-1- Una mañana más.

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Suena el despertador de Alexia, de no ser por ella, su hermana no se despertaría en todo el día para ir a clases.


-Apaga eso, Alexia.

-Hay que levantarse, tenemos mates a primera hora de la mañana. Contestó Alexia desperezándose todavía adormilada.


Alexa se incorporó y caminó hacia la ventana de su habitación.

Alexia se vistió y preparó su mochila, cosa que por lo que se veía, Alexa no tenía ningún interés en hacer.


-Que, ¿hoy tampoco piensas ir a clase o qué?

-Alexia, cállate.

-No, estoy harta de tener que ir siempre arrastrándote a todos sitios porque tú no quieras ir, deberías madurar.

-No sé tú pero yo estoy harta de despertarme cada día y pensar: "Genial, otra mañana aquí en el or-fa-na-to Laguna Negra.

-Bien, esta vez no te obligaré a venir. Y si cambias de opinion y vienes a clase, ponte el uniforme y no la ropa que a ti te de la gana.

-Sí, sí, tu tranquila, no creo que vaya a cambiar de ponión.

-Adiós que te lo pases bien haciendo nada.

-Igualmente, diviertete con el Sr. Cobain.

-Podrías dejar de llamarle así, aunque se parezca a Kurt Cobain no se apellida Cobain, se apellida Parker.

-Lo que tú digas. Ah, y en el recro asegurate de que no haya nadie en el despacho del director.

-Ni se te ocurra robar nada más.

-Me pides demasiano hermana, bueno, vete o llegarás tarde.

-Adiós Alexa.


Después de aquella conversación, Alexia se dirigió a la cafetería para desayunar y reponer energías para todo el día.

Al entrar recordó que se había dejado la mochila en la habitación. Fue corriendo a por ella y cuando habrió la puerta, no estaba la mochila, habían sacado todos los libros que había dentro y se la habían llevado. Tampoco estaba Alexa, pero sí su pijama tirado por el suelo.

Alexia tuvo que llevar los libros en las manos toda la mañana hasta en recreo. Cuando sonó el timbre, Alexia recordó las palabras de su hermana: "Encárgate de que el despecho del director esté libre en el recreo".

A Alexia no le quedó más remedio que distraer al director diciéndole que le habían robado la mochila, este no se movía de su asiento así que Alexia se sentó en la silla que había frente a él.


-Si usted no se va, yo tampoco.

-Señorita Bark, no haga tonterías, vamos es una mochila.

-Bien, también es media hora de recreo, estaré esperando a que reaccione.

-¿Por qué todos los recreos hace que me levante de mi sitio, Bark?


Diciendo esto, el director salió de su despacho para ayudar a Alexia a buscar su mochila.

Había pasado un minuto desde que salieron y de repente Alexa estaba en el despacho del director buscando un mapa del orfanato.


-¿Dónde narices guardará este hombre los mapas de las instalaciones?


Se le ocurrió mirar en el armario que había en el despacho, y allí estaba el mapa, un mapa mediano que tenía toda la información que Alexa necesitaba saber sobre las instalaciones, lo guardó en la mochila de Alexia que llevaba colgada de los hombros . Abrió la ventana y saltó hacia afuera. Una vez fuera del despacho dejó un pequeño alambre en el cierre de la ventana para poder entrar cuando quisiese.


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