Nathan obedeció a Alexa y se fueron a su casa. Al llegar, todos estaban dormidos y cada uno se fue a su cuarto. Alexa entró el el suyo, vio un gran rostro dibujado justo encima del cabecero de la cama. Nathan se refería a esto cuando decía que había hecho tres pruebas. Alexa sonrió,no podía creerse que Nathan estuviera haciendo todo eso por ella.
Nathan en su habitación estaba sentado en la cama, a punto de cambiarse, sin camiseta, esperaba que aquel retrato le gustase a Alexa tanto como le había gustado a él. Aburrido de esperar cogió un libro, se tumbó y empezó a leer. Diez minutos más tarde, Alexa entró en su habitación, arrebató el libro de las manos de Nathan y lo tiró a un lado de la cama.
-Muy bonito, ahora no sé que pasa entre Jade y James. -dijo Nathan refiriéndose al libro-.
-Si quieres, yo te lo cuento. -dijó Alexa dándole un beso en la mejilla a su hermano-.
-Y si ahora yo no quiero-. -añadió Nathan con tono de chulo-.
-Genial, buenas noches.
-Espera, espera.
Nathan cogió a Alexa por la cintura, ella se enganchó como un mono a la cadera de Nathan.
-Sabía que no te resistirías a mi. -dijo Nathan-.
-Esto es una motivación para que sigas completando cosas de la lista. Nada más.
-Entonces, ¿qué hacemos, somos hermanos?
-Eso ya lo veremos cuando acabes la lista.
-Pues si nos hubiéramos liado en el parque habría sido mucho más bonito...
-Qué más da, anda cállate y bésame.
Así lo izo, Nathan besó a Alexa apasionadamente. Alexa cayó rendida a los pies de Nathan, realmente le gustaba pero no son amigos, son hermanos. Dos chicos con el mismo apellido y la misma familia. A la mañana siguiente sonó el despertador en la habitación de Neithan, se levantó y abrió el armario. Bajo una montaña de ropa que apartó a un lado había una foto, un señor alto moreno de ojos verdes conducía una lancha motora por el mar mientras que dos niños de unos ocho años sonreían felices haciendo windsurf en una tabla que iba enganchada a la lancha. Neithan cogió la foto y se sentó en su cama. En aquel momento su cabeza se llenó de recuerdos y emociones. Aquellas cosas que recordaba no las podría volver a vivir. Habían pasado ya varios años desde que su padre había muerto, pero aún así seguía deprimiéndose cuando veía fotos o recordaba cosas. Le dio la vuelta a la foto. Había un texto que su padre le había escrito la noche antes de morir a su hermano y a él. Al final había una gran frase, seis palabras que emocionaron a Nathan:
"LIVE A LIFE YOU WILL REMEMBER".
Aquella era la frase favorita de su padre.
-Nathan date prisa que no llegamos. -le avisó Alexia entrando en su habitación y sentándose al lado de su hermano- ¿Estás llorando?
Nathan guardó corriendo la foto en un cajón de la mesita, a Alexia no te dio tiempo a ver lo que era.
-No, no estoy llorando.
-Pues yo cuando lloro tengo lágrimas iguales a la que tu tienes en la mejilla.
-Vete a desayunar.
-Pues date prisa.
Alexa se levantó, se vistió y fue a desayunar junto a su hermana. Amanda abrió la puerta de la casa y se sentó junto a ellas.
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IGUALES
Ficção AdolescenteAlexa y Alexia son dos gemelas nacidas en Clarence Center (USA). Con tan sólo un mes de vida fueron abandonadas en el viejo orfanato Laguna Negra. Tienen ya 17 años, tan solo faltan dos semanas para los 18. Estas gemelas están ansiosas por salir del...