Capítulo 28

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— Adiós Taylor...

— Nos vemos rubia.

Se despidió y subió a su auto para luego irse, yo entré a casa...

Al entrar a casa vi que el desayuno que había preparado seguía intacto. ¿Acaso no le gustó? O tal vez... No, el si debe haber comido. Lo que sea pero sé que comió. Espero que si. Subí a mi habitación a dejar mis cosas y vestirme con algo más cómodo.

 Subí a mi habitación a dejar mis cosas y vestirme con algo más cómodo

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Luego me dirigí a la oficina de Cole, tal vez esté trabajando...
No era así, él no estaba allí. ¿Donde podría estar? ¿En su habitación? ¿AÚN? Subí rápidamente las escaleras y me dirigí a su habitación, y... efectivamente, él seguía allí. Me acerqué lentamente a él y me acosté a su lado abrazándolo por la espalda y apoyando mi mentón en su hombro.

— Ya estoy aquí papi... -no respondió- Necesito que despiertes... ¿Está bien?.

Empecé a besar su hombro y solo se movió, decidí besar su cuello y entonces abrió sus ojos.

— ¿Pequeña?

— Si papi... Ya llegué.

— Hola. -dijo volteándose y mirándome a los ojos-

Lo que veía me destruyó por completo, Cole tenía los ojos muy rojos e hinchados de tanto llorar, también estaba un poco ruborizado por eso. Él no estaba bien, él posiblemente no ha comido nada aún. Y ya son las cuatro de la tarde.

¿Que sucede nena? -preguntó ya que solo lo miré sin decir nada-

— ¿Porqué sigues durmiendo? -pregunté-

— Porque estoy cansado. No quiero pararme de la cama. ¿Está bien?

— ¿Por cuantos días?

— Semanas, tal vez.

— Semanas... -susurré para mí- ¿Y por qué no desayunaste? -reclamé valiente-

— No tenía hambre.

— Cole... desde hace un día que no comes nada, lo dejé pasar porqué creí que sabias lo que hacías pero ahora me doy cuenta de que no es así. Debes comer.

— Michelle. Ya te dije que no tengo hambre.

— Bien. Yo si. ¿Que comeremos?

— Come lo que quieras, toma mi tarjeta, sal y diviértete, yo dormiré. Buenas noches. -dijo enfadado y dándome la espalda como hoy en la mañana-

— Cole... Son las cuatro de la tarde.

— ¿Y qué?

— Olvídalo... Su-supongo que no iremos a la fiesta... ¿Cierto? -dije con mi voz entrecortada, muy triste y desanimada, a causa de eso derramé una lágrima-

My Baby girl And DaddyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora