Over You - Damian x Anya

Capítulo 10 - Sorpresas

꧁༒•𝓢𝓸𝓻𝓹𝓻𝓮𝓼𝓪𝓼•༒꧂

NARRA LOID

Habían pasado 35 días exactamente desde que Anya cambió, no físicamente, sino de actitud. Se había vuelto más fría, menos carismática y se había aislado muchísimo más. Por no decir que fue estudiando mucho más (aunque últimamente no tanto como la vez de los exámenes finales).

El punto es que estaba demasiado preocupado y centrado en esta nueva e inesperada misión. Normalmente no me solían afectar tanto las misiones, pero esta en especial sí. Al fin y al cabo, se trataba de mi hija. Verla cada día sumida en sus pensamientos... dolía.

Ya no le apetecía ver Spy wars ni comer maní con tanto entusiasmo. Ya no le hacía caso a Bond ni le apetecía ir a pasear y entrenar con Yor. Era como si una nueva chica se hubiera transformado en Anya y estuviera haciéndose pasar por ella.

Eso no podía ser posible, ya que ya comprobé hace tiempo que no había máscaras ni información en general de que eso fuese cierto. Lo cual... significa exactamente de que se trata de la Anya original al 100%.

Yo, al ser un espía profesional y al haber completado misiones casi imposibles, he ido recopilando información de lo que podría haberle sucedido y hoy iba a proseguir recopilando más información.

Por ahora, una de las personas que había confirmado que podía serme de utilidad es Becky Blackbell, la amiga de Anya. Pensaba en hacer como el día en el que me presenté al padre de Damian Desmond, Donovan Desmond. Lo que hice fue hacerme el despistado y presentarme a Donovan como padre de una compañera de su hijo para tenerme fichado y dar un paso a nuestra relación.

Pues hoy haría lo mismo. Mientras Anya y los demás fueran yendo a casa de haber terminado las clases, decidí por escuchar en algún momento a Becky hablar de Anya con alguien.

"Solo espero que hable con alguien sobre Anya y que sea informativo porque sino, tendría que preguntarle yo mismo en persona" pensé.

Al pasar la mayor parte del día, me despedí de Yor y me fui a la academia Eden para espiar y buscar a Becky. Decidí no disfrazarme por si tenía que presentarme a Becky en persona si el plan principal fallase.

Al rato, desde una esquina, fui observando a los estudiantes saliendo de la academia y despidiéndose mutuamente pero... por ahora no había rastro de Becky ni de nadie de su mismo aula.

Me mantuve quieto hasta que la vi con Anya. Vi cómo Becky charlaba felizmente con Anya mientras que esta solo asentía y decía pocas palabras, sin embargo..., a Becky no le importaba y le seguía hablando.

¿Cuánto tiempo habrá estado Becky así con Anya?

Vi cómo se despedían y Becky se quedaba esperando a su coche.

"Vaya... entonces no hablará con nadie... He perdido el tiempo" pensé.

Hasta que de repente dos chicos se le acercaron corriendo. ¡Eran Ewen Egeburg y Emile Elman! Vaya, eso sí que no me lo esperaba.

Me acerqué hacia ellos para escucharles.

—¿Qué pasa, chicos? —preguntó Becky.

—¿Cuál es el plan esta vez? —preguntó Ewen intranquilo—. ¡Lord Damian parece un muermo cuando está junto a Emile y yo! ¡Esto es muy grave!

—Os lo advertí. Supe que esto pasaría. Debí haber actuado mucho antes. Damian y Anya tienen que volver como sea. Debemos arreglarlo.

—¿Entonces qué? —preguntó Emile.

—¿Qué es... lo que tienen en común?

Ewen y Emile se mantuvieron en silencio durante un largo rato.

—No sé... Dudo que tengan algo en común. Son dos mundos totalmente distintos.

La manera en la que Emile Elman dijo eso fue bastante diferente a su actitud habitual. Fue como si lo dijese con pena y Anya ya no fuese alguien tan poco importante para él.

"Mmm... curioso" pensé.

—Ya —respondió Becky en un agotamiento—. Es que... pensaba que teniendo ellos dos algo en común podíamos juntarlos pero... sin nada en común... no sabría qué hacer.

"¿Así que lo que pasa es que Anya tiene que estar junto a Damian Desmond para volver a ser la de siempre? ¿Es eso de verdad?" pensé sorprendido.

—En ese caso tal vez... —dijo Ewen.

Tenía las orejas pegadas a la pared. Quería escuchar todas y cada una de las palabras de los chicos. No podía dejar que ninguna información importante se escapara cuando...

—¿Loid Forger?

Esa voz. La conozco tan bien como la mía. Pero... ¿cómo era posible que estuviera aquí conmigo? ¿Es... una imaginación, tal vez?

Me giré despacio, manteniendo mi compostura.

"¡Piensa algo rápido! ¡Cualquier excusa!" pensé.

Era él. Donovan Desmond. El mismísimo Donovan Desmond estaba en frente de mí. Su mirada perdida en el vacío, los brazos detrás de su espalda y su cara de seriedad infinita.

"¡¿Qué hago?!" grité en mi mente.

—¿Señor Desmond? —pregunté nerviosísimo.

—Supe que era usted, Forger. Desde el minuto uno en el que entró a Eden supe que era usted.

"¡¿Qué está pasando?!".

—¿Ah sí? —Mi sonrisa no podía ser más falsa. Sentía mi rostro arder del pánico.

—¿Podría explicarme sus razones por las que está pegado a una pared escuchando conversaciones ajenas? —Dio unos cortos pasos hacia mí.

—N-No estaba escuchando nada... —dije a toda prisa.

Desmond se quedó callado mirándome fijamente y al quedarse quieto delante de mí supe lo tenebroso que podía llegar a ser.

Aproveché el momento para comprobar que ningún guardia ni cámara estaban alrededor.

"¿Había venido él mismo aquí solo? ¿No es esto... un poco sospechoso?".

—Sé que ahora mismo usted, señor Forger, está confuso. Pero tranquilo, ya que a mí no me concierne lo que usted haga siempre y cuando no se trate de mi familia. Así que... ¿por qué ha evitado decirme la verdad? ¿Pensaste que te iba a hacer algo? —Desvié mi mirada al suelo. Tenía muchas cosas que procesar—. Hace un rato que comprobaste que no había nada ni nadie vigilándonos, así que ¿hay algún otro motivo por el que quieres evitar decirme la verdad?

—¿Qué pretende, señor? —pregunté.

—Mi hijo me ha contado muchas cosas entre su hija y mi hijo. Solo intento... arreglar los problemas. ¿Es mucho pedir?

Me quedé en silencio, así que él prosiguió.

—Digamos que... me he informado mucho desde que mi hijo me contó lo sucedido entre Anya y él. Soy el presidente, así que... tengo mis recursos y... también los tuyos, Forger. Me ha llevado tiempo... pero los tengo. Sé quién es usted en realidad.

"¡¿Qué?!" pensé.

—Solo quiero ver a mi hijo como antes. Sé que todo el mundo piensa que no soy nada simpático pero... quiero cambiar, ¿sabes? Nunca jamás en mi vida había visto llorar a mi hijo en silencio en su habitación. —Hizo una pausa—. Sé que he hecho mal en buscar información sobre ti, Forger, pero no tenía ningún otro remedio. Solo... quiero ver a mi hijo como antes y arreglarlo todo. —Alzó su mirada—. ¿Podrías ayudarme..., Twilight?

Extendió su mano a mí. Y yo tras procesarlo todo, le di la mano.