Juntos

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¡Feliz año nuevo solecitos!
Les dejo por fin el nuevo capitulo, para iniciar bien el año.
Los amo!

Aún bastante confundidos, los compañeros de Hunter se dieron cuenta de que había una escena que no debían de interrumpir.

Recogieron sus instrumentos, asegurandole a Hunter que no había problema, que ya hablarían en otro momento.

Hunter solo se separó de Willow para poder abrazar a Gus. Usualmente era alguien que evitaba el contacto tan directo, pero era su mejor amigo, y llevaba 3 años sin verlo.

Ahora estaba casi tan alto como él, y sus facciones infantiles casi habían desaparecido de su rostro.

—Así que, ¿Ahora eres una estrella de rock?

Bromeo el más joven, provocando un sonrojo de inmediato en el rostro de Hunter.

Todos rieron al unísono, y Willow busco de forma instintiva la mano del rubio. Su necesidad de sentirlo a su lado, de recordar que no era un espejismo, invadiendola.

Casi al instante el chico entrelazo sus dedos, reforzando el agarre. Willow sintió su corazón dar un vuelco en su pecho, la calidez extendiéndose por su cuerpo. 

Estaba allí, era real, no otro sueño más.

Si que noto a Hunter fruncir el ceño levemente, bajando su mirada para observar sus manos entrelazadas.

Las vendas. La joven bruja se había olvidado de aquellas vendas que cubrían sus manos, pero era inevitable que Hunter las notara. 

Se sintió ligeramente culpable sin saber por qué. No quería ser la causante de ese gesto de preocupación en él. No cuando acababan de reencontrarse.

—No quiero ser aguafiestas, pero es hora de irnos— La voz de Vee los regresó un momento a la realidad. 

El chico asintió, mirando a sus hermanas.

—¿Mamá está ya en casa?

Amity, Gus y Willow lo miraron un momento desconcertados. Hunter volvió a sonrojarse, dándose cuenta de que ellos no estaban al tanto de la forma en que llamaba  a Camila ahora.

Willow le sonrió ampliamente, más que feliz por él. Se sentía aliviada al ver que Hunter estaba rodeado por tanto cariño, el que siempre había merecido. 

Luz dejó escapar una pequeña carcajada, sintiéndose muy ligera y feliz como hace mucho no lo hacía. 

—Vamos Hermano, llévanos a casa.

~~

Se subieron al auto, amontonados claramente en los asientos. 

Como Hunter manejaría, había insistido en que Willow lo acompañará en el asiento del copiloto. 

Una vez adentro, el chico había vuelto a tomar su mano, y no la había soltado sólo en los momentos necesarios. 

Para Luz esto hablaba demasiado de lo mucho que quería a Willow. De alguna manera estaba arriesgando su perfecta manera de manejar, tan sólo para poder tomar la mano de la chica. 

Había mucho que hablar, tres años no pasaron en vano. Pero aún así sentir la mano de Amity sobre la suya la reconfortaba.

El camino a casa fue silencioso pero tranquilo. Se podía ver que cada uno estaba perdido en sus pensamientos, pero no había tensión en el ambiente, solo calma.

Hunter detuvo la marcha justo en frente de la casa que ya todos conocían. 

Las luces en efecto ya estaban encendidas, delatando la presencia de Camila en la casa. 

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