My beautiful mistake (Chaelisa)

18

–Lis, no puedo ir a la fiesta, tengo turno esta noche-me disculpé removiéndome en el lugar, si soy sincera no tengo ni el más mínimo deseo de ir, presentarme a todos como la hermana de su prometido no es algo que quiero presenciar.

–Ni te preocupes por eso Rosie, yo te cubro hasta que regreses-le dí una mirada de enojo a mi amigo que se encogió en su asiento, sé que lo hace con la mejor intención, pero no puedo evitarlo; no quiero tener una excusa para ir–Y me quedo contigo lo que reste de tu turno-agregó entendiendo que algo me perturba; tragué fuerte recostándome sobre las piernas de Lisa, tengo unas tremendas ganas de llorar, este sentimiento me está quemando en lo más profundo.

–¿Te ocurre algo mi amor?-preguntó sujetando mi mano una vez que nos quedamos solas, Kookie tenía que prepararse para trabajar–Has estado muy callada toda la tarde-comentó y me solté de su mano mientras me sentaba en el borde de la cama, mi contraria ocupó la silla frente a mí.

–Sucede que entré en razón Lisa-su mirada me atravesó oprimiendo mi pecho–Soy tu maldita cuñada-la voz me salió ahogada cuando decidí conectar mis ojos con los suyos–Tú vas a fiestas elegantes y yo trabajo en un bar-me encogí de hombros con una sonrisa ladina dejando un par de lágrimas salir–Tú tienes el apoyo de todos los que te rodean y a mí ni siquiera mis padres me soportan-reí amargamente mordiendo mi labio inferior–Somos jodidamente diferentes y no sé en qué mierda estaba pensando cuando creí que esto funcionaría-me voz terminó de quebrarse con un incontenible sollozo; mi compañera se agachó entre mis piernas como lo hice yo hace un tiempo ya, le dió un apretón a mi muslo acunando mi rostro con su mano libre.

–¿Y crees que algo de eso me importa?-inquirió con una sonrisa enorme, es tan hermosa–Eres mi cuñada, sí, pero solo en apariencias-dijo uniendo nuestras frentes, puedo sentir su respiración chocar con mis labios, y juro que me estoy conteniendo–Nunca me han gustado esas fiestas y tú trabajas por un buen motivo-sujetó mi mano dejando suaves caricias–Las personas no me apoyan, me controlan-rectificó en un tono más duro–además tú tienes a la abuela, a Jungkook y a mí ¿necesitas a alguien más?-indagó en un hilo de voz–Porque somos diferentes encajamos tan bien, aunque no estamos lejos de parecernos cariño-sus labios rozaron los míos, mas me supe superponer y me alejé lo suficiente como para no caer en la tentación, necesitamos hablar enserio o esté problema seguirá por el resto de esta convivencia.

–No estoy segura Lili-apreté la mandíbula conteniendo el aire en los pulmones durante unos minutos antes de dejarlo ir de un suspiro–En un mundo perfecto tú no serías la prometida de mi hermano-comencé sintiendo mi corazón desbocado latir en mi garganta–En un mundo perfecto no nos juzgarían por quienes somos o a quienes amamos-acomodé un mechón de cabello detrás de su oreja mientras mi vista se nublaba por las lágrimas–En un mundo perfecto hubiera podido pedirte que fueras mi novia desde el primer momento-acaricié su rostro limpiando las pequeñas lágrimas que han comenzado a escapar de sus brillantes luceros marrones–En un mundo perfecto hubiéramos sido algo más que esto, estoy segura-sollocé mirándola a los ojos, un quejido escapó de su boca atrayéndome más cerca de ella, con nuestras frentes tocándose.

–Y yo estoy segura, de que este es un mundo perfecto-aseguró con una sonrisa uniendo nuestros labios; el sabor dulce de sus besos se mezcló con el salado de las lágrimas dándole una emoción bastante extraña al momento, como de despedida. La atraje sentándola a horcajadas sobre mis piernas; lloré más fuerte contra sus labios recorriendo su espalda con ninguna delicadeza, necesito sentirla, por si en algún momento la vida decide despertarme de este hermoso sueño.

Prepararme para esa estúpida fiesta fue un martirio, con lo único que puedo estar satisfecha es con la ducha que compartí con la peligris, aparte de eso, es maquillaje; elegir vestido, que realmente lo eligió Lili para mí; los zapatos de tacón y el peinado, fueron procesos horribles para mi estabilidad mental. Y por supuesto, eso no mejoró cuando la mirada con asombro y desprecio de mi familia se posaron sobre mi espectacular figura, porque vamos, por más modesta que sea sé que me veo increíble; aunque no más que Lisa, ella es un ángel, una diosa del Olimpo, si existiera la reencarnación, Lalisa sería Venus.

Subimos al auto en la siguiente posición: mi padre de piloto, mi madre de copiloto, y en los asientos traseros Taeyoung y yo vamos en los extremos con Lis en el medio, mas si por mí fuera, la mantendría lo más lejos posible de él. La mano del estúpido de mi hermano se deslizó  sobre la de Lisa poniéndome realmente incómoda, pero verla retirarla con esa delicadeza que la caracteriza me hizo sonreír; mi contraria me miró con expresión del siento, negué con una sonrisa acariciando su muslo sin que me vieran.

Llegamos a la gran recepción y no negaré que los rostros llenos de sorpresa al ver a mi familia llegar conmigo fueron fantásticos, todos conocen parte de la situación y mi <desagrado> por este tipo de eventos. En la primera media hora ya me había tomado más de seis copas de champán y sigo sin sentir los efectos del alcohol en mi sangre, además de soportar las miradas de enojo de Taeyoung al no dejarlo solo con Lisa ni un segundo.

–¡Dios, no puedo creer que la desviada esa esté aquí!-chilló mi madre con exasperación llamando la atención de todos nosotros, su comentario muy fuera de lugar me hizo bufar y a Lili removerse incómoda; las ganas de abrazarla y llevármela de ahí se volvieron casi incontrolables, sé lo que se siente recibir ese tipo de comentarios cuando aún te importa la opinión de los demás, y verdaderamente no es nada lindo–¿Acaso no le da vergüenza?-le preguntó a los otros dos cavernícolas recibiendo el tan esperado apoyo. Giré sobre mi eje para divisar a la pobre chica objeto de sus exclamaciones y prejuicios; ajusté la vista localizándola, mis ojos se abrieron como platos al reconocerla y aún más cuando los de ella se encontraron con los míos.

–... Suzy.