Papás por accidente一❝LEANDRO PAREDES ft. PAULO DYBALA❞

59

Tiro todo lo que estaba en su alcance, las sabanas de las camas individuales de la universidad dónde se quedaban, la ropa que había dejado esparcida por ahí, incluso las cosas materiales mientras Rodrigo trataba de tranquilizarlo, su pecho dolía, sus ojos estaban aguados y era incapaz de hablar, quería gritar y romper todo a su alrededor para ver si el dolor que sentía disminuía.

- ¡Cálmate! - Rodrigo forcejeaba para detenerlo, tomándolo desde los brazos apoyando el pecho De Paul contra su espalda en un vano intento de detenerlo, pero no funcionaba, el otro solamente pateo hacía atrás la pantorrilla del siete y se soltó para seguir en su destrozo. 

- ¡Pero la puta madre... ! ¿Que paso acá? - Emiliano Martínez, el 23 de la selección entro corriendo para detenerlo al ver que estaba por tirar una de las lámparas.

- ¡E'! - Messi también veía todo desde la puerta sorprendido viendo como Leandro se removía y al final, al no poder hacer nada contra el arquero termino cayendo al piso con su mirada pérdida y lágrimas cayendo desde sus mejillas. - ¿Que paso acá? - Messi miró a Rodrigo que termino de putear y agarrarse la pantorrilla.

- No sé... se desconoció... - alzó los hombros sin saber como realmente definir del porque Leandro reaccionó como el reaccionó.

- Leandro. - Messi llamó cauteloso, acercándose de a poco. - ¿Nesecita' algo vo'? - Leandro sonrió de a penas.

- Que todo vuelva a ser como antes. - admitió en un deje de dolor. - en un antes donde no existe Julieta, donde no existe nadie quien pueda herirme... Solo yo... Y mis hijos... - susurró palabra por palabra con lágrimas acumuladas esperando aún para salir de sus cuencas.

Su hijo, su pequeño, su campeón, lo destruyó, pero no sin antes demostrarle que él, quién se suponía debía cuidarlo, lo destruyó primero. ¿A sí se sentía orgulloso de ser el papá de Valentino? Su solo nombre abría la herida en su corazón, cerró los ojos y llevo una mano a su frente debido al silencio que se creó entre los tres jugadores en la habitación.

- Pásame mi celular. - le dijo a Rodrigo con ojos destruidos, De Paul apretó la mandíbula mirándole con tristeza pura, era su mejor amigo, su hermano y lo debía destruido a tal punto que su voz se oía echa mierda.

Acató el pedido y le paso el celular bajo las miradas incrédulas de Messi y Emiliano, si Leandro le llegaba a tratar así a uno de ellos, lo más seguro era que le rompían la boca antes de hacerle caso como el boludo de Rodrigo.

- Hola Cami. -el silencio se situó entre los jugadores aún incómodos, Messi no sabía si retirarse o quedarse por las dudas. - ¿Me podrías agendar una cita con el psicólogo?

- Mamá. - Lotte llamó en un susurró aferrada a su cintura, Julieta acarició la cabeza de su hija bajando su mirada a la menor.

- ¿Que pasa mi amor? - Lotte desvió la mirada y alzó su puchero recién formado.

- ¿Por que Valentino esta llorando? - pregunto con un dejo de angustia. Su mamá miro a un punto inexistente en la pared con su propio dolor en el corazón.

- Por que soy una mala mamá. - respondió con un pecho totalmente pesado, ojos rojos y pequeñas lágrimas acumulándose en sus cuencas. Lotte no respondió y Julieta tomo el silencio de su hija como una afirmación.

- yo no... yo no entiendo... - sollozo en brazos de Alicia quién le daba suaves caricias en la espalda tratando de detener el llanto del pequeño que ella consideraba su nieto. - yo creí... que él iba a cambiar... - sollozo aferrado a la mujer que cerró los ojos y apretó la mandíbula para no llorar con la voz rota del pequeño. - ya no puedo. - admitió con un hilo de voz mientras pegaba por completo su rostro al hombro de la mujer. - no aguanto más, abuela. - sollozo.

- sí podes. - susurró la mujer con una mano sosteniendo desde detrás desde las rodillas al pequeño y teniéndolo desde la cabeza contra su hombro sin ejercer fuerza. - Vos podes con esto y con mucho más. - sin evitarlo, su voz se rompió un poco. - sos el nene más fuerte que conozco, aguantas todo, yo sé que sí. - tranquilizó mientras apretaba sus labios para no sollozar, por que Alicia soltó unas cuántas lágrimas de amargura y tristeza por oír a un nene tan chiquito desahogarse de ese modo.

¡Un capítulo triste, o a mi perspectiva!

Este capítulo se iba a subir ayer, pero decidí respetar a las Malvinas, que siempre y por siempre serán argentinas 🇦🇷 🇦🇷