capítulo XXIV

228 13 0
                                    

Narras tu:

-Allie -grite cuando la morocha entro a mi habitación-
-Hola tonta -me abraso y se sentó conmigo en mi cama- y dime ¿Qué es lo que pasa?
-Tengo tanto por contarte -suspire.
-Pues comienza ya.
-Mi padre volvió y..-pause- se casa -largue un suspiro cansado-
-Oh -dijo Allie con asombro- no puedo creerlo.. ¿Quién es la maldita?
-Es una rubia hueca -reí y hice una mueca- pero no es mala después de todo.
-Cuidado -murmuro- quizás es una técnica.
-Tranquila -le dije- no me dejare engañar con ella, además debo aprender a llevarme bien, tendré que convivir -eche mi cabeza hacia atrás-
-¿Tienes algo más para contarme? -pregunto curiosa-
-Oh.. si -me senté derecha- Harán una boda y todas esas estupideces, habrá una fiesta y... Justin ira -dije con emoción- oh, no sabes lo que sucedió hoy -pause- fuimos al centro comercial y el me tomo por la cintura -dije con emoción.
-No -dijo Allie sumamente asombrada y formando una 'o' con sus labios-
-Si, puedes creerlo -la tome de las manos- y luego yo le di un pequeño beso.
-Aw _____ -me miro tierna.
-Lo se -dije totalmente enamorada.
-¿Y que hacían en el centro comercial?
-Bueno, fuimos a comprar mi vestido y luego un traje para el -sonreí-
-¿Ira a la boda?
-Si -dije con emoción-
-¿Pero y tu padre?
-Yo me encargare de eso, luego te contare.
-¿Yo iré verdad? -me miro desafiante.
-Claro que si Allie McClain -empuje su hombro-
-Oh no puedo creer que ira, estarán juntos.
-Dalo por echo -la abrase- ¿quieres ver mi vestido?
-Si si -dijo- muéstramelo ya -dijo apurada.

Corrí hacia la bolsa gigante y despacio saque el bello vestido verde, el cual no dejaba de encantarme.

-Oh cielos -expreso Allie al verlo- es perfecto.
-Y adivina quién lo eligió -sonreí.
-¿Tu?
-No -negué con mi cabeza- Justin fue.
-Wow -expreso- no sabía que tenía tanto buen gusto, además se que ese vestido te queda perfecto, si lo eligió es por algo.
-Siento que fue echo especialmente para mi -suspire- y el me lo entrego -pause- no lo se.
-Te entiendo.. creo -carcajeo y yo también.
-¿Y tu que te pondrás?
-Oh -se rasco la parte trasera de su cabeza- no se, quizás un vestido azul.
-Seria lindo.
-No tengo otro -rio.
-Pídele a Ethan que te compre uno -moví las cejas.
-No creo que lo haga..
-Créeme Alli, si lo hará -pause- yo me encargo.
-Ok -rio. Bueno debo irme.
-Ow ¿tan pronto?
-Si .-dijo curvando su labio inferior hacia afuera- lo siento Wel.
-¿Hace cuanto no me llamabas así? -sonreí recordando ese apodo, que me lo dio cuando éramos niñas, Wel por mi apellido Wells.
-Bueno pues volveré a llamarte así.
-Me parece bien -reí- adiós tontita -la abrase-
-Llámame o envíame un mensaje luego.
-Claro -le salude con la mano-
-Adiós Wel -dijo y salió por la puerta.

{...}

Ha pasado una semana y justamente mañana era la fiesta, hoy había mucha gente en mi casa, moviéndose de aquí para allá, mi padre estaba completamente estresado, organizando todo.
Había visto el vestido de Melanie, y definitivamente era precioso, dure un largo rato hablando con ella, no parece tan mala o tan hueca después de todo, creo que quizás me cae un poco bien.

Mañana me debía levantar temprano, un chofer me retiraría de la escuela a mi y a Allie, debíamos prepararnos, iríamos a la peluquería, a hacer un par de compras pequeñas y me supongo que con eso demoraríamos bastante.

Luego de un día agitado, me fui derecho a mi habitación, me sentía agotada.

-Hey -susurraron suavemente en mi oído.
-Justin -sonreí.

No lo había visto mucho en estos días, ya que se la pasaba limpiando y ordenando y yo no quería molestarlo.

-¿Te molesta si paso un rato?
-Claro que no, pasa biebs.

El entro y nos sentamos en mi cama.

-Hoy ah sido un día agitado -lo mire-
-Bastante -rio-

Yo largue un bostezo grande mientras estiraba mis brazos, lentamente me fui acostando en la cama abrazando mi esponjosa almohada.

-Bueno, te dejare dormir -beso mi frente, pero antes de que el se valla, yo tome su mano.
-No te vayas -le suplique. Quédate, solo será un segundo -insistí.

Pero creo que esos segundos se convirtieron en minutos, horas y una noche entera.

El se acostó a mi lado y yo suavemente le pedí que me abrazara, y así lo hizo, sintiéndome segura en su pecho, y aspirando su dulce aroma, me dormí de la manera más dulce que pudiera a ver pedido.

La Dama y el Vagabundo (JUSTIN BIEBER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora