diecisiete

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Javier estaba en su cama durmiendo o más bien dormitando y estando calientito entre sus sábanas, la verdad no sé sentia del todo bien, pero sabía que era uno de los síntomas para quitarse de un lazo, lazo que lo estaba matando

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Javier estaba en su cama durmiendo o más bien dormitando y estando calientito entre sus sábanas, la verdad no sé sentia del todo bien, pero sabía que era uno de los síntomas para quitarse de un lazo, lazo que lo estaba matando.

El estaba en su cama esperando a que Giovanni llamará y le dijera "ya llegué y va voy en camino a tu casa, prepárame unos chilaquiles que tengo hambre"  así que mientras duerme y espera el llamado de Giovanni.

Ya que llevaba varias horas fuera del Santiago Bernabéu, ya era la tarde así que Giovanni podía llegar como a las 6 de la tarde.

Siguiendo con su salud, se quería matar su cuerpo lo estaba matando, su cuerpo estaba a dos de un colapso así que debe empezar a preparar las cosas para su funeral.

Todo lo que estaba a su nombre se lo va a dar a su cachorro y sus papás, fin.

Hablando de su cachorro igual sentía que se iba a morir por no verlo y no poder abrazarlo, su Omega desde que lo conoció inconcientemente lo había reconocido como suyo, suyo y de Cris, sentía tanta tristeza de que un día al otro el ya no volvió a casa y que lo abandonó.

Quería a su niño.

Pero su papá era un estúpido que había arruinado todo, todo es culpa de Cris.

El sin problema iría a casa a Cris, estaría con su cachorro todo el día y no dejar que el alfa interviniera en su momento de "madre e hijo" solo ellos dos solitos y explicarle que el y su papá ya no estarían juntos.

Pero no, no podía.

Y eso hacia que el se sintiera peor.

Pero el tono de llamada que soltó su teléfono lo hizo salir de esos pensamientos deprimentes, estaba más que seguro de que quien lo llamaba era Giovanni.

— ¿Bueno?

ya llegué, ábreme que tengo miedo de que venga un loquito del centro -

— Aquí no hay de esos -

¿Cómo sabes eso? Ahora ábreme que tengo maletas en mano -

— Voy -

Javier salió con enojo de su cama y con pijamada puesta y una playera gigante que se la había robado a Layun unos años antes y que ahora era suya, camino hacia la puerta de entrada.

Abrió la puerta del garaje y miro a Giovanni con una radiante sonrisa y al verlo quito esa sonrisa.

— Ya, dilo -

— estás del asco -

— si wey, ya se - abrazo a su amigo Omega y le ayudo con las maletas para que el pasará y dentro de la cochera el volvió a dar un abrazo que se notaba que el Omega necesitaba.

— Vas a tener que contarme otra vez todo, ya que estamos en persona -

— si, bienvenido a España -

GIRL AT HOME  - CristaritoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora