Capítulo 10:

630 69 3
                                    

Las semanas volaron y con ello los estudiantes se habían olvidado de los dramas que envolvían a la pequeña Lucía, todo volvía a la normalidad a excepción del constante acoso de Matías hacia ella.

Lucy salió del salón con sus galletas favoritas en una mano y su libro favorito abierto en la otra , sus ojos recorrían a toda velocidad aquellas líneas que conocía como a su propia casa .

Se apartó un mechón de cabello que se había colado en su boca y miró a su alrededor, al notar la ausencia de compañía se sentó en el suelo para seguir leyendo en paz .

Matías se asomó por el pasillo y sonrió al verla sentada mientras caminaba en su dirección.

-¿Qué lees? Pequeña vampira - preguntó mientras se sentaba a su lado, haciendo referencia al libro de vampiros que Lucy había tenido en sus manos los días anteriores .

- Ya te he dicho antes que no me llames así - gruñó cerrando el libro de golpe -¿Qué quieres?

Matías sonrió de nuevo y alzó las manos en son de paz.

-Vaya, por lo que veo alguien no está de buen humor hoy - canturreó y apartó un mechón de cabello oscuro del rostro de la chica.

- No me gusta que me molesten mientras leo, además...- Gruñó siendo interrumpida.

-Solo quería invitarte a algo esta noche .

-¿A qué? - preguntó con curiosidad, bajando la guardia.

-Algo que le gusta a las vampiritas como tú - Dijo y golpeó suavemente su dedo índice contra la punta de la nariz de Lucy.

-Ya veo, aceptaré solo porque la curiosidad no me dejará dormir.

- Traje auto, así no tendrás que caminar.- murmuró cerca de su oído mientras sonreía, algunas personas los observaron extrañados .

- No tiene caso que me niegue a ser secuestrada a diario - bufó y negó con la cabeza levantándose.

Matías se levantó apresuradamente al notar que ella comenzaba a caminar .

-¿A dónde vas? -preguntó siguiéndola.

-No te importa .

-¡Hey! - Exclamó el chico jalándola del hombro para darle vuelta - grosera...

Soltó una carcajada y la levantó para dejarla en su hombro como un costal de papas, mientras que Lucy solo protestaba -Que no se te haga costumbre hacer esto -Pataleó mientras golpeaba su hombro.

-Ya nos vamos a casa, no te quedarás aquí más tiempo.

La chica rodó los ojos y se relajó en su hombro al ver que sus esfuerzos por escapar serían inútiles...- Más te vale que me bajes, maldita sea -Gruñó al ver que ya se encontraban frente al auto.

Matías abrió la puerta y la sentó en el asiento del copiloto, cerró la puerta y rodeó el auto para entrar.

-Mucho mejor - Dijo sonriente acercándose a la chica cruzada de brazos.

Depósito un beso suave en su hombro y encendió el auto, habiendo alborotado las hormonas de Lucía.

Ella se dedicó a mirar por la ventana, sintiéndose confundida y con el estómago revuelto .

Al llegar a casa, Matías le abrió la puerta y le sonrió.

Lucy salió y dio un portazo sin decir nada para luego entrar a su casa.

Matías negó con la cabeza y se fue, emocionado por la cita que tendrían en la noche. Llegada la hora,  aparcó frente a la casa y tocó la puerta, una pequeña despeinada y en pijamas le abrió la puerta.

-¿Qué quieres? - preguntó secamente.

-¿No tendríamos una cita?- preguntó un poco dolido.

-No saldré de mi casa - murmuró y Matías entró sin pedir permiso.- Oye, oye¿Qué estás haciendo?

-Me quedaré contigo viendo esas películas de Halloween, si no quieres salir traemos la cita a tu cuarto.

Lucy rodó los ojos y cerró la puerta de un portazo para luego dirigirse a su habitación seguida de lo que ya consideraba una garrapata .

Se sentó en su cama y quitó el pause a la película, Matías se quitó las botas y se lanzó a su lado arropándolos a ambos.

Ambos vieron la película en tranquilidad disfrutando la compañía del otro .

- Aún no puedo creer que Michael quiera matar a su hermana¡Cuando estaba niño la salvó!- exclamó Lucy airada .

-Ya cálmate, deberíamos dormir ,mañana tenemos escuela.

-Tienes razón - Respondió encogiéndose de hombros notablemente relajada. -Agradece que te deje dormir en mi casa .

Matías sonrió y la jaló para abrazarla, arropándose hasta el cuello de nuevo.

-Buenas noches, vampira- murmuró y le dio un pequeño beso en la comisura de los labios .

Lucy abrió los ojos como dos huevos fritos y observó el techo consternada, sin embargo, no dijo nada, en su lugar cerró los ojos y se permitió descansar en los brazos de lo que parecía ser su amigo.



LucyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora