➪ 𝘿𝙪𝙛𝙛 𝙈𝙘𝙆𝙖𝙜𝙖𝙣

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Jamás podría dejar de amarte...

-¡Estoy harta de tener que soportar todo lo que haces, Duff!

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-¡Estoy harta de tener que soportar todo lo que haces, Duff!.

-¡No te estoy reteniendo, Lindsay, tú puedes irte cuando quieras!.-Dijo el rubio mientras iba detrás de su novia.

-¡Escucha, Michael, puedo soportar tus borracheras, soportar que de pronto me ignores, pero que coquetes con otra mujer frente a mi jamás!.

La irá se había apoderado de su cuerpo, podía sentir como temblaba, el hecho de recordar la escena en la que su novio se veía tan sonriente con otra mujer la cual no era ella, le ponía los nervios de punta.

-¡Entiendelo, no estaba coqueteando con ella maldita sea, solo conversábamos, además tú y tu tonto amigo también se divertían o ¿no?!.

-Eres... Un completo Idiota.-Dijo entre dientes mirando al bajista con gran enojo en sus ojos.

La pelirroja levantó su mano en el aire con toda la intención de golpear la mejilla del chico frente a ella, pero su acción se vio detenida puesto que este tomó su mano entre la suya.

-Lindsay, tienes que relajarte, se que te fascina pelear conmigo, pero no podemos llegar a tanto, podríamos arrepentirnos.

-Eres un imbecil, para nada me fascina pelear contigo, eres tú quien ocasiona todo esto.-Dijo ella con la mirada hacia abajo.

-Claro que no, porque si así fuese yo podría culparte a ti también.

-¿Por qué tenías que hablar con ella?.

-Se veía desorientada, solo quería que se integrará a nuestro círculo.

-Por favor, no digas tonterías quieres, no puedo creerte.

-¿Sabes qué?, piensa lo que te plazca, eres una mujer muy terca y celosa, cuando tus nervios se relajen, entonces podemos hablar.

El rubio estuvo apunto de irse cuando sintió unas manos jalar de su brazo.

-Estoy totalmente de acuerdo con que soy terca y celosa, pero sorpresa, se supone que eres mi novio y no pienso compartirte con nadie más, ¿acaso a ti te encanta verme con otro hombre que no eres tú?, vamos contéstame.

El rubio solo la observaba mientras mordía el interior de su mejilla, no podía creer lo que ella estaba diciéndole. Pero desde luego claro que no le agradaba en lo absoluto ver a su novia con alguien más.

-Claro que no, tan sólo imaginarlo me desagrada.

-¿Lo ves?.

-Lindsay, creo que tenemos que aprender a controlar nuestros celos, un día de estos podríamos cometer una tontería que terminé lo nuestro por siempre, y yo no puedo imaginar mi vida sin ti.-Confesó Duff tomando de la cintura a la pelirroja.

Era cierto que el rubio no podría imaginar una vida sin esa chica, pues de cierta forma Lindsay era un pilar para Duff, si ella pierde el control todo se esfuma para él.

-Creo que... Creo que tienes razón.
Lo siento, Duff, odió sentirme así, no quiero perder el control por una tonta escena otra vez.

-Tranquila, todo está bien, tenemos que dejarnos de inseguridades estúpidas, ¿de acuerdo?.-La pelirroja asintió con la cabeza en respuesta.

La pelirroja se distanció de él para cerrar con seguro la puerta su habitación de hotel para después regresar con su novio.

-¿Qué tienes en mente?.-Cuestionó él mirándola con la ceja alzada.

-¿De verdad me lo preguntas?.

Lindsay empujó el cuerpo del rubio el cual cayó sobre el sofá de cuero que se encontraba en la habitación.
Acto seguido se cento sobre su regazo posicionando sus manos sobre la mandibula y cuello del bajista para comenzar a atacar su cuello con desesperación.

-Lindsay...

-No hables si no es para decir mi nombre...

El rubio solo se dedicaba a pasar sus manos sobre la espalda de la chica para dar leves apretones.
Sin embargo la pelirroja no dejó de atacar el cuello de su novio hasta dejar una marca en su piel, quería que las mujeres a las que había observado coquetear con su novio se dieran cuenta de quien fácilmencte gana el juego.

Rápidamente ambos se deshicieron de sus prendas las cuales fueron lanzadas a cualquier parte de la habitación, sin darse cuenta ambos habían llegado hasta la cama.

-Duff... Te necesito, ya...

El rubio comenzó a buscar en su chaqueta aquel pequeño empaque que había reservado para ese día el cual rápidamente abrió con los dientes para después ponerlo en su lugar.

Duff tomó las caderas de la chica y sin aviso comenzó a embestirla con fuerza provocando que está soltará un jadeo cerca del rostro del bajista.

La pelirroja mantenía sus manos sobre la espalda de su novio, encajando sus uñas sobre su piel tratando de resistir ante tanto placer que él le provocaba.

-Duff...

-Dilo... Pide que no pare...

-¡Ahh!, no pares... Duff...

Unos golpes en la puerta se hicieron presentes, pero eso no le importó a la pareja en lo absoluto para seguir con lo suyo.

-¡Oye, amigo, te necesitamos en la fiesta, apresúrate quieres!.

-¡No me jodas, Axl, no saldré de aquí en horas!.

El pelirrojo detrás de la puerta sonrió de lado y se marchó.

Lindsay jalaba entre sus dedos los cabellos rubios del bajista, mientras que este devoraba su cuello.

-Duff... Lo haces tan bien.-Confesó ella a su oído.

-Lo tomaré... Como un halago.

Mientras que Duff había llegado a su punto, su compañera aún luchaba por alcanzarlo.

-Hazlo más rápido... Por favor.

Sus manos jalaban las sábanas fuertemente tratando de resistir.

Pronto un jadeo salió de sus labios al sentir como la ola de placer recorría rápidamente su cuerpo, finalmente había llegado.

Duff salió de ella con cuidado y se acostó a su lado. Las sábanas ya estaban desordenadas puesto que los movimientos de ambos eran bruscos, el rubio solo tomó una sábana y cubrió los cuerpos de ambos.

-Siempre es así, pero me encanta.

-¿Cómo?.

-Discutir y terminar en la cama contigo.-La chica giro su cabeza para encontrarse con su intensa mirada.

-Lo sé...

-¿Recuerdas cuando rompiste mi vestido durante una de las tantas reuniones de Axl?.-Cuestionó ella a la vez que recostaba su cabeza sobre el brazo se su novio y ponía la mirada en el techo.

-Desde luego,-Una sonrisa se mostró en sus labios.-mi argumento esque tienes unas piernas muy lindas y suaves.

-Eso es tonto.

-Lo sé, pero así es.

-Te amo, Duff.

-Yo también te amo, Lindsay, demasiado.

-Promete que jamás me engañaras, y si en algún momento me dejas de amar, entonces me lo dirás.

Duff miraba a los intensos ojos miel de Lindsay, mientras acariciaba su cabello.

-Jamás te engañare, sabes que odio la traición, te amo más que a mi vida, Lindsay y jamás podría dejar de amarte aún con tus celos.

-Tonto.-Dijo la pelirroja soltando una risilla.

-Sí, tu tonto favorito.








Esme...

𝙊𝙣𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙨 𝙈𝙚𝙩𝙖𝙡 𝙔 𝙍𝙤𝙘𝙠 + 00𝙨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora