Los Guardianes Shen

Capítulo 12

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Entonces, la pesadilla influyó en la activación de su sangre.

Las emociones negativas como el miedo intenso abren una brecha segura para activar la sangre Demonio Celestial.

A-Yuan lo comprendió al instante. Necesitaba conocer qué tema trató la pesadilla, que le generó tanto miedo al pequeño Binghe y solucionarlo.

Ahora con su fiebre reducida, el chico percibió una sudoración incómoda que intentó retirar sus sábanas para refrescarse.

A-Yuan hizo aparecer un frasquito transparente de quien sabe donde, y se lo ofreció al pequeño.

-- Toma, esto te refrescará.

El chico curvó sus labios hacia arriba al tiempo que recibió el frasquito y le agradeció con un tono dulce.

Destapó el corcho del frasquito y tomó su contenido, aunque realizó una mueca amarga cuando su sabor se asemejó al agua del río.

-- Shizun... el agua sabe un poco a tierra...

A-Yuan asintió con un "ujum" bastante tranquilo, como si fuera lo más natural del mundo -- Es el agua del manantial cristalino. Tal vez tiene un sabor terroso pero su higiene es impecable.

-- Oh... -- eso le llamó la atención -- ¿Se puede beber el agua del manantial?

A-Yuan soltó una risita inesperada. Pero luego advirtió al sospechar sus intenciones.

-- No significa que puedes beber el agua que te plazca. Beber su hidratación en exceso puede ser dañino para tu núcleo.

-- ¡Entendido! -- peló sus dientes en una sonrisa.

A-Yuan volvió a sonreír. Las luces titilantes del collar Guanyi y los grilletes sobre sus muñecas disminuyeron su luz hasta apagarse.

Ya era hora de descansar.

-- Descansa para que puedas reponerte -- A-Yuan tomó el frasquito para arroparlo con sus sábanas, mientras Luo Binghe le gustó oírlo decir:

-- Si te sientes mejor más tarde, tal vez podamos retomar tu entrenamiento.

El entrenamiento era importante. Sería aburrido abandonarlo ahora que se sentía mejor. El pequeño Binghe aceptó entusiasta mientras se recostó sin problemas, pero luego frunció los labios por la espantosa idea de volver a cerrar los ojos y tener otra pesadilla. Le pidió a su Shizun que se quedará un poquito más hasta que intentara conciliar el sueño.

A-Yuan aceptó sin problemas, desapareció el frasquito transparente y le dió ligeras palmaditas en la cabeza para que se relajara.

Ahí duró más de media hora para que Luo Binghe al fin conciliara el sueño. Cansado de estar ahí parado como un árbol.

Este chico cada día se volvía más consentido a decir verdad. Ahora quería que su cuidador estuviera a su lado todo el tiempo para mimarlo; inventando excusas, sacándole conversación de cualquier tema y hasta le pidió que le contará un cuento.

Bueno, tal vez la culpa era de A-Yuan por permitirselo. Aunque al ser místico no podía importarle menos. Con tan solo ser testigo del cambio que presentaba el estado de ánimo de Luo Binghe cuando lo acompañaba, le hacía sentir una buena obra. Con más fe de cumplir su sueño de domesticarlo.

¿Qué más podía hacer?

Luo Binghe era un chico muy cariñoso y respetuoso... ¿Cómo no quererlo?

A-Yuan confirmaba que su inocente carisma desplomaba lo que fuera, incluso el prejuicio temor de ser mitad Demonio Celestial.

Cuando Luo Binghe por fin entró en sueño profundo, A-Yuan le echó un último vistazo antes de retirarse. Agarró el borde del sombrero de bambú y desapareció entre la niebla fría sin dejar rastro.