Deberías saberlo, no merecen estar aquí, el infierno es solo para nosotros, los demonios, yo puedo hacer con ellos lo que yo desee porque soy superior.

Lo tomó de la nuca y acarició suavemente, viéndolo con intensidad.

-¿Ya vas a besarme o vas a seguir sermonéandome? Te tomas muy en serio el papel de hermano mayor que mi padre te ha dado.

El muchacho sonrió, se le hacía extraño saber que se trataba de su hermana, al menos en la jerarquía infernal, pero simplemente no podía apartar las manos de ella, su pequeña y malvada Lucía, la besó, sosteniéndola y esta correspondió gustosa.

- basta

Paul apareció de la nada y jaló de la capucha del suéter a su hijo mayor. Entonces le dió una lista a su pequeño orgullo, lucía.

- necesito que desaparezcas a estas personas.

Lucia leyó la lista y sus ojos brillaron al divisar el nombre de Kenneka, era el tiempo, por fin de que su " amiga" pagara por todo lo que había hecho.

Dejó la lista dentro de su cuaderno negro y miró a su padre, este desapareció.

-no estás pensando hacerlo ¿Cierto?

La chica guardó silencio y se dió la vuelta para apagar la cafetera.

- ¿Cuando me permitirás divertirme?

El muchacho rodó los ojos y le quitó el trapo para servir el café de ambos. Entonces lo preparó como a ella le gustaba, dulce y con algo de leche, cosa que contrastaba totalmente con su personalidad.

- te daré los dulces que hay en mi mochila si te detienes.

- no lo haré, pero gracias por los dulces.

Dijo y se acercó al bolso sobre un taburete, sacó varios dulces y los dejó sobre la encimera.

- vas a meterte en problemas, Lucia

Por alguna razón, Matías aquella vez estaba en lo cierto porque aunque Lucía no lo sabía, su padre los acechaba desde la oscuridad, la línea familiar de Jane estaba maldita y Lucia, a pesar de ser su hija no sería la excepción, la pequeña réplica de su amada sufriría su ira.




LucyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora