"LE AGRADEZCO A LOS CIELOS EN LO ALTO POR HABERTE CONOCIDO, ESTABA SOLO, NO HABÍA AMOR EN MI VIDA, TENÍA MIEDO DE LA VIDA, Y TÚ LLEGASTE A TIEMPO".-Michael Jackson.
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Me encontraba justo en un concierto, aún no se presentaba la banda y la verdad mucho no me interesaba. Solo estaba aquí por mi mejor amiga, ella era fanatica del metal y el rock, esa era la diferencia entre nosotras aunque una u otra canción de rock me gustaba, lo mio era más el SoftRock.
―Molly, ¿Qué pasa si tus soñados Ratt, cancelan el show?.
Molly me miró e inmediatamente en su rostro se reflejo angustia, la verdad esque quería molestarla solo un poco, ese era el precio de mi amistad.
―Dios, eso no, eres verdaderamente cruel, Jaime.―Dijo mirando al escenario haciendo un puchero.
―Relajate, solo te molesto un poco. ―Dije sobando sus hombros.
―¿En serio, solo me molestas un poco?.―Dijo sarcástica.
―Si que se hacen esperar esos chicos.―Dije mirando a toda la multitud de personas entre Molly y yo.―¿Y al menos son lindos?.
―Jamie, no sabes lo que dices, la palabra "Lindos" les queda muy corta.
―Vaya...
Como dije, no me interesaba en lo absoluto la banda, ni siquiera los conocía pero en fin ya estaba aquí esperando a los dichosos "Ratt".
―¡Oh!, mira, ya vienen.
Dijo Molly bastante entusiasmada, con una sonrisa de oreja a oreja.
Las luces se apagaron y se centraron en el escenario, de repente solo una luz iluminó una parte del escenario y las personas comenzaron a gritar de la emoción que sentían de ver a su banda favorita. Un solo de guitarra comenzó a escucharse, el guitarrista miró al público y vaya sorpresa, su rostro me parecía bastante familiar, digo, pude haberlo visto en una revista o algo por el estilo, pero por una extraña razón sentia una confusa conexión con él.
El concierto a mi parecer no estuvo nada mal, hasta diría que comenzaba a gustarme la música de Ratt.
―¿Y ahora?.―Le cuestione a Molly quien no podía con su emoción.
―¡Vamos a conocerlos!.―Chillo con emoción enseñandome unos pases VIP.
―¡No juegues!, ¿Y qué esperamos?.
Molly y yo nos hicimos espacio entre la gente hasta llegar a una zona que parecía ser una entrada VIP hacía el backstage.
Mi amiga le enseñó los pases al guardia de seguridad y nos dejó pasar sin problemas.
Al entrar no pude evitar sonreír de la emoción que sentía.
―Molly, ¡wow!.
―Sí, es increíble que estemos aquí. ¿Me ayudarías a secuestrar a Juan Crusier?.
