Capítulo 10

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Aparecí en mi cuarto, la casa de mis padres. Al abrir los ojos noté que me dolía la cara y un poco la cabeza.
Me intenté incorporar lentamente y me senté al borde de la cama. No tengo ni idea de lo que ha pasado, a penas recuerdo nada. Tal vez a sido todo un sueño, pensé. Pero sería muy improbable.
Observé mi habitación y noté que estaba cambiada. Había cuadros abstractos que no había visto nunca, las persianas eran blancas y en la estantería había muchos libros antiguos.
Lentamente, salí de mi cuarto y fui inspeccionando el pasillo. Había algo nuevo...una mesilla con varias fotos familiares. En una salía yo y un bebé? El niño era muy parecido a mi y estaba cargado por mis padres.
En otra foto yo me encontraba sentada en una silla con muchas personas al rededor, a las que yo no he visto en mi vida. Había una tarta de cumpleaños y las velas decían "15". Yo aún tengo 13...
En la última estaba mi madre vestida de blanco en un altar, con un hombre muy alto y pálido al que no conozco de nada.

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Después de unos segundos de observación, decidí ir al salón. Había un gran espejo encima del sofá, en el que me pude ver. Era más alta, tenía el pelo muy largo y...rubio. Mi cara había cambiado un poco y ya no llevaba los brackets. De eso me alegro, la verdad. En el sofá estaba mi madre con el niño de la foto y el hombre alto y pálido.

-Nev cariño, por fin te has despertado.

No pude decir nada. Me di la vuelta bruscamente para salir de ahí y al girarme tiré al suelo un gran jarrón azul. Sin querer, obviamente. El cristal saltó hacia mi "madre" y también hacia mi, cortándome la mano. A ella le había hecho un pequeño corte el la mejilla.

-Lo siento...
-Mamá, soy mamá. No pasa nada cariño, estás bien?
-Si...emm voy a quedar con unas amigas vale?

Me acabo de acordar que no tengo amigas, tal vez ella sospecha.

-Vale, saluda a Laura de mi parte.

Pues parece que si tengo amigas...
Estuve un rato en la calle pero no me alejé mucho, el barrio estaba muy cambiado y no lo reconozco. Después de unas horas subí a casa y me encontraba muy cansada. Era de noche, y no tenía nada de hambre.
Tal vez puedo dormir y mañana despertarme en otro sitio, sería irónico, verdad?
Me acosté en la cama y cerré los ojos.
Me costó mucho dormirme y empecé a pensar.
Quiero salir ya de esta pesadilla, despertar y volver a la normalidad con mamá, el instituto...Quiero salir de aquí.
Cuando por fin conseguí dormir, al poco tiempo me desperté.
Estaba de nuevo en mi cuarto pero las persianas eran las mías, no había libros antiguos ni cuadros abstractos.
En el pasillo todo estaba bien, y el salón no tenía ningún espejo ni un niño o un hombre pálido. Sólo estaba mi madre, cosiendo.
Miré las noticias y busqué al ser extraño, pero no había nada, era como si nunca hubiera pasado. No había restos del jarrón y yo seguía siendo de mi estatura, morena, y con mis brackets.
Abracé a mi madre.

-Anda, pensaba que no te ibas a despertar nunca. Últimamente duermes mucho.
-Es verdad, mamá. He tenido una pesadilla muy mala.
-A si?
-Si, todo era muy raro y yo tiraba un jarrón muy feo y te cortaba la cara.
-Tranquila Nev, yo sé que fue un accidente.

Giró su cara y pude ver una profunda cicatriz en su mejilla.

Deja vu [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora