El sábado en la mañana, todavía con preocupación, mamá me levantó temprano para llevarme al médico, más específicamente, con un neurólogo, el cual solo dijo que me encontraba bien, que era posible que sufriese unos pocos dolores de cabeza debido a lo fuerte del golpe (obviamente fue fuerte, si logró hacerme un corte en la frente), recomendó que lo mejor, solo para evitar cualquier inconveniente, era guardar reposo del "estrés escolar" por una semana de ser posible y tomar algunas pastillas por si sentía dolor.
Después de la aburrida consulta, llegamos a casa, yo me tiré en el sofá mientras mamá se dirigía a la cocina para hacer el almuerzo y no pasaron más de veinte minutos cuando estaban tocando la puerta, yo me levanté y al abrir un par de brazos me rodearon al instante y me levantaron del suelo, era Bruno a quién parece que las chicas le habían informado sobre mi estado.
-me soltó y cerró la puerta para luego analizar mi frente y mi labio— Oh, Mackie, Dios -llevó su mano hasta mi barbilla y pasó su pulgar por mi labio, cerca del corte, sin apartar la vista ni un momento-
Gracias a esa acción me estremecí ligeramente y no por Bruno, sino por el recuerdo que se agitó y repitió en mi mente en ese preciso instante, ¿Cuál recuerdo? El de Robert haciendo el mismo gesto. Cuando Bruno dejó de tratarme como si tuviese tres costillas rotas le expliqué más detalladamente lo sucedido (omitiendo a Robert, por supuesto), él, al igual que había hecho mi madre, me dijo que debía ser más cuidadosa, luego de la charla, almorzamos, pasamos la tarde viendo TV y en la noche se fue, yo me tomé los medicamentos, fui a mi habitación, me coloqué la pijama, me acosté sin importarme revisar el teléfono o Facebook y me quedé dormida.
Esa noche, después de despertarme la primera vez por un pequeño espasmo, me fue difícil conciliar el sueño, constantemente, mientras me quedaba dormida el sentimiento de estar cayendo venía a mí y sin poder controlarlo "saltaba" ligeramente, gracias a eso, para el domingo en la mañana, me encontraba cansada, malhumorada, con ojeras y sin ánimos de nada. Mi estado de ánimo cambió al recibir una visita de las chicas, quienes llegaron con chucherías, gaseosas y películas.
—¿Cómo te has sentido? -preguntó Dani pasándome una galleta-
—Bien, aunque me dan unos pequeños dolores de cabeza y mientras duermo me despiertan espasmos -dije y mordí la galleta como no dándole importancia-
—¿Espasmos? -preguntaron alarmadas Dani y Gia-
—Tranquilas, es la sensación de estar cayendo, justo cuando me estoy quedando dormida aparece y ¡pum! Me despierta.
—Deberías tratar de relajarte Mack, tal vez con algo de música.
—Sí -intervino Dani- ya eso pasó, ya te caíste, ya te atendieron, ya estás bien, solo debes tratar de pensar en otra cosa mientras te quedas dormida y de seguro logras caer en los brazos de Morfeo.
—Seguro tienen razón, debe ser el "trauma" de la caída -reí-
—Por cierto, deja que te limpie la herida hoy, me agrada el tema de la medicina y más si me siento como una doctora -sonrió-
—Esta bien, pero con cuidado Dani, no quiero chillar.
Y así estuvimos entre charlas y risas hasta que terminó el día y ellas se fueron; esa noche, en mi habitación, estaba acostada, pensando, hasta que se me ocurrió una fantástica idea que tal vez me ayudase a olvidar el "trauma", ¿Qué idea? Escribir lo sucedido. Me levanté rápidamente, encendí la laptop y esperé hasta que se inició por completo, abrí un nuevo archivo y comencé a escribir, de manera "novelística" claro, lo ocurrido.
Robert PDV.
Después de un largo día limpiando, haciendo las compras y lavando el auto, en otras palabras haciendo de "Ceniciento", me encontraba cómodamente sentado en el sillón de mi despacho leyendo "Orgullo y Prejuicio" para pasar el rato (y para posiblemente hacer alguna actividad sobre este libro con los de último año), tenía mi teléfono reposando en mi regazo cuando empezó a vibrar, vi la pantalla, tenía una llamada entrante de Jack.
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Tentemos A La Suerte |#1|
Novela JuvenilSilenciosamente se fue acercando y yo retrocedía. -¿Qué haces? -pregunté nerviosa. -Nada... Solo quiero estar cerca... -susurró acercándose aun más. ....... Ser adolescente no es nada fácil y menos cuando surgen sentimientos inapropiados por person...