Tentemos A La Suerte |#1|

Capítulo 53

Me había costado mucho conciliar el sueño la noche anterior, pues los sucesos no dejaban de reproducirse en mi mente una y otra vez. Para mi infortunio, cuando más profundamente descansaba alguien comenzó a agitarme y llamarme desesperadamente.

-¡Mack! ¡Mack! -decían voces lejanas.

Yo las oía, pero seguía envuelta en un grueso velo de ensoñación.

-Por el amor a Dios... -dijeron para después golpearme con una almohada. -¡Mack! ¡DESPIERTA!

Ese último grito logro despertarme de un sobresalto, miré a las personas que me estaban agitando y eran mis amigas.

-Muchachas... ¿Qué sucede? -cuestioné soltando un bostezo.

-Mack... -me tomó Dani de las mejillas para que me centrara. -Bruno y Robert están por matarse frente a la piscina, esta mañana oímos mucho ruido y gritos, después nos dimos cuenta de que eran ellos dos peleando, Jack intentó detenerlos pero... -se hizo de lado dejándome ver más allá, en una de las camas yacía él inconsciente. -No tuvo mucha suerte.

-Dios mío -me levanté y caminé hasta la cama donde estaba. -Oh Jack... -solté en un lamento viendo cómo su pómulo estaba rojo y ligeramente hinchado. -¿Quién lo golpeó?

-Fue Robert, cuando él intentó detenerlo lo golpeó. -contó Dani mientras le ponía una compresa fría en el golpe.

-¿Y a qué se debe todo este alboroto? -las miré esperando una respuesta trágica.

-¿Acaso no es obvio? -dijo Gia incredula. -Es por ti.

«Oh no. Oh no. Oh no»

-¿Dónde estan Denis y Lucas? -pregunté preocupada saliendo de la habitación seguida de ellas.

-Bruno fue inteligente, los mandó a comprar víveres, una larga lista de cosas que les tomaría al menos dos horas en conseguir. -contestó Dani.

Bajamos y salimos al patio a paso rápido y entonces lo que vi me paralizó. Bruno y Robert ambos sin camisa y descalzos dándose una paliza, me acerqué y me interpuse entre ambos.

-¡Ya basta! -empujé a Robert a la vez que apoyaba mi antebrazo en el pecho de Bruno para alejarlo. -Detenganse ¿Qué demonios hacen?

-Este idiota fue el que irrumpió en mi habitación con gritos -dijo Bruno acusándolo.

-Robert ¿Por qué hiciste algo así? -pregunté.

-Yo soy quién debería hacerte esa pregunta, primero me dices que me amas, que te arreglaste para mí, que querías ser mía y acto seguido vas y te entregas a este tarado. -escupió.

Oír eso me dolió.

-Eso es lo que crees que soy... ¿Una fácil? -me tembló la voz, quería llorar pues me había herido.

Entonces la expresión de él se suavizó ligeramente, cayendo en cuenta de lo que acababa de decir, colocó sus manos en su cabeza tomando algunos mechones de su cabello y tiró de ellos. Me tambalee y Bruno me tomó de los brazos para sostenerme.

-Mack, él no te merece, solo juega contigo, mira cómo te habla... Admitalo profe ¿Con cuántas niñas más te has acostado? -espetó mi amigo provocándolo.

Robert lo miró con rabia al oír tal acusación y después se rió-Oh ya entiendo... Ahora todo esta claro, no sé porqué dudo de Mack, si eres tú el que está detrás de ella... Tú lo que tienes es que estás celoso ¿No?

Bruno se tensó. -No tenías derecho, yo he estado con ella por años y tu apareces de la nada y jugueteas con ella.

-A ver estúpido, que tú no hayas tenido el valor para declararle lo que sientes no me hace el villano, nosotros ni siquiera queríamos que esto sucediera, pero pasó, nos gustamos, nos amamos, ¿Por qué no simplemente lo aceptas? -sentenció.