Pequeño Conejo

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Espero que les guste~

Nota: La imagen no me pertenece, le pertenece a un usuario de Twitter llamado Monkiekid2

MK no puede apartar la vista que el espejo le devuelve, con una mezcla de asombro y horror puro, maldiciendo en su mente su mala suerte y el malvado demonio que decidió que tirarle una posición de transformación era una buena idea.

-...esto es tan raro...- es un conejo, fácil de reconocer, especialmente con las largas orejas que esta acariciando con nerviosismo. Aun tiene la bandana que mantiene su cabello fuera de su rostro y con su usual peinado, aunque ahora tiene pelaje de un tono marrón oscuro pero con el área de su boca y mentón en blanco, bajando por el frente de su garganta y desapareciendo bajo su ropa, con ojos brillantes y dorados como su maestro ahora.

-Yo creo que te vez adorable- Midori lo mira con una sonrisa, algo divertida. El chica básicamente se había adentrado con prisa y sin permiso a su loca, escondido en lo más atrás posible mientras le suplicaba que cerrara por un rato, solo saliendo de su escondite para mostrar su nueva apariencia. El lindo, aunque un poco extraño porque los demonios con rasgos animales ya no se ven tan seguido últimamente. -Ammm, ¿MK?- ahí es cuando nota algo que llama su atención. -No hay una manera fácil de decirte esto pero...tienes cola- señalo.

-¿Qué?- la mira con horror, tenso. -Dime que no es cierto- suplica casi en un sollozo, negándose a aceptarlo a pesar de que era algo lógico.

-Lo siento...- a pesar de que encuentra toda la situación muy divertida, se niega a reírse frente al angustiado chico, mirándolo con algo de tristeza. -...pero es cierto, tienes cola- MK se apresura a volver a mirarse en el espejo, colocándose ligeramente de perfil para revisarse lo mejor posible.

-¡NO!- no quiere pero ahí esta, una esponjosa y bonita cola de algodón completamente blanco que sobresale de la parte trasera de su pantalón de alguna manera. -¡Esto esta peor!- solloza dramáticamente, sin importarle que sus lagrimas esta arruinando el pelaje que ahora ocupan sus mejillas, moviéndose para sentarse en la esquina más alejada y oscura de allí, agarrando sus ahora demasiado largas orejas para cubrirse la cara.

-Oh, MK...- duda un poco antes de acercarse, sentándose a su lado para poder rodear los hombros ajenos con su brazo, dejándolo apoyarse en ella y sollozar todo lo que quisiera. Midori arrulla, murmurando suaves palabras de consuelo, decidida a no comentar la suavidad del pelaje castaño oscuro y concentrándose en tranquilizarlo. Se quedan allí por un rato, tranquilos, y justo cuando MK logra calmarse, alguien los interrumpe.

-¡Oye!- se sobresaltan ante la familiar voz que viene de la parte de enfrente del loca, MK acurrucándose aun más en su lugar. -¡Sé que estas allí, chica!- ella bufo, algo ofendida de que el dios no recordara su nombre. -¿MK esta aquí?- eso hace que el mencionado se tensara. -¡Porque llego tarde a su entrenamiento y nadie lo vio después de que dijo que iba a enfrentar un demonio!-

-¡No, no lo estoy!- chillo el chico, horrorizado de que su maestro pudiera verlo, intentando inútilmente fundirse contra la pared para poder ocultarse.

-¡Te escuche!- sonaba victorioso y animado de repente. -¡Sal de ahí, Bud!- Midori suspiro ante el nuevo chillido del chico, soltándolo para levantarse e ir a enfrentar al mono, encontrándolo con un buzo con la capucha puesta y luciendo ansioso.

-Así no engañas a nadie, ¿sabes?- enarco una ceja, casi burlona, aprovechando un poco el hecho de que ser amiga del sucesor le da cierta inmunidad.

-Estoy totalmente en incognito- infla el pecho con orgullo, metiendo las manos en el bolsillo de enfrente de su buzo.

-Tu cola te delata- señalo la extremidad de pelaje castaño claro que se agita constantemente tras el mayor, lento y constante. Wukong bufa, bajando la cola, sin tener donde esconderla.

-¿MK?- pregunta, recordándole a ella la razón de su presencia allí.

-Te dejare entrar si prometes no burlarte...- lo dice con seriedad, luciendo totalmente dispuesta a intentar echar a patadas al dios si era necesario. -...él no se siente muy bien ahora- agrega mientras se mueve para dejarlo pasar, el mono enarcando una ceja.

-¿Ese demonio lo lastimo?- incluso si tiene un tono despreocupado y se ve relajado, hay un borde peligroso en su voz, uno lleno de promesas y amenazas.

-Más o menos- señalo hacia la esquina donde el menor esta encogido. MK chilla, acurrucándose todo lo posible, cubriendo su rostro con sus orejas en un inútil intento de ocultarse pero sabe, cuando escucha el jadeo ahogado del mono, que ya no tiene caso. Así que se arma de valor, tragando en seco mientras se levanta lentamente, temblando de vergüenza mientras lentamente se descubre el rostro.

-Hola, Monkey King- su voz sale quebrada por el nerviosismo, sintiendo sus mejillas arder debajo de todo aquel pelaje, sin saber como interpretar los ojos dorados que lo miran fijamente y la boca bien abierta de su maestro.

~Monkie Kid~ 4️⃣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora