Sangre Helada

Capítulo 1 - Pureza •

Parte 1/2

Al más puro sentir de la aventura recorría por los bosques un hombre valeroso, impulsado por el sentido del deber y la justicia, derramaba por donde iba su escencia gloriosa.
Era conocido por el nombre de el "Sabio ciego" ya que a la corta edad de dieciséis años logró llegar a un acuerdo de paz entre aldeas dentro del reino del Aire sin usar la violencia de por medio y solo dialogando con la razón. Entre bromas sus amigos lo llamaban "Ciego que ve" porque al usar sus poderes ambos ojos tomaban un color gris azulado asemejando a las cataratas que tienen los ojos de una persona que verdaderamente es ciega. Proviene reino del Aire, pero por conflictos con su familia y clan fue exiliado de esa nación convirtiéndose en un simple viajero. Pasa de reino en reino visitando aldeas y conociendo nuevas culturas llenas de riqueza en sus canciones, costumbres e historias de vivencias pasadas.

Su nombre era Takeshi Arandú, alto con ojos color café oscuro y cabello corto del mismo tono que lo hacía codiciado por muchas mujeres de su pueblo, último hijo de sus padres nacido y reconocido como de "sangre pura" por seguir con el linaje sin manchar de su clan. Tiene un hermano mayor de nombre Ereny el cual cortó toda conexión con Takeshi desde su exilio.
El clan Arandú era perfecto en vista de muchos y les gustaba mantener esa perfección intacta desde su concepción hasta el nacimiento. De generación en generación pasan a través de sus genes el don de ser psíquicos y no fue sino hasta después del nacimiento de Takeshi que esa herencia se perdió.
No tiene hijos, pero si una hermosa lechuza macho de color marrón que lo sigue a dónde quiera que vaya como compañero de viaje.

_Bueno amiguito__ le habló a la lechuza__ llegamos.

La pareja había llegado al reino del agua luego de dejar atrás el de fuego, se dieron cuenta de eso al llegar casi en frente de una gran entrada de piedra que llevaba en medio el símbolo del rey.
Takeshi se fijó en que las casas eran distintas a las que había visto anteriormente, están hechas con murallas de ladrillo color beige y redondeadas con techos de madera que a simple vista parecían muy resistentes. Al no mirar su camino y seguir yendo hacia el frente se golpea contra una superficie dura.
Un cuerpo cubierto de un traje para la guerra, tenía un peto verde olivo que cubría su pecho y una escarcela que le hacía juego. Su torpeza había hecho que se golpeara el rostro contra el cuerpo de un gran hombre.

_Oh perdóneme estaba tan encantado con la infraestructura de aquí __ dice con una sonrisa en el rostro pero no contagia su felicidad al guardia__. Me llamo Takeshi Arandú...

_Estás lejos de casa __ lo interrumpe con dureza en la voz.

Eso extrañó a Takeshi y dio un paso atrás pero sin bajar la guardia.

_En este reino no nos gustan los forasteros__ da un paso al frente intentando intimidarlo __. Será mejor que des la vuelta por donde viniste o si no...

_ ¿O si no qué?__ dice firme.

Analizando la situación se da cuenta que no podría pasar por las buenas como lo hizo en otros reinos y aldeas, en su opinión era demasiado bueno como para que no lo dejaran entrar ¿Cómo podrían rechazar su carisma?
Anteriormente él recibía todo tan fácilmente porque su presencia era agradable para todos, pero puso en sus pensamientos la situación.
Sus ojos se tiñeron de color blanco y eso recordó al guardia de dónde venía su apellido.

_"Una dinastía completa de puros psíquicos ¿Será que puede oír mis pensamientos?"__hablaba para si mismo.

_"Y también manipularlos"__ responde Takeshi en la mente del hombre.

Los ojos de el guardia se volvieron blancos ante el poder de Takeshi y estando en estado de hipnosis suelta su arma dejándola caer al piso.

_"Me dejarás pasar y...__ antes de ejecutar su plan, una voz femenina se escucha de fondo rompiendo la conexión y soltando al confundido hombre.