22: Endgame

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Se dispusieron a hablar después de mucho tiempo. No fue al instante ya que todos estaban ocupados sobre la situación de la familia Kim, Siwon aplazó los horarios de sus giras debido a ello, claro que no le molestaba en absoluto, después de todo eran asuntos con su pareja bastante difíciles y quería estar a su lado. Cómo de igual manera, resolver todas las incógnitas que guardó por dos años enteros sin respuesta alguna.

—¿Por qué te fuiste sin decirme nada? —pronunció con dificultad aquellas palabras; Youngwoon solo desviaba su mirada aún llena de culpas.

—Ya te lo dije, tenía que resolverlo por mí cuenta —dijo casi de manera inaudible.

—Pero, ¿Por qué así? Tal vez yo podía ayudarte...

Fue interrumpido por el mayor.

—Por eso —indicó—, por esa razón. Siempre quieres ayudarme y siempre eres tan incondicional a mí... y yo no lo merezco...—aguantó el llanto en su estómago.

—Eso hacen las parejas Youngwoon —intentó tomar su mano delicadamente—. Porque te amo.

Alzó su rostro hacia adelante, pero aún así sus ojos se negaron a crear contacto visual con el otro. No podía mirar aquel rostro demacrado; la culpa y el remordimiento se apoderaba de él en cada oración que salía de su ser.

—Siwon —intentó asincerarse; una ligera lágrima brotó de sus ojos café—. Me dí cuenta que tenía un problema cuando me enamoré de ti.

El más joven lo miró preocupado.

—Yo... Yo no estaba bien... Yo... —un nudo en su garganta se apoderó de Youngwoon —... Siwon, yo fui abusado por muchas personas cuando era más joven.

Al oír esa confesión tan impactante, el pelinegro alcanzó a tapar su boca con su mano, no podía creer que tal acto aberrante le sucediera a la persona que más amaba. Eventualmente, Siwon también tenía las ansias de llorar junto a Youngwoon; mismo que rompió en llanto.

—Yo nunca quería, mi padre me obligaba a comportarme de maneras para atraer esa gente... Y tener éxito... —sollozó entre gemidos de tristeza—. Me traía malos recuerdos cada que estaba contigo hasta que toqué fondo.

Intentó limpiar sus lágrimas en vano.

—No sabía que era amar, qué era sentir amor... No sabía cómo se sentía ser amado y tenía mucho miedo...Y huí...

Trató de controlarse, las manos de ambos individuos se unieron con más fuerza. El más joven sólo miraba con atención pero con un lleno afligio.

—Tenía miedo de lastimarte con todos mis problemas... Pero ahora me siento más capaz de afrontarlos —lo miró de vuelta—. Y ser el hombre que mereces.

Siwon sin pensarlo dos veces corrió hacia el lugar de Youngwoon y lo abrazó con mucha fuerza; una fuerza llena de amor y compasión. Ante esto, Kangin aceptó aquel acto afectuoso cálidamente, para ambos volver a romper en llanto una vez más.

—Perdóname, Siwon. Por hacerte tanto daño y no cuidarte... Me desprecio demasiado al verte y... No poder protegerte de nada...

—No... Perdóname Youngwoon —exclamó Siwon entre lágrimas—, perdóname por golpearte, perdóname por haberte hecho daño, perdóname por ser tan egoísta. Perdóname por todo lo que te he hecho.

—No, Siwon —respondió, separándose del abrazo—. Nosotros podremos afrontarlo porque ahora estamos juntos, y juro por mi vida que nunca volveré a dejarte.

Continuó.

—Porque te amo y sé que seremos mejores.

Le mostró una sonrisa aún empapado de lágrimas, Siwon correspondió el gesto de la misma forma y se abrazaron nuevamente. Protegiéndose y curándose mutuamente las heridas que han cargado pesadamente en toda su vida, ahora se sentían más seguros al tener un compañero, alguien con quién compartir su dolor y, apoyarse para seguir luchando hasta el final de sus tiempos.

Ahora no necesitaba cubrir su pasado como un tatuaje. Y Siwon comprendió todo; podía ver a través de esos tatuajes el sufrimiento. Estaría dispuesto a indagar en cada cicatriz para entenderlo y amarlo aún más, sin importar lo que fuera.

[...]

Ambos hombres se encontraban acostados en lo que volvió a ser su cama, Kangin recargado en la posadera, mientras que Siwon tenía su cabeza reposando en el cuerpo del mayor. Había pasado mucho tiempo en el que tuvieron una noche juntos; por lo que, para ellos fue muy liberador sacar toda sus tensiones. Fue bastante pasional que ambos se hayan guardado por tanto tiempo para ellos y no se fueron con nadie más. Era sorprendente para Siwon, cosa que a Kangin le indignó en parte.

—Estuve pensando en dejar la banda— soltó Youngwoon mientras tomaba su cigarro.

—¿Por qué? —movió su cabeza en dirección al mayor.

—La verdad ya no me siento en condiciones para seguir ahí —confesó—. Antes necesitaba canalizar toda mi mierda en algo violento, pero ahora que me siento más libre, francamente no me quedan razones para permanecer.

Siwon torció su boca en señal pensativa.

—La verdad es que yo siempre quise tocar música más tranquila a comparación de lo que es la banda —botó el cigarro en un cenicero—. Me encanta la acústica.

—Entonces deberías hacerlo si es lo que te gusta.

—Sería genial, tal vez así ya pueda retirarme.

Nuevamente el silencio invadió la amplia habitación, pero era su lenguaje de amor, así que no era para nada incómodo. Youngwoon decidió volver a tomar la palabra.

—¿Y tú has pensado algo más a parte de la banda?

El pelinegro acomodó su cabeza hacia arriba; mirando el techo pensativo.

—Quería terminar la universidad...

—Deberías hacerlo, Babe —sonrió; atrayendo más a su novio—. Eres tan inteligente, no deberías desperdiciar esa cabezota.

—Ha —exclamó sarcástico—. Te vas dos años para curarte pero no te curaron lo malhablado.

Abrazó el pecho del más grande con fuerza, escondiendo su cabeza en él, su esencia masculina y embriagadora ya característica para él qué tanto le encantaba; definitivamente lo extrañaba tanto que podía llorar en ese instante.

—Te extrañé tanto, Youngwoon.

Dijo sin más. Cosa que al más grande lo hizo sonreír aún más.

—Yo también te extrañé tanto, pastelito.

Depositó miles de besos en la frente y cabeza de Siwon; sostenía con fuerte las mejillas del más joven, cosa que le incomodaba mucho al sentirse tan apretada su cara. Youngwoon lo volvió a mirar, su sonrisa se borró en un santiamén al observar con detalle cada parte del rostro.

Recordó que sus mejillas eran más llenas, sus ojos algo grandes y pestañas tupidas, nada de imperfecciones. Ahora tenía ojeras negras, sus mejillas por poco más y serían las de un cadáver, su piel era más pálida y, sus labios no tenían ese color rosado natural. Un rostro cansado pero que lo miraba con amor.

—¿Qué pasa? —preguntó Siwon confundido ante la expresión de su amado.

—Me rompe el corazón verte así... —se volvió a culpar a sí mismo, cosa que a Siwon no le gustó—. De veras lo siento, amor. Haré cualquier cosa para que me perdones

Youngwoon afligido besó con amor todo el rostro del menor.

Siwon solamente se dispuso a aceptar todo de forma silenciosa. Lo que Youngwoon no sabía, es que para Siwon, el simple hecho de tenerlo a lado suyo era más que suficiente para perdonarlo. Ya que ahora tenía su razón de vivir en frente suyo. O al menos, una muy importante.

B. O. B Donde viven las historias. Descúbrelo ahora