Tener 17 años no siempre es fácil ya que tus padres de cierta forma todavía te tratan como si fueras una niña, y aunque no lo seas, aún no sabes cómo hacerlos ver que ya no lo eres; en mi caso, no fue tan sencillo por el hecho, no de que mamá me tratara como una niña, sino porque técnicamente yo vivía sola, a ella solo la veía en la mañana antes de irme a clases y por las noches antes de ir a dormir, solo compartíamos como madre e hija los fines de semana, y el problema de todo eso es que cuando se dió cuenta que ya no era una niña, lo hizo de una forma no tan agradable para su gusto.
Jueves.
—Mack -dijeron en un intento de llamar mi atención-
Levanté la mirada de mi ya rayado cuaderno nuevo y le sonreí.
—Hola Dani, hola Gia -salude a mis amigas con cariño y cortesía-
Es irónico que para ser uno de los últimos días de la semana hoy sea el primer día de clases y sinceramente estoy un poco nerviosa, todos los años cambian a algunos profesores y a varios alumnos de salón, así que espero estar con alguna de mis amigas.
A primera hora el profesor de deportes entró al aula, ya que estamos en el último año nos dió el típico discurso de " ya éste es su último año, de seguro la mayoría no se volverá a ver..." Y blah blah blah. Por suerte mis amigas no fueron cambiadas de sección así que pasamos la mayor parte de la primera hora hablando y poniéndonos al día sobre lo sucedido en vacaciones.
Ya a última hora estábamos en el salón conversando, aunque mi atención sinceramente estaba más fija en el chico nuevo, se le veía tímido pero eso no le quitaba los aires de misterio que tenía.
—Ya te viiiii -me dijo mi amiga Dani de la nada-
—¿Qué?
—El nuevo, te gusta -soltó una sonrisa pícara-
—¿Qué? No, simplemente me llama un poco la...-no pude terminar la oración debido a una repentina voz masculina-
—Buenos días alumnos, mi nombre es Robert Downey y seré su profesor de literatura este año -anotó en el pizarrón-
Al parecer nadie lo vio llegar, solo cuando comenzó a hablar empezaron a notarlo y todo el mundo tomó asiento.
Estaba dándo una pequeña introducción sobre las cosas que le gustaría evaluar, sobre que objetivos le gustaría lograr como profesor y todo eso, yo solo lo observaba de pies a cabeza, estudiándolo; alto, cabello oscuro y rebelde, buena contextura y...y unos intimidantes ojos color miel. En fin, dejé de prestarle mucha atención y comencé a hacer garabatos en mi cuaderno, aunque después de unos segundos lo cerré por un momento con el lápiz entre sus páginas para hacerle un comentario a mi amiga.—Sabes, es gracioso que durante todos estos años han cambiado de...¿Gia?, ¡Gia! -le grité bajito y se sobresaltó-
—¿Qué? Disculpa, ¿Qué decías?
—No, nada, tranquila -solté un pesado suspiro y voltee a ver a los demás, y todas las chicas estaban con una mirada de querer comerse a quién estaba frente al pizarrón hablando-
¿Qué diablos? ¿Acaso jamás han visto a un hombre? Es cierto que no hemos tenido muchos profesores atractivos, pero eso no quiere decir que estén hasta sacándole fotos a escondidas al tal Robert.
Sin querer prestarle mucha atención a mi entorno, abrí mi cuaderno nuevamente para garabatear, hoy no tenía la suficiente inspiración para hacer algo concreto, pero de seguro se me ocurre algo mientras tanto.
—Chicos, antes de que se acabe la clase, sería bueno que se presentaran, así voy aprendiendome sus nombres -rodeó el escritorio y se sentó en la parte frontal de él-
Oh no, eso no me gusta, a la mitad de estos idiotas apenas y los conozco.
—Empecemos por esta fila -señaló a la fila que estaba cerca de la puerta-
Para desgracia de todos, las primeras en esa fila eran Bárbara y Lexy, el dueto maravilla, a parte de que Bárbara tenía un horrible y exagerado maquillaje, Lexy tenía una blusa demasiado ajustada y una falda lo suficientemente corta como para no dejar nada a la imaginación.
—Señoritas, digan su nombre, edad, pasatiempo, materia favorita, que les gustaría hacer en el futuro -indicó-
—Bueno profesor Downey, mi nombre es Bárbara Levi, tengo 17 años, mi pasatiempo es el maquillaje como puede apreciar -al decir eso al profesor se le escapó un pequeño gesto de disgusto a lo cual varios alumnos reaccionaron con risas ahogadas- mi materia favorita es biología y en el futuro me gustaría ser sexóloga -con ésto último le regaló un guiño coqueto y se sentó-
—Ok, interesante, siguiente -dijo sin darle muchas vueltas a todo lo dicho por Bárbara-
—Hola, mi nombre es Lexy, tengo 17 años, mi pasatiempo favorito es la ropa, mi materia favorita es biología y me gustaría ser modelo en el futuro.
—Muy bien, continuemos.
Y así pasamos el rato, escuchando a los demás presentarse y decir lo que quieren hacer en el futuro, yo por mi parte solo escuchaba a medias, en mi cuaderno tenía el dibujo de un pájaro estrellado en una ventana. Cuando levanté la mirada el timbre comenzó a sonar.
—Bien chicos, seguiremos mañana, hasta luego -tomó sus cosas y se retiró rápidamente-
Que hombre tan extraño.
Saludos, hace poco me inspiré y comencé a escribir éste Fic, espero les guste.
Hasta el próximo Capítulo amiguit@s.
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Tentemos A La Suerte |#1|
Teen FictionSilenciosamente se fue acercando y yo retrocedía. -¿Qué haces? -pregunté nerviosa. -Nada... Solo quiero estar cerca... -susurró acercándose aun más. ....... Ser adolescente no es nada fácil y menos cuando surgen sentimientos inapropiados por person...