Superando a mi ex

La lista -2-

CAPITULO 2

_ No puede ser cierto.- río Javier a mi lado con la lista en la mano.

_ Yo tampoco lo creo.- asumí, porque empezaba a arrepentirme de lo que había aceptado la noche anterior.

_ ¡Eu! Dame, que tengo que agregar un ultimo punto.- dijo tomando la lista y escribiendo. Me la alcanzo y comencé a leer.

Superando a mi ex

1) Tirar todos los regalos de él y quemarlos sin provocar un incendio

2) Evitar cruzarlo

3) Eliminar cualquier cosa que me recuerde a él (música, ropa, comida)

4) Escribe sobre tus sentimientos y quémalo

5) Ir de compras

6) Cambiar mi look

7) Asistir a alguna clase o ayudar a la comunidad

8) Tener una cita a ciegas

9) No hablar de él, si se me ocurriera nombrarlo me merezco un golpe

10) Ignorarlo en nuestro reencuentro

11) Enamorarme del chico misterioso y enamorarlo

_Esa última no vale.- le refuté porque la había agregado después de que le contara mi escapada de la noche anterior.

_ Es solo una lista igual primero tenemos que cumplir las primeras. Subamos y terminemos con el primer punto.- me apremió.

Creo que nunca en mi vida había llorado de esa manera, las lágrimas no se iban y los abrazos de mis amigos no me consolaban. No quería vivir en el pasado, quería olvidarlo, arrancarlo de mi pecho, dejar de buscarlo y olvidar que volveríamos. Pero jamás en mi vida había pensado que seria tan difícil quemar cada uno de sus regalos, cada carta, cada fotografía, cada peluche, cada collar. Todos ellos tenían impreso un recuerdo, una risa, un beso, unas simples palabras de amor o aliento.

Luego de quemar todos los regalos y que mi padre apareciera preocupado y nos ganáramos uno de sus sermones por jugar con fuego, y a pesar que le dijimos que ya teníamos edad suficiente, tuvimos que limpiar y ambientar toda la casa en forma de castigo.

_Tu papá es muy estricto- se quejo Harper mientras fregaba la taza de baño con un cepillo de dientes.

_Y muy sexy- agrego mi amigo mientras repasaba los azulejos. Rodee ante su comentario.

_El muy maldito tiene que ser militar- murmuré entre dientes para que no me escuchara y haciendo caso omiso al asqueroso comentario de Javier.

Luego de que termináramos con todo nuestro castigo los chicos decidieron irse sin antes darme el castigo de mi vida. Por haberlos abandonado la noche anterior. Tenía que volver a la casa de Jonathan a buscar un par de abrigos que el dúo dinámico había olvidado.

_Gracias por guardarlos- le agradecí amablemente al muchacho que aun parecía alcoholizado me dio un asentimiento de cabeza y cerro la puerta. Inconscientemente o como acto reflejo. ¡Ya! A quien engaño. La curiosidad tomo el mando y me gire a ver el gran árbol. La noche anterior cuando había escapado con su ayuda no me había percatado de que era un gran manzano. ¿Debo buscar al chico? Negué mi cabeza espantando la idea Harper ya se estaba metiendo de lleno en mi mente. Seguí mi camino y decidí que era hora de evitar pensar en la lista. Había dado un gran paso decidiendo quemar mis regalos. Suspiré para que mi garganta no se cerrara.