Papás por accidente一❝LEANDRO PAREDES ft. PAULO DYBALA❞

¡ 09 ! : Editado.

Julieta estaba emocionada en algunos meses ya sería diciembre y eso le llenaba de emoción.

Ella amaba la navidad a pesar de que siempre fueron una mierda en su familia, esta vez pasarían su mamá, ella, doña Marta y Milagros, por qué claramente ellas no tenían familia.

Leandro iba a pasar con sus dos hijos y Camila, en la casa y con la familia de esta última, pero por los nenes nada más, después del brindis iría con los dos nenes a visitar a su novia e hijos.

Ya tenía siete meses y estaba más que ansiosa, los antojos habían aumentado y siempre tenía que ir al baño por qué o si no se hacía pis encima.

Se levantaba a una hora súper tarde, comía cuando quería y siempre tenía al jugador como un empleado, siempre diciendo que valla a comprar esto o que tenía hambre de esto.

Sinceramente el futbolista se aguantaba todo por sus hijos y por qué sabía que de cierta forma el le había arruinado la vida a la chica y a esos pequeños, que deberían compartir todo con sus otros dos hijos, y era aún más difícil. Tenía planeado llevarle a Julieta y a los nenes con él, sabía que está no querría dejar Argentina por su mamá y por qué ahí vivía su mejor amiga Milagros.

Pero tenía fe y esperanza que su novia no oficial y madre de sus hijos lo eligiera a el y a sus dos nenes, por qué la verdad el solo la había autoproclamado, ella ni siquiera le había aceptado ni lo rechazo. Y el sinceramente no quería saber si le rechazaba o aceptaba.

Tenía temor que ella le dijera que ya no sentía mismo y que era todo por sus hijos, si las cosas eran así Leandro Paredes se moría. El no podía vivir sin sus hijos y sin Julieta. Había entendido que Camila había sido su primer amor, pero Julieta era el amor de su vida y su alma gemela. Había entendido que Victoria y Giovanni debían aceptar a su nueva pareja y a sus hijos por igual, aunque de por medio el más que nadie sabía que Camila los iba a poner en contra. Así que planeaba pedir custodia compartida y si comenzaba a tener problemas, custodia completa.

Camila jamás tuvo ese amor materno por los nenes, siempre eran las cosas más caras y que Leandro no la debía desobedecerla. Y eso ya le argelaba al pobre hombre.

— ¿Y como se tomó Camila que vas a venir el 31 acá? - Miró a su novio no oficial mientras comía una factura con membrillo.

— Se enojo y me empezó a gritar, que mí única responsabilidad son Victoria y Giovanni. - Se enojo mientras tiraba su cabello hacia atrás y tensaba su mandíbula.

— En cierta forma tiene razón. - Dijo ella decaída y el alzó su mirada, para juntar sus dos manos  con la única libre de ella y frotarla.

— ¿Vos te escuchas Juli?, Vos y estos dos monstruitos son mí responsabilidad también, por pajero me pasó todo esto pero no me arrepiento, no me arrepiento ni de Victoria, ni de Giovanni, ni de Valentino, y tampoco de Charlotte y mucho menos de vos. - le acaricio sus dos cachetes sonriendo, para acercarse y darle un beso en la frente.

— Te amo Lean. - Murmuró bajito, pero el logro escuchar y quedó paralizado.