Capítulo 15 - Corazón Débil

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Stone Light estaba en completo luto junto con Kitsune ya que a pesar de temer a Winter, ellos apreciaban mucho a la Gobernadora por lo que decidieron acompañarla en su momento de dolor.
A la niña la pusieron sobre una mesa de piedra adornada con flores blancas en lo que serían sus nueve días de camino hasta el infierno o el Paraíso. Según la creencia en Hesas, ese es el tiempo estipulado que tarda alguien en cruzar de un lado a otro.
Su cuerpo vestido con un elegante camisón blanco era expuesto ante el público en las ruinas de la catedral. La mantenían intacta y lejos de la podredumbre gracias a la magia.
Muchos iban a dejar en ella sus plegarias y buenos deseos mientras que la Anciana Madre custodiaba el cuerpo viendo quién entraba y salía del salón abierto.

De las paredes de la catedral colgaban enredaderas verdes floreadas con plantas de Santa Rita rosadas ofreciendo un espacio de paz y tranquilidad para la pequeña difunta.

Astrid no despegaba los ojos de Winter, se negaba a creer lo que pasó, ella era como su hija.
Las personas que entraban la veían apagada, destrozada emocional y sentimentalmente. No se atrevían a interrumpir sus pensamientos.

Kitsune por su lado no deseaba pasar demasiado tiempo con su recién fallecida hija, consideraba que sería mas difícil para ella despegarse de la pequeña cuando tengan que enterrarla, así que solo caminaba por su jardín en completa soledad.

No tenía idea de cuál sería la reacción de su esposo al enterarse. Winter era su adoración.
Su largo y sencillo vestido de luto color negro se arrastraba por el suelo, ella ni siquiera sabía a dónde iba.
La energía en su cuerpo se acabó, esa fuente que la recargaba ahora ya no estaba con ella.

Demasiados individuos la han intentado derrumbar de diferentes maneras en el pasado, enemigos suyos que querían verla en el piso rogando por clemencia hacia su alma. Jamás creyó que una situación así le dolería mas que cualquier otro castigo hacia su cuerpo o mente.

_Asi es como juegas con las personas ¿Verdad?__ seguía caminando hacia la nada__ con esfuerzo conseguimos lo que tenemos para que de una vez nos lo arrebates__ dijo entre dientes.

Dejaba caer algunas lágrimas con rabia hasta la tierra.

_Me diste de regalo la oportunidad de tener una hija, pero no la bendición para verla crecer__ miró al cielo__ me quitaste a mis hermanos y ahora te llevas a mi hija__ solloza__ ¡¿QUÉ MAS QUIERES DE MÍ?!

Al bajar la cabeza cruzó miradas con un par de ojos rojos que reconoció al instante. Era aquel supuesto espíritu.

_Lamento lo de tu niña__ sisea como serpiente__ era muy bonita y realmente encantadora__ no acortaban distancia.

_¿Qué haces en Stone Light?

_Tengo el permiso de recorrer todas las Islas del Reino__ no se podía ver su cuerpo, solo el movimiento de sus ojos.

En un viene y va se ve como sus ojos pasan de un lado a otro. Kitsune voltea inmediatamente siguiéndola.

_Tu pérdida lastima a todas las criaturas__ se esfuma y aparece frente a la Gobernadora. Ella da un respingo.

Aún seguía llorando, por lo que Matesu toma su rostro y seca suavemente las lágrimas. Otra vez se esfuma y reaparece a unos metros de ella.

_Comprendemos tu dolor porque podemos sentirlo__ volvió a sisear, eso extrañaba a la pelinegra.

La arboleda era muy espesa por lo que sumando el clima nublado le hacían imposible a Kitsune el trabajo de ver con seguridad lo que pasaba a su alrededor ya que era muy oscuro.

_¿Cómo te llamas?__ pregunta y el espíritu riendo le contesta.

_Me han llamado de muchas formas__ volvió a sisear.

Sangre Helada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora