Capítulo 6

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Al llegar el primer receso bajamos directo a comprar algo para desayunar Dani, Gia y yo, entramos a la cafetería y nos sentamos en una de las mesas apartadas para tener privacidad y hablar con tranquilidad.
La conversación transcurría bien hasta que comencé a sentirme un poco incómoda, fue ahí cuando mi mirada viajo por toda la cafetería hasta llegar a la zona de las mesas de los profesores, allí un par de ojos miel me observaron fijamente, cuando dió un sorbo de café fue que apartó su mirada de mí para seguir concentrado en su teléfono.
Podía caerme mal, pero había algo en esos ojos que me hacían sentir incómoda y a la vez fascinada.

—¡Mack! ¿Éstas escuchando? -pasó su mano frente a mí-

<Oh oh>

—Si, lo siento, ¿Qué decías Dani? -puse mi total atención en ella-

—Que sería bueno que nos reuniéramos mañana o el viernes a ver una película o a hablar, ¿Tú qué opinas?

—Claro, estaría bien ¿Cuándo les parece conveniente? -saqué mi teléfono para anotar en el calendario-

Si, a veces anoto las cosas porque a veces suelo distraerme y olvidarlas.

—Creo que sería bueno el viernes, así nos quedamos en la casa que nos reunamos y no tenemos problemas con que haya clases el día siguiente -comentó Gia mientras comía sus galletas-

—Me parece perfecto -asintió Dani- ¿Pero en casa de quién?

—En la mía, saben que mamá no tiene problema y en mi habitación hay bastante espacio.

—Perfecto, en casa de Mack será -sonrió Gia-

Después de unos minutos el timbre sonó indicando el final del receso, así que nos dirigimos al salón a ver otra hora de clases aburrida.

Sorprendentemente física pasó bastante rápido ya que para cuando estábamos copiando el cuarto ejercicio el timbre sonó anunciando el segundo receso, recogí mis cosas rápidamente,  saqué el cuaderno de la siguiente clase y lo llevé en mis manos.

—Se me antoja una gaseosa ¿Me acompañan? -le dije a las chicas-

—Claro, vamos, yo también quiero beber algo -dijo Dani revisando sus bolsillos-

—Yo quiero más galletas -comentó Gia saliendo del salón por delante de nosotras-

Bajamos las escaleras entre risas, una vez en el patio seguimos caminando distraídas en nuestra conversación hasta la cantina.
Estando en la fila comencé a mirar a los lados observando mi entorno, hasta que lo ví de nuevo, sentado en una de las bancas concentrado en el teléfono.

<Un profesor mensajeandose con la novia, eso es algo nuevo>

Llegó mi turno de comprar así que aparté la mirada, pagué mi gaseosa y me la bebí gustosa, tenía bastante sed; ya acabada arrojé la lata al basurero.
Entonces, una vez que las chicas terminaron sus bocadillos,  decidimos dirigirnos al salón, íbamos distraídas nuevamente pero antes de llegar a la escalera tropiezo el hombro con alguien provocando que se me cayera el cuaderno al suelo.
Estaba a punto de recogerlo cuando una mano con un elegante reloj y una elegante manga de traje se acercó y lo recogió del suelo hasta acercarmelo.

—Disculpe mi torpeza señorita -dijo esa voz profunda-

Un pequeño frío recorrió mi espalda al oírlo, agarré mi cuaderno, pero esa mano se negó a soltarlo hasta que levanté mi mirada.

<Lo que me faltaba>

—No se preocupe profesor Downey, fue un tonto accidente -sonreí de forma fingida y jale mi cuaderno con fuerza suficiente para que lo soltara-

Me dí la vuelta para regresar al salón con las chicas y habría jurado haberlo escuchado refunfuñar, tuve que esforzarme por no soltar una carcajada.

Biología como de costumbre estuvo aburrida y la profesora casi estallaba de lo roja que se ponía cuando mandaba a callar a los demás, y como esa mujer no tiene mucha paciencia salió del salón dejándonos solos faltando solo quince minutos para la siguiente clase.
Gia y Dani se escaparon para el baño y yo me quedé en mi puesto con los audífonos puestos.

La canción estaba en su apogeo cuando me quitaron el audífono derecho.

—¿Qué escuchas? -preguntó y se colocó el audífono-

—¿Sabes? Deberías al menos anunciarte o algo antes de acercarte a hacer ésta clase de cosas.

Él se veía a gusto con la música y con mi comentario comenzó a reír un poco.
Se quitó el audífono y comenzamos a hablar.
Éste chico de verdad es bastante agradable y chistoso, no podía evitar reír con sus ocurrencias, no fue hasta que se oyó un fuerte "Buenas" que caímos en cuenta que ya había llegado la otra hora de clases, él se fue a su puesto y las chicas entraron antes de que Downey cerrara la puerta.

A él se le veía algo tenso y amargado,  cruzamos miradas y por un momento se le vió la intensión de decirme algo pero se abstuvo y comenzó a copiar en la pizarra.

<¿Y ahora por qué de tan mal humor? ¿Te enviaron nude y andas frustrado?>

Sonreí intentando tragarme la risa, pero el buen humor no duró tanto.

—¿Qué le causa tanta gracia señorita Anderson? -preguntó en un tono amargo-

—Que escribió analogía sin acento en la "i" , profesor -lo último lo dije entre dientes tratando de no llamarlo "tarado"-

Él miró la pizarra rápidamente y se dió cuenta de que lo que dije era verdad, así que a regañadientes lo corrigió y yo sonreí victoriosa.

Mack 01 - Downey 00

Después de que todos copiaron comenzó una  larga explicación que resultó un poco molesta gracias a su mal humor y finalmente,  después de lo que parecieron tres horas sonó el timbre, Robert recogió todo velozmente y salió casi despavorido del salón.

Las chicas y yo recogimos y cuando estuvimos a punto de salir, Marco se acercó a mí.

—¿Podría tomar el atrevimiento de acompañarte a tu casa? -preguntó en un tono un poco tímido-

Voltee a ver a las chicas pero estas ya se habían ido.

<Me las pagarán niñas>

—Claro, no veo porqué no -me encogí ligeramente de hombros-

Bajamos juntos las escaleras y estando en la entrada del colegio me tomó del brazo.

—Deja que lleve tu bolso -sonrió-

—Oh, no, está bien, no pesa tanto.

—Concedame el honor bella dama -se inclinó como todo un caballero-

Sentí mis mejillas calentarse ligeramente y le dí mi bolso, juraría que en ese instante oí un gruñido pero no le tomé mucha importancia.

Después de colgarselo en el hombro derecho, me extendió el brazo izquierdo, con mucha pena lo tomé del brazo y así estuvimos todo el camino hasta que llegamos a mi casa, ahí se despidió dándome un beso en el dorso de la mano y se retiró.

<Que chico>

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Marco de verdad que es encantador ¿No lo creen?

Hasta el próximo capítulo.

;)

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