🔥 Capitulo cinco 🔥

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No importaba cuantos chupitos tomara, la imagen del pecho desnudo de Ashton siguió grabada en mi mente durante todo lo que restó del día y la noche

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No importaba cuantos chupitos tomara, la imagen del pecho desnudo de Ashton siguió grabada en mi mente durante todo lo que restó del día y la noche. Además, tener a Justin delante de mí, intentando volver a enrollarse conmigo, cueste lo que cueste, tampoco funcionaba mucho para estarme tranquila.

Me refiero a que estaría muy mal dejar que el rubio tonteara conmigo mientras en mi mente seguía el testarudo de mi compañero de piso.

No tenía que darle ningún tipo de respeto a Just, pero, honestamente, no me agradaba la idea. Así que cada que podía, alejaba al chico de mí. Sin embargo, segundos después, una de sus manos o toqueteaba mis piernas, o se deslizaba por mi cuello. A estas alturas no entendía cómo el chico no comprendía que en este instante, no quería nada.

La música del club estaba lo suficientemente alta cómo para hacer que de vez en cuando, arrugara mi cara con horror. Tomé el último sorbo de mi bebida y me fijé en el rubio delante de mí, que, no había dejado de intentar tocarme, pero que no decía nada, simplemente me miraba fijamente.

—¿Está todo bien? —inquiere, neutral, después de unos segundos.

Ni siquiera lo pienso mucho.

—Por supuesto.

Sus cejas hacen un movimiento extraño, y lo comprendo, no me ha creído nada.  Deslizo uno de mis dedos por mi cabeza, haciéndome la tonta mientras él sigue mirándome.

Después de un rato, abre la boca para decir algo, sin embargo, un chico aparece delante de mi, robándose su atención. Lo miro, en silencio, mientras a el pobre extraño no le interesa disimular cómo me come el escote con los ojos.

Se lame los labios, tambaleándose, mientras yo lo sigo mirando errática de la confusión, quizá. Estoy segura que está tomado demás. Así que descruzo mis piernas y carraspeo mi garganta llamando su atención.

—O dejas de mirarme o haré que dejes de hacerlo con un puñetazo. —espeto, de muy pocos amigos, y entonces, mágicamente levanta  su mirada a mis ojos.

Y claro, parpadea varias veces al verme el cabello.

—Joder, eres más preciosa de cerca. —admite. Su voz es gruesa y no lo negare, un músculo de mi espalda se tensó al escucharlo.

El chico es bastante alto, un poco delgado quizá y su cabello marrón me hace ruido al pensar que quizás ya lo he visto en otra parte.

Ninguno dice nada, y me sorprende darme cuenta que Just no tiene la más mínima intención de decir algo, simplemente asesina al chico con la mirada.

—Uhmm, me preguntaba si quisieras bai…

—Ella vino conmigo —le interrumpe el rubio de golpe, captando su atención.

El castaño no tiene el más mínimo interés en mirar a mi amigo, que acaba de decirle algo, sigue mirándome a mi muy descaradamente.

—Lo sé, pero desde hace rato llevo viendo cómo te aleja cada que puede —añade, seguro de sí mismo y eso me hace arrugar el rostro—. Pensé, ¿quizá necesita que alguien la saqué de ahí?

Departamento 203Donde viven las historias. Descúbrelo ahora