Cairo-Dagán.
Según mis planes, ese día tocaba entrenamiento físico de nuevo, el resto de días habíamos hecho pequeños entrenamientos durante el día; puntería, resistencia, lucha cuerpo a cuerpo y demás. Esta vez se trataría de la conducción a alta velocidad y resolución de persecución, también les explicaría más sobre la teoría que hay utilizar en las peleas. Salí al patio, donde había reunido a toda la banda. Antes de eso, fui a la pizarra de mi habitación para revisar una parte del plan que era un poco compleja.
-La salida tiene que estar dividida por grupos. -pensé al fin. El cómo salir del lugar de la subasta sin ser vistos era una de las cosas más complejas de todo el robo, pues estaría rodeado de guardias.
Entonces, después de eso salí afuera y observé a todos hablando alrededor de la mesa con comida que Narciso había preparado hace una media hora.
-Vamos, id a los coches de fuera.-ordené. Mientras lo decía me di cuenta de algo, ¿dónde estaban Demonio y Furia? Empecé a buscarlos con la mirada y no los encontraba por ningún lado, decidí preguntar.
-¿Dónde andan Andrés y Altea?
-No los hemos visto en todo el día, no están. -respondió Chivo, con absoluta tranquilidad.
Suspiré enfadado. -Muy bien Manolo, pero... ¿¡No se os ocurrió avisarme en algún momento!? -inquirí subiendo el tono.
-Hermanito tranquilízate. No te avisamos porque pensamos que era cosa tuya, que tú los habías mandado a algún sitio.
-¿Qué me tranquilice? ¡Desde lo que ocurrió en el club Altea está en riesgo, no puede merodear por ahí como si nada!
Aunque intentaron calmarme, yo estaba fuera de mis casillas, así que pensé rápido en encontrarlos, era mi máxima prioridad en aquel momento, así que decidí mandar a Fran y a Arturo para que vayan a buscarlos. Ellos se excusaron en que sería difícil, pero aún así aceptaron y fueron al Range Rover negro, con el que irían por toda la ciudad.
Yo me encargué del entrenamiento y les dije que se subieran a los coches de una vez, para ir a una zona de la ciudad en la que podíamos correr con coches alquilados.
En total eran 3 coches los que estaban aparcados fuera, pero como falta mucha gente, usamos dos para llegar al lugar. Un BMW M3 de color blanco y un Alfa Romeo Guilia rojo granate.
(Poner las fotos de los dos coches)
Nos dividimos en dos grupos: Chivo y Zeus y Bala y yo.
Chivo-Manolo
-Tú conduces, Chivo. -Me mandó Cairo, señalando el BMW blanco tan limpio y elegante.
-Será un placer conducir esta preciosidad. -sonreí como un niño pequeño, tocando el capó. Note la misma ilusión en Zeus cuando se sentó en el asiento del copiloto.
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TIRARME POR EL PRECIPICIO |Dominio Negro|
Teen Fiction"Salvada por la mafia y nacida para servir en ella" Una niña carterista fue salvada de la calle y la pobreza por los hermanos mafiosos desde pequeña, desde ese momento se dio cuenta que 'Dominio Negro' era su única vida y que tenía que entregarse a...