ocho

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Cristiano se empezó a estirar después de haber estado durmiendo tanto tiempo, tocó el otro lado de la cama y se asusto al no sentir a nadie a su lado

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Cristiano se empezó a estirar después de haber estado durmiendo tanto tiempo, tocó el otro lado de la cama y se asusto al no sentir a nadie a su lado. El recordaba que tenía a Javier entre sus brazos pero ¿Dónde estaba ahora?

El se levanto y miro a su lado y vio que había ropa rota en el suelo y manchas de fluidos en su cama. Pero solo le importaba su Omega en este momento.

El se puso su boxer y un pantalón de la pijama y salió de la habitación para buscar a Javier.

El con el olfato lo localizó y lo encontró en la cocina de espaldas y con su playera puesta. Y bailando al ritmo de una canción que estaba sonando en la radio.

Era country o algo así, pero parecía que a Javier le gustaba.

El Omega estaba haciendo algo de desayunar y no escucho como el alfa había llegado a la cocina y el solamente está observando la vista que tenía enfrente.

Veía los muslos con algunos moretones, mordidas, obviamente fluidos y en la parte del cuello se encontraba los moretones, pequeñas mordidas y su mordida era lo que más resaltaba en aquella zona.

El suspiró y se acercó al omega abrazándolo por detrás haciendo gritar a este.

— ¡Puta madre Cris! -

— ¿Te asuste? -

— No, ¿como crees? - sonrío el y después sonrío al sentir las manos en su cadera y un beso en su mejilla

— ¿Cómo amaneciste minha vida -

— Bien, muy bien - río al sentir las manos subir la playera y acariciar su cadera

— ¿Trajiste roupas? -

— Mi maleta está en la sala, pero quise tener algo de mi alfa -.

— Me gusta, ¿Te ayudo? -

— No, ya voy a terminar solo ve a sentarte y yo te pongo el plato - el se dio la vuelta para irse a sentar y esperar aunque el quiera ayudar.

El se soltó al reír al ver a Javier caminar pasito a pasito para llegar a la mesa y dejar los platos en la mesa. Al dejar ambos platós fue una travesía , intentado ir despacio y que al sentarse no le doliera como el mismísimo puto infierno.

— ¿Te duele meu amor -

— No - dijo el alargando la o - solo hice muchas pierna y ahora ni me puedo sentar - dijo el para darle el primer bocado a la comida que había preparado

Cristiano probó el primer bocado de desayuno que había echo Javier y supo que sus papilas gustativas estaban bailando de felicidad ante ese sabor.

Le comento eso y Javier sonrío.

"Receta familiar, mi abuelita se lo paso a mi mamá y mi mamá a mi y a mi hermana"

Si, tenían razón la comida mexicana era una delicia y Javier sabía cómo prepararlo.

GIRL AT HOME  - CristaritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora