Capítulo 20 - Alma Corrupta

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Parte 2/2

_Mi señora.

Darius se aparece de la nada detrás de ella.

_Te dije que evitaras que encuentre el pantano__ ella no lo miraba ni tampoco dejaba de trabajar.

_Mi señora, fue inevitable, los perros encontraron el árbol que usted tiró.

_Te estaban siguiendo a tí, pedazo de imbécil, tú los guiaste hasta mi olor.

_"¿Cómo sabe eso?".

_Te ordené algo tan simple que ni con ayuda del idiota de Safir pudiste hacer.

Lentamente se dio vuelta para enfrentarlo.

_Ahora sospechan que hay otro basilisco en el Reino, Viper está en peligro por culpa de tu descuido__ bufó__. Te quisiste hacer, no, se quisieron hacer los graciosos jugando con la Profeta ¡Y AHORA ESTÁN CAZANDO A MI HIJA!__ gritó con furia.

Darius mantuvo la distancia de su ama por su bien, esperaba que ella se desquitara primero antes de hablar.

_Yo no puedo salir de Stone Light ahora, todos los ojos están sobre mí...mañana enviarán nuevamente a los perros para rastrearla__ quería llorar, mas no soltó ninguna lágrima.

_¿Dónde está la señorita Viper?__ pregunta con cautela y miedo.

_Le dije que fuera hasta Fignamwerd, porque estaría mi re en el inmenso bosque, pero si los sabuesos la perciben no tardarán en cazarla.

_Dejeme redimirme, mi señora, puedo ayudarla.

_¿Cómo puedo confiarte la vida de mi hija, Darius?

No pensó mucho para responderle.

_Pondré a la señorita Viper segura en un lugar donde ningún humano se atreva a pisar y usted pueda ir a verla, si algo le pasa, yo mismo acabaré con mi existencia.

_Ten por seguro que tú existencia estará en juego a partir de ahora y hasta que las cosas se calmen en el Reino, nada le puede pasar a mi hija ¿Oíste?

_Si, mi señora__ desaparece del laboratorio.

_Debo aprender a manejar esta magia rápido__ se dijo a si misma.

Frente a ella habían varios frascos con ADN potenciado por Matesu. Entre ellos había sangre de sus serpientes Viper y Coloso (el macho mayor) que pensaba fusionar para crear a otro basilisco, pero quería uno más, el de Cualha. No sabía dónde cayó su cuerpo luego de hacer sido arrojado al gran río o si aún podía extraer algo de él.
Una presión en su pecho la hizo retorcerse de dolor, pasó por mucha tristeza después de perder a dos de sus hijos.

_Lila, Cualha__ soltó un sollozo.

A pesar de ser un demonio de su calibre, ella amaba a sus hijos, cada vez que los recuerda esa presión vuelve a atacarla cómo si una daga invisible la apuñalara repetidas veces.

Volviendo con Takeshi, él aún se encontraba en el trono sentado con inquietud. La sola idea de que haya de nuevo otro ataque como el que hubo años atrás lo perturbaba de sobremanera.
La puerta que daba a los cuartos se abre y de ahí sale Winter, vestida con su traje de entrenamiento típico y tradicional del Agua. Llevaba el cabello recogido con algunos mechones sueltos.

Sangre Helada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora