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Un toque en la puerta me hizo removerme entre las sábanas; estiré la mano hasta Lisa pero solo encontré la cama vacía. Me senté restregándome los ojos, la busqué alrededor de la habitación mas no la encontré ni siquiera en la ducha. Atendí el llamado que me despertó luego de ponerme una bata; un muchacho de servicio traía un carrito de comida al cuarto.

–La señorita que estaba con usted pidió un desayuno para las diez-anunció dejando el pedido frente a la cama antes de retirarse y dejarme sola.

Bufé observando la comida, un día huye de mi y al siguiente ni siquiera la puedo ver antes de que se vaya. Tomé un trozo de mango dándome cuenta de la nota a un lado de la rosa:

«Rosie, buenos días y perdón por no estar ahí cuando te despiertes. Tengo clases temprano y no te quise despertar, nos vemos más tarde. Disfruta del desayuno, me acordé de que te encanta el mango. Un beso, te quiero, Lili»

Sonreí mojándome los labios, es tan linda. No tiene que darme explicaciones y aún así se preocupa por que sepa a donde fue. Al terminar la fruta y el jugo me di una ducha rápida; después cogí un taxi hasta la casa donde me cambié de ropa sin que me vieran y salí rumbo hacia la universidad. Entré por la puerta unos minutos antes de que tocara la campana llegando al salón incluso antes que el profesor y los demás alumnos, sé que muchos creen que soy una irresponsable que solo se la pasa de fiesta cada noche y estudia porque sus padres la obligan, pero eso no es cierto; mi abuelo antes de morir  abrió una cuenta de ahorros para pagar mis estudios y que no tuviera que depender de nadie en un futuro. El dinero de esa cuenta solo da para los pagos exactos de los cinco años de la carrera por eso no me puedo permitir perder ningún semestre y debo procurar graduarme con notas excelente para obtener un buen trabajo ya que recurrir al apellido y la influencia de la familia Park no está entre mis planes.

Está es mi asignatura favorita, dibujo, y modestia aparte, se me da muy bien. El decano orientó un trabajo para la próxima semana sobre hacer unos bocetos con temática variada: ropa, naturaleza, interiores y personas. Mi primera clase y la última del horario de la mañana concluyó dando paso al horario de descanso.

–¿Ahora que te pasa pelirroja? Ayer estabas muy feliz con Lisa ¿Qué te puso la cara tan larga?-inquirió mi mejor amigo con una bonita sonrisa, lo abrazé apretándolo entre mis brazos, Kook es el mejor hermano que una persona podría pedir, siempre se preocupa por los demás, por apoyarlos aunque sepa que no todos le devolverán las atenciones de la misma forma. Y siempre lo he dicho, él será el mejor médico del país.

–Quiero ver a Lisa-gimoteé cerrando los ojos, no habían pasado ni doce horas desde la última vez que la había visto, antes de dormirnos, pero aún así extraño su sonrisa, el sonido de su risa aniñada y la manía que tiene de pellizcar mis mejillas a cada rato.

–Amiga mía estás pilladísima con esa chica-rió acariciándome el cabello con cariño–Si tanto quieres verla pues ve a buscarla a su edificio-comentó como si nada, negué uniendo la cabeza en su pecho.

–Pero tengo miedo de que se moleste si la voy a buscar, ¿y si no le gusta que la vean conmigo? Toda la maldita facultad sabe que soy lesbiana y puede que a Lisa no le importe andar conmigo fuera, pero ¿y si no quiere que sus compañeros sepan que nos llevamos?-entré en un bucle de desesperación siendo consolada por Jungkook.

–¡Rosé!-escuché su voz y despegué la cabeza del cuerpo frente a mi–¡Oh!.. perdón, no sabía que estabas ocupada-su cara de deformó en una mueca triste y por más que intentó disimularlo con una sonrisa esta falló.

–No, no estoy ocupada, para nada-prácticamente empujé al peliplateado lejos de mi aguantando su ropa para que no se cayera, «no sí, llega una chica y se olvida de su amigo» susurró Kookie burlándose–¿Qué... viniste a verme?-pregunté como una idiota y nada más ver el rostro de mi amigo quise golpearme en la frente.

–Sí... quería saber si... quisieran almorzar conmigo-jugó con sus dedos y sus mejillas se colorearon de un hermoso color rosado «nos encantaría, ¿vamos al comedor?» mi mayor seguía contestando por mi–¿Podemos ir a un lugar apartado? Es que “mi novio”-hizo comilla mientras rodaba los ojos–está en esta misma universidad y no quiero encontrármelo-concluyó. Estuvimos de acuerdo y la llevamos al patio del campus donde si habían tres personas es una exageración. Nos sentamos bajo la sombra de un árbol y sacó unas bolsas con comida, había de todo, frutas, dulces, jugo, leche saborizada y mucho más. Comimos haciendo chistes y molestándonos unos a otros, amé la amistad tan bonita que se formó entre Jungkook y la peligris, me encanta que dos de las personas más importantes en mi vida se lleven tan bien. El timbre sonó indicándonos que nuestro tiempo feliz había acabado y tenía que volver a las clases.

–Vaya, ya se acabó el almuerzo. Supongo que terminaste tus clases ya-hablé con un puchero, solo habíamos podido estar juntas por una hora y media, y después de pasar todo el día de ayer con ella eso me resulta demasiado poco.

–Sí-afirmó y la ayudamos a recoger la basura que habíamos creado–Pero me quedaré en la biblioteca haciendo algunas tareas, si quieres nos podemos ir juntas cuando tú termines, claro, si no tienes otros planes-propuso con rapidez y una gran sonrisa tiró de mi rostro.

_No, no... digo sí-mi cabeza se hizo un lío intentando responder antes de que cambiara de opinión–O sea, que no tengo planes y que sí me encantaría irme contigo-terminamos de botar la basura y Kook se despidió de ambas.

–Nos vemos más tarde-besó mi mejilla hechándose a correr al instante, solté una risa involuntaria y sujeté mi labio inferior entre los dientes; estaba cayendo, demasiado rápido y no me molesta en absoluto.

My beautiful mistake (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora