Capítulo 1 - Pureza •

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Parte 2/2

Esos eran los recuerdos que el ahora gobernador nunca olvidaría, los reproducía una y otra vez en su cabeza como una película.

Los cinco reinos tenían una estrecha relación de enemistad en un supuesto tratado de paz que los reyes y reina debían respetar. Dicho tratado había sido propuesto por Takeshi y Astrid, cosa que el rey Kalai junto con el resto de reyes aprobaron con tal de parar esas riñas entre sus pueblos.

Luego de muchos años en servicio completo a su rey, Kalai había asignado a Takeshi el puesto de capitán de sus tropas, llevando a la nación del agua directo a la victoria en muchas batallas. Cuando el anterior gobernador había muerto, el rey propuso la idea de ascender a su capitán a lo que en un principio muchos se negaron, pero terminaron por aceptar.

El reino nunca había sido tan próspero antes del gobierno de Takeshi y él se encargaba de que ese camino nunca fuese quitado de su vista y poder. Al final el gobernador se quedó con la mujer que en sus recuerdos de juventud lo intentó matar incontables veces.

_El día está hermoso__ comentó él.

Con el pasar de los años Takeshi había logrado romper el caparazón de frialdad que tenía Kitsune enterándose que en realidad no era tan mala como parecía. Los dos se complementaban el uno al otro como dos piezas de rompecabezas.

_Asi es__ concuerda con él__ y parece que al bebé le gusta porque no ha parado de moverse__ resopla__. Este trabajo cada vez es más difícil.

_Lo sé, pero pronto nacerá y podrás descansar__ la mira.

Ambos estaban en la entrada de su templo, sentados en los peldaños de la escalera. Takeshi acaricia suavemente el vientre bastante abultado de su esposa cerrando los ojos y sonriendo sin mostrar los dientes.

_¿Qué crees que sea?__ él abre los ojos y piensa.

_No lo sé, lo que sea que venga lo llenare de tanto amor que se hartara de mí__ Kitsune sonríe.

_¿Tienes pensado algún nombre?__ pregunta.

_Hmm...no se me ocurre nada, no soy muy bueno con los nombres__ admitió.

_Estaba pensando que si es niña podría llamarse Eileen o Cinnia, incluso Mabel__ sugiere con entusiasmo.

_¿Y si es niño?__ él la observa detalladamente.

_Kilian__ Takeshi analiza el nombre__ tal vez Noah.

_Te imaginas, pensar en un montón de nombres para al final usar uno completamente distinto __ ríe bajo.

El rey había asignado una de sus diez islas al gobernador para que pudiera vivir allí junto con su esposa y futuro hijo. La isla se llamaba "Stone Light", debido a que en lo profundo del río que lo rodeaba, habían minerales que brillaban por la noche. Dentro de la isla existía en armonía cuatro aldeas que recibieron entusiasmados a los gobernadores. La comunidad que él eligió tenía poco o menos de doscientas personas.

Todos los mandatarios poseían un trono de piedra donde debían sentarse. En ella llevaban escritos en idioma guaraní haciendo que solo brujas lo pudieran traducir. Con el pasar del tiempo el trono de Takeshi se fue deteriorando y sus escrituras a penas se podían distinguir por lo que su esposa nunca pudo saber lo que decían en realidad.

Sangre Helada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora