Sangre Helada

Capítulo 13 - Camino a la Locura •

Los días pasaron y Winter solo empeoraba, ahora pasaba todo el día dormida. No podía pronunciar una palabra y ante cualquier toque delicado ella hacía un chillido casi inaudible.
Viendo la terrible situación por la que estaba pasando la niña, Takeshi decide emprender un viaje al Sur. A su tierra natal.

_¿Seguro que te recibirán?__ Kitsune lo estaba ayudando a prepararse.

_No,__ fue honesto__ pero Ereny es la única persona que conozco adicta a historias sobre dioses y marcas malditas__ rasco su barba__. Podría saber algo.

_Lo único que hará tu hermano es mandarme tu cabeza en una linda caja de regalo__ Takeshi rió__ no es gracioso, ninguno del clan te soporta.

_Es mi hermano, antes de matarme...me escuchará.

Frente al templo ya habían preparado a su caballo. Alguien toca la puerta.

_Pase__ dice el gobernador.

Entran guardias, inclinan la cabeza y hablan:

_Señor, señora__ Kitsune los mira con curiosidad__. Su caballo ya esta listo__ avisa uno de ellos.

_Gracias, iré pronto__ los guardias inclinan la cabeza y se marchan__. Bueno, será una reunión familiar sorpresa.

Los dos salen del templo cruzando el salón principal. El clima era cálido como de costumbre en el reino, algunos aldeanos curiosos observaban como Takeshi se preparaba para irse.

_Hay un barquero que lo espera en la frontera, cerca de Heart of King, señor__ informa un guardia.

El gobernador a punto de subir a su caballo voltea para ver a su esposa y sujeta suavemente su rostro con las manos. Besa sus labios y se dan un corto, pero reconfortante abrazo.

_Ereny debe tener la respuesta__ Kitsune niega con la cabeza y él sonríe__. Volveré lo más pronto que pueda__ sube encima del caballo__ ¿Estarás bien por unos días?

Ella suelta una risa tímida, no le preguntaba por su estado emocional o algo parecido, sino que sabía que a Kitsune no le gustaba tomar el rol de gobernadora regente en lo que su esposo estaba fuera del reino.

_Vete__ dice riendo y golpea el glúteo del animal haciendo que comience a avanzar.

Las personas ya sabía el protocolo a seguir cada vez que Takeshi dejaba la aldea. Así que a la gobernadora no le preocupaba tener que dar discursos informativos al respecto.

Astrid parada en la entrada del templo esperaba impaciente a la mujer. Se notaba cierto nerviosismo en la manera que respiraba, casi como si quisiera comenzar a llorar.

_Te ves ansiosa__ comenta Kitsune__ ¿Ocurre algo?

_Es Winter__su mirada se oscureció, ella tenía un nudo en la garganta.

_¿Qué tiene?__ Astrid no respondió y solo bajó la cabeza__ Astrid ¿Qué tiene mi hija?__ preguntó alterada.

La Anciana Madre comenzó a llorar, no podía articular una palabra. Kitsune cruza a su lado y corre hasta el cuarto de Winter.
El aire se hacía pesado mientras mas se acercaba hasta su hija.

_"No, no, dioses no"__ repetía en su cabeza una y otra vez.

Su corazón latía frenético y le fallaba la respiración. Llegó hasta la puerta, pero se negó a abrirla. No quería creer en sus pensamientos, se aferraba a la idea de ver a su hija con vida, pero no fue así...

Al abrir la puerta lo primero que vio fue a las médicas alrededor del tieso cadáver de Winter.

_Era demasiado pequeña__ dice una de ellas con cierta tristeza__. Sus heridas eran muy severas para el débil cuerpo que poseía.