-2- Tan iguales, pero tan diferentes.

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Ya era por la tarde y las dos hermanas se iban juntas a sus habitaciones cuando sonó el megáfono de los pasillos que sólo sonaba para avisar de que venía gente nueva, un inspector, de que la comida se retrasaría, de que si algún profesor se había "puesto malo" (no le apetecía dar clase) teníamos esa hora del día libre.


-"Sí, ya he hablado con ellas y no...¡Mierda! Espara, ahora de llamo".

"Se les comunica que... que la profesora McBriant no dará clases de arte esta tarde."


-¿Has oído eso? -Preguntó Alexa.

-Sí, que la profesora McBriant no dará clase esta tarde, ¿por? -Respondió su hermana.

-No, esa parte no, antes de eso, lo de que ya había hablado con ellas.

-Sí, supongo que sin querer presionó el botón del megafono en vez del del altavoz.

-¿No tienes curiosidad por saber con quién estaba hablando y de qué?

-No.

-¿Por qué?

-Simplemente no soy cotilla.

-Somos tan iguales, pero tan diferentes...

-Eso nos hace únicas.

-Sí. -Dijo Alexa con una sonrisa.


Al entrar en sus habitaciones, Alexa le devolvió la mochila, ya vacía a su hermana. Aquella tarde, Alexia se quedó estudiando y Alexa no dejó mirar el mapa y anotar cosas sobre él con un bolígrafo.

Al llegar la noche, los residentes del orfanato tnían horas libres para hacer lo que quisiesen dentro del edificio. Alexia, después de cenar fue a la habitación de su mejor amiga Charlotte.

Alexa, como no, incumpliendo las reglas de largó del edifició y se fue al patio.

El orfanato está muy, muy alejado de todo, está en medio de "la nada", rodeado de campo y más campo.

Alexa sacó el mapa y una linterna de la mochila que se había llevado, y esta vez no era la de su hermana. Se situó justo en la puerta de entrada del orfanato , rezando porque nadie la viera fuera.


-Si no me equivoco, el final del patio se encuentra a 70m de aquí, así que a caminar.


Dicho esto, se fue caminando sigilosameste, aunque a buen paso hacia el final del patio. Cuando encontró la salida de aquellas instalaciones saltó un muro que rodeaba todo el orfanato y se fue. Estuvo andando un cuarto de hora hasta que encontro lo que pensaba que encontraría, una puertecita uncrustada en un caño pequeño.


-Sí, lo encontre, ¡lo encontré! -Dijo emocionada al haber encontrado un pasadizo secreto, que según sus calculos le llevaría hasta la ciudad o algun pueblo de por allí.


Abrió la puerta puertecita de madera y hierro oxidado, a medida que la iba abriendo más, esta chirriaba también.

Metió primero sus piernas y despues poco a poco to su cuerpo, calló al intante en un pequeño túnel de tierra húmeda, era enorme, pero se notaba que alguien le había dedicado muchar horas.

Después de una media hora andando por aquel pasadizo, encontró la salida que para su sorpresa no le llevaba nada más y nada menos que a la chimenea de la biblioteca del orfanato. Deslizó una gran piedra que sobresalía. Después de esto, retiró la rejilla de la chimenea y entro en la biblioteca, que por suerte no había nadie. Fue corriendo a su habitación a dejar las cosas allí, y después fue a ducharse, ya que iba manchada de tierra y barro.

Al acabar de ducharse, justo en el momento en el que regresó a su habitación, todas las luces se apagaron, eso indicaba que era la hora de dormir. Su hermana ya estaba dormida. Alexa se metió en la cama y se quedó dormida al instante.



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