Ojo por ojo 12

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Capitulo 12

Estefan Monik

La calle de la desesperanza o el dolor de cabeza, el basurero de la ciudad o mi propio hogar, bueno así es como llamo a la casa en construcción que hace años que las paredes se alzaron solo para ocupar un lugar y quedar en cimientos nefastos. Es mi lugar favorito, donde fumo la cantidad que deseo, donde maría hace su efecto y me deja sentado mirando la luna y contemplando las estrellas por horas preguntándome el porque de las cosas sin sentido.

No pensé que ella me haría algo así, cuando la conocí tan perfecta, tan ella inmediatamente la tache de niña delicada, y tal vez no me equivoque. Naiara era la chica buena, la que siempre iba de buen vestir, la que nadie tacharía de fácil o de insolente, incluso la palabra promiscua estaba fuera de su vocabulario. Sabía que había salido con su vecino, que el la había engañado, y todo porque ella siempre fue un pequeño secreto para mi, ¿Y como no serlo cuando la mejor amiga es tu hermanastra? No me di cuenta que naiara era aquella mujer que imaginaba por las charlas de mi hermanastra al telefono hasta aquel día cuando la vi en el estacionamiento.

Pensé que estaba loco en un momento ¿Por qué quien se enamora de una chica por espiar a su hermanastra hablando y consolando a una muchacha de rostro desconocido? ¿Podía ser que me había enamorado dos años antes de ella sin siquiera conocerla? Su nombre en aquel momento producía un sabor amargo y un dolor inexplicable, ese dolor que sentía al recordar a mi padre, esa decepción tan abstracta y subjetiva.

_ Pensé que tenías un casamiento.- suena la voz grave a mi espalda. No tengo que girarme para saber que es Mirco. Se coloca a mi lado.- ¿La señorita Cooper esta haciendo estragos otra vez?- Mirco siempre supo de Naiara.- No vas a hablar de ella.- saca por conclusión.- Hay una pelea ¿vienes?- lo miro por primera vez y me pongo de pie, tomo mi casco y camino hasta mi motocicleta.

_ ¿Dónde?- consulto, tal vez, bueno definitivamente en este momento no sería bueno empezar un pleito aunque sea en un ring. Estoy demasiado inestable como para ordenar mi pensamiento, para controlar mis impulsos destructivos, pero en definitiva va a ser lo único que me de un consuelo, aquel consuelo que necesito en este momento.

_ En el gimnasio, ¿Dónde más?- asiento y me subo, pero el fuerte agarre de Mirco me detiene.

_ ¿Qué?- el brusco de mi respuesta solo fortalece su agarre.

_ ¿Seguro que subirás sin matar a nadie?- sus ojos me rebelan el temor que siente cualquiera al ver un ser inestable, condenado a su instintos primitivos.

_ ¿Quién no sube a ese ring esperando a la muerte?- me suelto de su agarre y enciendo mi motocicleta, la velocidad es algo que no me calma, tengo una gran ansiedad que no contiene mi mano en el acelerador. Llego al gimnasio y me bajo con casco en mano, el fortachón de la puerta me da un asentimiento en forma de reconocimiento, no me digno ni siquiera a devolverle el gesto. Mi entrenador me mira asombrado y se que seguramente se pregunta que hago ahí aquella noche de novatos.

_ ESTEFAN.- ese grito me detiene, cierro mis ojos con fuerza intentando reconocer donde me encuentro. Miro al novato que no reacciona, me alejo impasible. Recuerdo que subí al ring, recuerdo que... ella me esta engañando, aquella voz solo quiere cumplir una lista. Naiara no esta interesada en mí, esta interesada en cumplir la lista. Me bajo del ring para ver el horror reflejado en su mirar, giro mi rostro a ver al muchacho que esta reaccionando.

_ PODRIAS HABERLO MATADO.- Me grita histérica.

_ ¿Qué haces acá?- mi tono frío la inhibe, ¿Acaso ella espera una bienvenida? Me recuerdo a mi mismo que ella no sabe que espíe la charla con mi hermanastra.

_ Yo... Mirco...- su voz es casi inaudible.- ¿Estás bien?- dice mirando sus manos mientras las retuerce nerviosa. Se ve como un pequeño animal asustado. Poso mi mano ensangrentada en su brazo desnudo para que me mire y lo logro.

_ Claro.- contesto y le doy una sonrisa ladeada.- Ahora que estas acá.- la voz tierna y dulce la engaña fácilmente y me abraza fuertemente. Naiara, pequeña doncella, ¿Querías enamorarme y romperme el corazón?

_ Estaba asustada, me preocupaste.- casi solloza en mi agarre.

_ No hay anda de lo que preocuparse.- susurro intentando contener mi frialdad. La aparto y la beso. "No sabes con quien te metiste" pienso. "Un ser destructivo que va a destruirte". Nadie es capaz de jugar conmigo si yo puedo jugar con él. Ojo por ojo mi pequeña Naiara, diente por diente princesa.

N/A: Les recomiendo que mientras termino esta novela lean la nueva que estoy publicando, ya esta terminada y subiré un capitulo cada 3 días, se llama Un pequeño error una gran mentira. Muchas gracias

Superando a mi exDonde viven las historias. Descúbrelo ahora