Capítulo 37 - Olvidar el Pasado

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Diario de Takeshi Arandú.

5 de Enero de 1362
Es demasiado tarde para que un viejo como yo se arrepienta de las atrocidades y errores que cometió en el pasado o tal vez no, pero de ninguna manera esa solución ayuda con mi pesar. Considero que la drástica decisión que tomé al separar a mis hijas solo alimentó la posibilidad de un futuro enfrentamiento y no sé qué hacer al respecto. El Oráculo no ha designado a una nueva profeta y es una gran desventaja para todos en el reino en especial para nosotros los del consejo quienes nos guiabamos con las visiones.
En nueve años fue imposible restaurar Stone Light, esas ruinas ahora quedaron como un frío recuerdo de cuando el infierno pisó la tierra. Cada vez que puedo, viajo hasta mi viejo templo pisando mis mismos pasos para recordar mis errores. Me encasille tanto en un futuro que no podía tener y en un pasado que no volvería a mí. Perdí lo que más amaba y sabiendo del mal que causaba, quise creer que podría haber otra opción.
Me culpo totalmente por las vidas perdidas queda noche, mi pueblo, mis hombres, amigos, familia. Desde un principio pude detener lo que estaba previsto, pero decidí no mover un dedo al respecto.
Actualmente mis hijas son lo único que me queda, no tengo nada más, pero al haberlas separado creé entre nosotros una enorme brecha que dudo mucho que algún día pueda volver a cerrar. Shisui ya es mayor de edad, desde hace dos días estoy en el reino del Fuego y todo lo que veo en ella es a mi amada Kitsune, desde la forma de caminar hasta en su hablar. Es una copia exacta de su madre, contraria a Winter que de momentos se parece a mí. Si tan solo pudiera regresar al momento exacto en que tomé esa decisión, si tan solo hubiera escuchado a mi hija. Me tortura la idea, día y noche dificultando mis labores principales como gobernador. Extraño a mis hijas, extraño a mi nieto, mi vida ya no puede llamarse así desde que se convirtió en una horrible rutina.
Estando en el presente siento que aún vivo en el pasado con mi familia y no es una sensación agradable. Siento que el peso de ser gobernador es demasiado para mí, más ahora que no tengo a ninguno de mis pilares como sostén. Winter intenta animarme mandando cartas cada vez que puede, pero sé muy bien que aún me guarda aunque sea un poco de rencor por lo que hice. Shisui por su lado me evita cuando voy a visitarla alegando que prefiero más a su hermana. No entiendo de dónde salió ese pensamiento, jamás tuve una mayor inclinación hacia alguna de las dos. Tal vez fue mi difunta esposa quien le metió esas ideas a la cabeza, nunca lo sabré. Solo espero que en algún momento de su vida se dé cuenta que eso es un error y que las amo a ambas por igual.
Por otro lado el pueblo comenzó a dudar del gobierno. Dicen que el rey ya no es apto para reinar debido a la edad y algunas decisiones un tanto cuestionables, claro que esos comentarios los oigo de la mente de los pueblerinos. En estos momentos todos están muy agresivos con cualquiera, incluso con los miembros del consejo. Suelo rezar a veces para conseguir algo de consuelo y pedirle a los Dioses que nos amparen, que nos ayuden.

6 de Enero de 1362
El día de ayer le organizaron a mi hija Shisui una especie de iniciación para que pueda convertirse en una bruja de luz igual que su madre. Es como un proceso el cual deben pasar a ojos de los brujos y brujas más viejos del reino, en teoría hacen el trabajo del Oráculo. En dicho proceso completan una serie de pruebas tanto físicas como mentales. Me enteré por el rey que desde hace muchos años atrás ya no inician a brujas que demuestran interés hacia la magia oscura, fue una de las tantas leyes que tomaron algunos vecinos luego de la aparición de Lila, incluso antes de ella, solo que no le daban la importancia necesaria hasta ese entonces. La veo tan emocionada, tan alegre, es como si viera de nuevo a Kitsune con vida. A mí Kitsune.

7 de Enero de 1362
Sigo en el reino del Fuego y nos llegó la noticia sobre que la iniciación de los brujos y brujas se pospondria hasta después del torneo contra los del reino del Hielo, mi hija está furiosa, nunca la ví tan enojada en mi vida. Intenté hablar con ella, pero discretamente siempre huye de nuestras conversaciones. Le gusta pasar tiempo con la gobernadora de aquí: Cihan. Entre ellas se llevan como diez años o más, noté que la ve más bien como a una hermana, la ve como si fuera Winter y ella a su vez mira a Vanya como su estuviera viendo a Shisui. Duele notar esa comparación ya que mi hija mayor me lo había dicho, en aquel triste momento era cuando más unidos debíamos estar y lo único que hice fue separarnos. Arruiné muchas cosas en el pasado, pero definitivamente ésta es la que más me golpea y atormenta.
No sé si Shisui tenga la madurez necesaria como para volver a verse con su hermana sin salirse de control y sinceramente aún no estoy dispuesto a arriesgar ese poco acercamiento que tengo con ambas al tratar de juntarlas de nuevo. A pesar de haber nueve años en medio, fue un trauma bastante fuerte el que pasaron mis hijas y no poseo una mente igual de fuerte como para volver a tocar esa herida. Sé que ambas tienen distintas formas de sobrellevar las cosas, por ejemplo: Winter es de pensar más con la cabeza antes de actuar mientras que Shisui es impulsiva y hace lo que su corazón le diga así esté poniendo la vida de muchos en riesgo.
A veces pienso en que tal vez hubiera sido una mejor tirada haber sacado a mis hijas de su comodidad en ese sentido, pero ya es bastante tarde, nueve años es mucho tiempo para cualquiera, no es un juego ir a un lugar donde no conoces a nadie, es una nueva cultura, nuevas costumbres, nuevos hábitos. Una locura impensable y un infierno interno que hice realidad para la única familia que me quedaba, constantemente me culpo por eso.

8 de Enero de 1362
Tuve que partir esta mañana de nuevo a Heart of King por un llamado urgente del rey Kalai, tuvo un sueño extraño y al no tener a una profeta el siguiente cercano a él, soy yo. Vinieron a buscarme en una carroza desde la capital hasta el palacio de Ibraim, él se sorprendió al ver a la guardia real cruzar sus puertas. Supo que era por algo importante.
La despedida con Shisui no fue nada fácil porque me recalcó el hecho de que suelo estar más tiempo en tierras gélidas cuando visito a Winter que en territorio cálido cuando la veo a ella, no me dejó explicarle la situación y solo se marchó sin decir adiós. Está pasando por una etapa complicada en su vida, la rebeldía consume sus sentidos y es el rey quien la pone en su lugar, creo que lo considera su padre más que a mí y no me sorprendería que fuese así ya que yo mismo provoqué esa ruptura entre nosotros.
Durante todo el camino me hacía la misma pregunta: ¿Qué hubiera pasado si no las separaba? No logro contestarme eso a mí mismo y es frustrante pensar en el ¿Qué pasaría si...? No me permito un segundo de tranquilidad, no merezco esa paz en mi vida y es algo con lo que tendré que vivir el resto de mis días. Perdí uno de mis pilares más grandes y a partir de ese momento todo comenzó a derrumbarse cada vez peor. Es una sensación que no le deseo a nadie en este mundo.
Mis amadas hijas, las luces que iluminan mi valle de oscuridad, me alejan del camino de la locura cada una a su manera y en su tiempo. Si pudiera dar mi vida para regresar atrás sobre mis pasos y evitar de alguna manera todo el mal que les causé, créanme que lo haría con tal de ahora verlas juntas y felices como la familia que son.

Sangre Helada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora