Parte IV: Perdidos

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Jacaerys llegó a su habitación, cerró la puerta con fuerza y se recargó en esta, pasando sus manos por su rostro, educar a Joffrey siempre fue un desafío para él, en especial si nadie más le ayudaba, siempre era agotador.

Suspiró y miró la habitación, sonriendo ligeramente al encontrar los colores azules de la casa Velaryon, al menos no tendrá que soportar el horrible verde Hightower. Exhaló con fuerza y se acercó a su cama, se sentó, mirando a su alrededor, al parecer su habitación no había sido tocada después de que se los llevaron, todo seguía en su lugar.

Todo.

Sonriendo se levantó y camino hacía su armario, a lado de este había un pequeño buró que tenía encima un barco de madera que fue un regalo de su padre...

Sonrió al recordar a su padre Laenor, sintiendo también un nudo en su garganta, jamás lo volvió a ver desde que se fue ese día, quiere pensar que estaba bien... negó y movió el mueble, no quería pensar en eso ahora. Miro una losa que estaba ligeramente suelta, sin estar pegada por completo al piso, solo se veía sobrepuesta, la agarro y la saco, sonriendo al encontrar lo que buscaba.

Se sentó en el piso después de tomar una caja de madera con dragones y caballos de mar tallados delicadamente en está, paso sus dedos por encima y luego sopló, para retirar el polvo. La abrió y sonrió con alegría al encontrar hojas, pergaminos y un par de accesorios, al menos su pequeño tesoro jamás había sido tocado, estuvo a punto de llevárselo al muro de pequeño, creyendo que jamás regresaría al castillo, pero prefirió que se quedará en un lugar seguro y no llevar todo lo preciado a un lugar desconocido.

Se levantó y camino hacia su cama, vaciando todo el contenido en esta, se agachó y empezó a ver las cosas que habían en su interior. Habían anillos de su madre que le fueron entregados luego de su muerte, él los guardo celosamente en esa caja, esperando que sus hermanos crecieran para darles algunos, ya que no quería que los perdieran o en su defecto, Joffrey se los tragara de bebé.

Dejo nuevamente algunos anillos dentro de la caja, quedándose con tres afuera, uno tenía incrustado un rubí, el otro un zafiro y el último tenía un Topacio imperial, se colocó el del rubí en su dedo meñique, riendo ligeramente al notar que apenas y le quedaba, no recuerda mucho de las manos de su madre, pero al parecer eran más pequeñas que las suyas. Los otros dos anillos los guardó en su bolsillo, le daría uno a sus hermanos.

Volvió nuevamente a las cosas que antes estaban en la caja, mirando algunas de las hojas, encontró dibujos que un Lucerys pequeño les regalaba, cartas provenientes de su abuelo Corlys y su abuela Rhaenys, entre otras cosas.

Hasta que encontró algo que capturó su atención

En una hoja de pergamino claramente desgastada y rota por el tiempo se veía la frase "¿Mi futuro rey no quiere ir a las cocinas por unos ricos pasteles de manzana?", Paso saliva, reconociendo la letra de un Aegon pequeño, algo fea debe decir, pero recuerda que ese día, Aegon estaba siendo vigilado más de lo normal por los maestres a petición de Allicent, escribirle ese pequeño mensaje casi le cuesta la vida en ese entonces, por eso él guardo esa pequeña nota, una muestra del cariño de su tío.

Paso saliva y guardo el pequeño pedazo de papel en la caja, no quería estar recordando eso ahora, no quería dejarse llevar por unos sentimientos infantiles que enterró hace mucho tiempo.

Volvió su vista a las cartas que tenía guardadas, recordando muchas de sus vivencias de la infancia, en especial con sus abuelos, hizo una mueca, no había sabido nada de sus abuelos después de irse al muro, esperaba que estuvieran bien, en el muro jamás llegaban noticias de ningún lado y en Winterfell solo llegaban invitaciones a eventos importantes, gracias a Cregan él se enteró que Aegon se había casado con Helaena y que Aegon había sido coronado como rey, una sonrisa surco por sus labios al recordar al señor del Norte, llevo su mano hacia su muñeca del brazo izquierdo, donde había una pulsera de cuero que el norteño le regaló, más que extrañar el Norte, extrañaba al hombre que lo gobernaba.

Hate - [Jacaegon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora