Alexa pasó la noche en vela. No podía dejar de pensar en que con dieciocho años quisieran acoger a su hermana y a ella. A demás ahora que Nathan y ella estaban enamorados, tendrían que distanciar sus sentimientos de amor.
A las diez de la mañana, las chicas se levantaron y fueron a asearse. Más tarde fueron a ponerse el uniforme.
-¿Piensas que me voy a poner ese polo azul y esa falda negra? ¿Como una pija?
-Alexa, nuestro futuro depende de esta entrevista, haz lo posible por causar buena impresión.
-Son nuestros futuros padres, les tendrá que gustar como soy realmente, ¿no?
-Alexa, esto ya no es una broma... Podríamos pagar nuestras carreras. A demás Neithan y Nathan se lo merecen, se merecen unos buenos padres. Y si lo estropeamos, esos padres no existirán nunca.
-Hasta que se acabe la entrevista.
-Está bien, tan sólo en su presencia.
-Hecho.
-Bien, date prisa.
Se hicieron las once menos cuarto, y los cuatro adolescentes estaban sentados en las escaleras del orfanato esperando a que el director les llamara para pasar.
Cinco minutos más tarde, el director Dounton salió para avisarlos.
-¿Listos chicos?
Los cuatro suspiraron a la vez y se levantaron de la escalera. Abrieron la puerta del despacho y se encontraron con una pareja joven de cuarenta y pocos sentados en las sillas del despacho. La mujer se levantó rápidamente seguida de su novio.
-¡Hola! Me llamo Amanda, y él es mi novio Jake. -se presentó la chica dándole dos besos a cada uno, un beso por mejilla.
-¿Qué tal estáis? -preguntó Jake sonriente.
-Bien. -respondieron los cuatro.
-Bueno, como ya les he comentado, señor y señora Edwards, generalmente los chicos van bastante bien en los estudios. Neithan y Nathan hacen deporte por las tardes, y Alexa y Alexia se dedican a expresarse por llamarlo de una manera, con el arte. Alexia se dedica a la fotografía, mientras que su hermana dibuja lo que ha fotografiado la otra. Aunque alguna vez Alexa ha posado en paisajes como modelo.
-Vaya, artistas. -se sorprendió Jake- ¿Y qué deporte practicáis? -añadió.
-Fútbol americano. -respondió Nathan.
-¿En serio? Mi padre y yo somos entrenadores de fútbol americano. -dijo Jake.-
-¿En qué equipo? -preguntó Neithan-.
-El quipo se llama California EDs.-
-¿Ca...ca...¿ California? -dijo Alexia asombrada-
-Sí, somos de California. -respondió Amanda-
-¡Vamos a vivir en California! ¿Enserio? -dijo Alexa.
-Exacto, y además Alexa, yo también dibujo muy bien. -comentó la mujer-
Las siete personas estuvieron hablando toda la mañana y parte de la amediodía. Jake decidió que sería buena idea invitar a los chicos a comer.
-Si el señor Dounton me lo permite, me gustaría llevar a estos cuatro futuros hermanos a comer a algún sitio especial. ¿Puedo?
-Por supuesto, usted y Amanda tienen que firmar estos papeles, y según las reglas a las cinco en punto tienen que estar de vuelta.
Los Edwards firmaron los papeles indicados y acompañaron a los gemos a su gran coche. Era un Lamborghini blanco con siete plazas. conductor, copiloto, dos asientos atrás y otros tres más atrás. Alexa y su hermana se sentaron en los dos asientos de la segunda fila, y los gemelos en los de más atrás. La pareja Edward hablaban entre ellos a qué sitio les llevarían.
-¿Chicos, que tipo de comida os apetece? -preguntó Amanda mirando hacia atrás-
-Oh, no se preocupe, no nos importa el lugar. -respondió Alexia muy educadamente-
-Cariño, no hace falta llamarme de usted, no te preocupes, suéltate. Sé que quieres ser educada, y eso está muy bien, pero oye, somos tus futuros padres no creo que quieras llamarnos de usted toda la vida.
-Sí, tienes razón.
-Bueno, ¿qué tal un italiano? -preguntó Jake mirando por el espejo retOivisor-
-Un italiano está bien, ¿no? -dijo Amanda-
-Sí, claro. -dijo Neithan-
Llegaron a "Italia than CC", un restaurante carísimo en el centro de Clarence Center.
-Me han comentado que este sitio es carísimo... -comentó Nathan entrando al srestaurante-
-Nathan, si es por el dinero, no tienes de qué preocuparte. -dijo Amenda-
-A Amanda le dan millones de dólares por cada desfile.
-¿Eres modelo? -preguntó Alexa-
-Sí, trabajo para Victoria Secret y Calvin Klain.
-¡¿Cómo?! -se sobresaltó Neithan-
-Esto es como un sueño. -dijo Alexia-
-¿El restaurante o mi carrera como modelo? -dijo Amanda riéndose.
-Las dos cosas... -añadió Alexia sentándose en una silla del restaurante.
Los seis cogieron las cartas en las que ponía el menú.
-¿Berenjenas a la parmesana? -preguntó Jake-
-Sí, tienen buena pinta. -respondió Alexia-
-¿Pedimos también la lasaña? -preguntó Amanda-
-Será mucho, algo que no llene tanto. -dijo Jake.
-¡Uy! Se me había olvidado, tenemos algo para vosotros. -dijo Amanda metiendo la mano en su bolso-
Sacó cuatro cajitas pequeñas.
Cada uno abrió la suya. En las de las gemelas había una pulsera muy fina de oro que tenía un pequeño corazón plano en el que ponía: Alexia Edwads y Alexa Edwards.
Los chicos abrieron sus cajitas. Cada una contenía una pequeña cadena de plata colgada de una placa fina en la que estaban grabados sus nombres y su nuevo apellido.
-Son preciosos, muchísimas gracias. -dijeron los cuatro agradeciéndoles el detalle a Jake y Amanda.
-De nada, a partir de mañana por la tarde, completaréis la familia Edwad. -dijo Jake.
-Lo estamos deseando. -añadió Nathan.
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IGUALES
Teen FictionAlexa y Alexia son dos gemelas nacidas en Clarence Center (USA). Con tan sólo un mes de vida fueron abandonadas en el viejo orfanato Laguna Negra. Tienen ya 17 años, tan solo faltan dos semanas para los 18. Estas gemelas están ansiosas por salir del...