Lara-Bala.
-Buenos días Rosa, vengo a visitar a Altea, ¿cómo está? -pregunté, tras haber llamado y seguidamente abierto la puerta.
-Han pasado 2 horas y aún no despertó, pero ya he curado todas sus heridas y está mejor.
Suspiré con preocupación, pero le dediqué una sonrisa a Rosa, por el buen trabajo que hace. -Muchas gracias, ¿puedo verla?
-Claro. -devolvió la sonrisa y empezó a andar hacia el interior de la sala y la seguí. Al llegar a unas camillas, una de ellas estaba ocupada por Altea. Una de sus piernas estaba vendada desde la rodilla hasta el tobillo y una especie de cojín mantenía hacia arriba esta, uno de sus brazos también lo estaba y unos puntos cubría una de sus cejas.
-Me quedaré con ella. -dije sentándome en la silla de cuero negra al lado de la camilla blanca típica de hospital. Rosa asintió con la cabeza y despidiéndose salió de la sala para ir a por algo de comer.
En la mano tenía unas hojas, para repasar una parte del plan; la entrada. Algo me pareció muy interesante de todo esto, la mayoría de todo lo que lleva a cabo Cairo está dividido por grupos, sentí curiosidad por saber el motivo. Pasé la página para organizarme todos los detalles en mi cabeza cuando sentí que Altea se movía en la cama, subí la mirada rápidamente y ahí estaba tratando de incorporarse.
-Cuidado...¿Llamo a Rosa?
-¿Cuánto tiempo llevo aquí? -inquirió con cierta desorientación. Miraba hacia todos lados y sus brazos apoyados sobre la cama para ayudarse a mantener su cuerpo incorporado, temblaban.
-Unas dos horas... Pero aún debes descansar. -le aconsejé, apoyando mi mano sobre su hombro que no estaba vendado. Ella me miró por unos segundos y después preguntó por Cairo-. Le llamaré, espera un momento-. Agarré mi móvil y busqué el contacto de Cairo.
A los pocos momentos, él entró por la puerta. Ambos me dijeron de salir para poder hablar en privado, pero la curiosidad por saber lo que había ocurrido me invadía así que me escondí tras la puerta para escuchar.
-¿Puedes contarme por qué os fuisteis sin avisar? Esto es grave Altea, pudiste morir.
-Lo sé, lo sé. Debería contártelo con Demonio presente, pero yo tengo que darte explicaciones por mi cuenta.
Escuché la conversación con atención, hasta que una parte en concreto me hizo hacerlo aún más. La de un cuadro y el hombre árabe que les ofreció la información. Aunque algo me pareció extraño, ¿no saben dónde está el cuadro?
-¿Puedes decirme la ubicación de ese cuadro que dices? -indagó Cairo.
-No la sé, simplemente no nos la dijo. -respondió.
Finalmente acabó la conversación cuando Cairo le dijo que descansara y que más tarde hablarían en más profundidad las cosas, así que me alejé de la puerta rápidamente para que no me descubriera al salir.
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TIRARME POR EL PRECIPICIO |Dominio Negro|
Teen Fiction"Salvada por la mafia y nacida para servir en ella" Una niña carterista fue salvada de la calle y la pobreza por los hermanos mafiosos desde pequeña, desde ese momento se dio cuenta que 'Dominio Negro' era su única vida y que tenía que entregarse a...