Capítulo 7

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Dentro de un pequeño bar en la aldea cercana al pie de la Montaña Cang Qiong, un mesero posó un tarro de licor encima de la mesa de un cliente.

-- Aquí tiene.

El cliente solo le asintió.

El mesero también le asintió por pura cortesía, y se retiró poco después. Algo extrañado por su presencia.

Una inusual capucha negra ocultaba sus facciones. Su cuerpo tampoco podía verse por sus largas túnicas negras. Su apariencia parecía peculiar, sombría, tenebrosa a simple vista.

Además, la soledad era su única compañía.

-- Oye... ¿Quién es ese tipo que está allá?

-- No lo sé -- añadió el incómodo mesero -- pero sin duda da miedo.

Por su boca, de repente salió una delgada y fina lengua rosada dividida en dos puntas. Sacudiendose de arriba a abajo con sutileza.

Las ondas sonoras del pequeño bar se escuchaban claramente en sus receptores. El olor a alcohol también era realmente intenso. Sus ojos color miel, apuntaron en dirección a dónde fue el centro de atención.

-- ¿Le decimos que se vaya?

-- ¿Estás loco?, ¿Para que luego resulte ser un maldito chiflado y nos mate?, ¡Ni en sueños!

La sonrisa siniestra se extendió, mostrando filosos colmillos.

Su impresión daba buenos resultados después de todo. El mundo de los humanos podría ser útil para su objetivo. Solo tenía que seguir esperando.

Los murmullos venían por todas direcciones. Lo único que se escuchaba eran puras apuestas de dinero, negocios de verduras, quejas de matrimonio, infidelidades, mujeres... Nada relevante.

De repente, sus pupilas reptilianas oscilaron de conversación en conversación.

"¿Saben qué tan caro están las verduras?"

"¡No puede abandonarme!, ¡Ella es mi esposa!"

"¡Jajajaja! ¡Gané!, ¡los cielos me bendijeron!, ¡Ahora denme todo su dinero!"

"¡Que se largue de mi casa, no lo quiero ver más!, ¡Me traicionó!"

"¡No entre al bosque de la Montaña Cang Qiong solo!, ¡¿Está loco?!, ¡Está plagado por demonios llamados Shen!"

Ding

La palabra "demonio" captó al instante su atención.

"¿Demonios de la montaña...?" Fue lo primero que pensó.

Los protagonistas estaban sentados al diagonal de él. Parecían ser dos hombres de diferentes edades. Uno apretaba 20 y el otro 30 años humanos.

-- ¿Acaso eres ciego?, ¿No has leído los letreros de las carreteras del pueblo?

-- ¿Eso es cierto?

-- ¡Por supuesto! Casi nadie ha explorado el bosque por lo mismo.

"Interesante..." el corazón del encapuchado se estremeció de curiosidad.

El hombre mayor solo lo contempló indiferente, tomando su tarro de licor para darle un sorbo.

-- No creo en esas tonterías. Son solo supersticiones.

-- Entonces, ¿Cómo explicas la muchedumbre que fue atacada hace semanas?

-- ¿Muchedumbre?

-- Cuentan los rumores, que la muchedumbre seguía a un mocoso para matarlo. Al parecer, no se percataron que llegaron a territorio fantasmal, y fueron agredidos por un fuerte ventarrón que le produjo serías cortaduras.

Los Guardianes ShenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora