Altea-Furia.
Cairo abre la puerta del pazo, camino hasta el salón y pienso en tirarme al sofá; estoy agotada. Noto a alguien entrando a la sala, es Zeus, se acerca a mí con una sonrisa.
-¿Qué tal por Francia? -pregunta sentándose en el sofá junto a mi.
-Bueno, fue un viaje interesante. -respondo devolviendo la sonrisa. Por mucho que quiera negarlo, los nervios me traicionan cuando estoy cerca de él. Giro medio cuerpo para hablar cara a cara-. Por cierto, esto hay que celebrarlo, ¿no?
Gira la cabeza con agilidad, un brillo aparece en sus ojos. -Claro, ¿cómo piensas hacerlo?
Subo los hombros, sin tener mucha idea. -Podemos ir todos al Elitered, es un sitio seguro...Podría decirse.
Frunce el ceño. -Cierto. El Elitered, Narciso nos habló de ello.
-Bueno, se lo propondré a Cairo. Ahora debo irme. -le toco el hombro para despedirme, con una sonrisa en el rostro. Iago asiente.
Tenía que visitar a Demonio, aún no sabía si había despertado y si estaba bien. Así que me acerco a la enfermería. Al llegar, abro la puerta y me encuentro a Cairo y Demonio hablando.
-¿Cómo está el del doble ombligo? -muestro las palmas de los manos y me echo hacia atrás. Río al ver la mirada desafiante de Demonio, después de unos segundos, este sonríe.
-Tenía que hablar contigo, Furia. -gira la cabeza hacia un lado, desvíando la mirada de Cairo.
-Bien, cuando acabéis con lo vuestro, me acerco.
-No no, hablad. Yo tengo trabajo. -habla Cairo, alejándose de Andrés.
Asiento. Cuando Cairo queda a mi lado, le agarro del brazo. -Después tengo que proponerte algo. Este frunce el ceño desconfiado y en cuanto dejo de agarrar su brazo, sale de enfermería.
Espero a que Demonio empiece a hablar. Sinceramente, Rosa se ha montado una buena enfermería, Andrés lleva puesto el camisón típico de hospital, una vía en el dorso de la mano conectado a ese aparato donde inyectan el medicamento.
-A ver como te digo esto... -suspira llevando sus manos a la nuca. Parece preocupado o afectado por algo, eso hace cambiar mi actitud a una más seria.
-Dilo sin más. -frunzo el ceño, intrigada.
Mira desesperado por toda la habitación como si en alguna parte de esta le ayudara a encontrar una forma de explicarse, inclusive, puede que esto no sea una simple metáfora. Se acerca a la pequeña mesa de madera oscura al lado de la cama, cojeando de la pierna izquierda, afectada por la herida de bala, abre el primer cajón y saca algo de allí.
-Mejor te lo enseño. -Me tiende unas fotos arrugadas.
Empiezo a pasar las fotos, en total son tres; una de ellas atrae mi atención, acerco mi vista a esta y alcanzo a ver algo que me deja congelada. No puede ser... Es Malek Saad.
ESTÁS LEYENDO
TIRARME POR EL PRECIPICIO |Dominio Negro|
Teen Fiction"Salvada por la mafia y nacida para servir en ella" Una niña carterista fue salvada de la calle y la pobreza por los hermanos mafiosos desde pequeña, desde ese momento se dio cuenta que 'Dominio Negro' era su única vida y que tenía que entregarse a...