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–Joder Lisa, pero estás con Taeyoung, mis padres dicen que eres su prometida Dios-mazcullé cerrando lo ojos, no quiero volver a llorar por favor, no quiero.

–Solo porque mis padres me obligan, no lo amo Rosé, no podría hacerlo aunque me obligaran-sentí sus dedos recorriendo con delicadeza mi rostro hasta detenerse en mis labios ejerciendo una leve presión–Nunca me he acostado con él y desde que te conocí ni siquiera dejo que me bese, no quiero otros labios tocándome que no sean los tuyos, ni otras manos, ni otra piel-abrí los ojos conectándolos con sus orbes que me miraron con adoración haciéndome estremecer–quiero que seas solo tú-se acercó más rozando sus labios con los míos.

–Santa mierda Lisa, me estás haciendo un lío-me quejé estrujando el borde de su enorme polo.

–¿Entonces?-preguntó con cautela sin saber que significan mis palabras; abrí mi boca jadeante antes de mirar sus belfos para luego regresar a sus ojos que me pedían que lo hiciera; ella me necesita tanto como yo la necesito a ella. 

–¡A la mierda todo!-la sujeté con fuerza de la nuca devorando sus labios, de nada vale resistirse a lo que sentimos, eso solo retrasaría lo inevitable. Sus manos apretaron mi cadera contra la suya haciéndola gemir bajo.

El ruido del motor del auto de mi padre, la puerta de la sala y los pasos en la escalera acercándose a la habitación no nos detuvieron; Lis le echó el seguro a la puerta provocando que sonriera aún sin separarnos. Caminamos hasta llegar a la cama donde la dejé con delicadeza acomodándome entre sus piernas para seguir besándola.

–¡Lalisa, cariño ¿estás aquí?!-la voz de mi madre se escuchó amortiguada por la puerta de madera; levanté su prenda superior dándole besos y lamidas en su marcado abdomen. Escuchamos el picaporte tratando de ser abierto sin éxito alguno–¡Lalisa!-intentó otra vez mientras yo me desacía de esa estorbosa prenda deleitándome con el perfecto cuerpo debajo de mí. Regresé a mi labor dirigiendo la mano hacia sus muslos acariciando la cara interna de estos, gimió bajito mordiéndose el labio inferior.

–¿Qué ocurre mamá?¿Y Lisa?-mi hermano hizo acto de presencia tan oportuno como siempre; me incorporé capturando nuevamente los labios de la peligris entre los míos ya que sé que por más que toda está situación la exite, no quiere por ningún medio que nos descubran.

–Debe estar bañándose hijo, ya saldrá de la habitación-sacó sus conclusiones; con mucha habilidad desabroché su sostén desaciéndome de él. Los pasos alejándose fueron un total alivio para ambas, sonreí trazando un camino de besos húmedos desde mandíbula hasta el valle de sus pechos escuchándola responder ante mi tacto; ella es mía, yo fui la primera y también seré la última.

–A ver si entiendo-se irguió cruzándose de brazos luego de dejar nuestras bebidas sobre la barra–¿Ahora viven juntas?-asentí dándome un trago, después de este día tan intenso un poco de alcohol no viene mal–¿Eres la cuñada de Rosie y en parte ese es el motivo por el que vino hecha un desastre en la tarde llorando a mares?-esta vez fue el turno de Lis para asentir bebiendo de su jugo de uvas, decidió que las bebidas alcohólicas no son lo suyo–¿Entonces valiéndoles mierda estas dos cuestiones anteriores-hizo una pausa tratando de organizar lo que diría a continuación, sonreí de lado alzando una ceja, a ver con qué tontería sale ahora–después de una enorme pelea que desencadenó en una tormentosa declaración de sus sentimientos por la otra decidieron estar juntas?-asentimos por última vez ante su evidente dramatismo, el peliplateado se recostó sobre la barra torciendo la boca, aún procesando la nueva información.

–¡Eso, lo has entendido todo a la primera, que orgullosa estoy de ti!-comenté con sarcasmo aplaudiendo con fuerza, mi acompañante soltó estruendosas carcajadas llamando la atención de algunos de los presentes, pues se escucharon muy por encima de la música, mientras que Jeon rodaba los ojos bufando.

–Muy graciosa Park-espetó dejando un whisky a un nuevo cliente en el otro extremo de la plancha de madera–Así que ¿mantendrán una relación oculta hasta que puedas librarte del pesado de Taeyoung?-indagó al regresar con nosotras sirviéndose él también una cerveza.

–Sí, aunque lo más probable es que sea al final del semestre ya que ellos no regresan hasta ese entonces-contó Lisa encogiéndose de hombros con una expresión neutra–Después vendrá la parte más complicada, hablar con ellos e intentar que me entiendan, si no, buscaré mi camino por mi cuenta-suspiró echando un poco la cabeza hacia atrás, suspiré también y rodeé sus hombros con mi brazo atrayéndola hasta mi pecho; ella se acurrucó ahí olfateando mi piel, provocando que soltara una risilla.

–No estarás sola cielo-murmuré contra su oído para luego besar su sien–estaré contigo siempre-ahora me adueñé de sus labios por breves segundos intentando transmitirle paz y seguridad, quiero que se sienta segura conmigo y sepa que pase lo que pase yo estaré a su lado apoyándola, esté en lo correcto o esté equivocada.

–Aww, son una ternura-chilló Kook formando un gran puchero en sus labios–Espero y deseo con todo mi corazón que logren ser felices-sonrió nostálgico entrelazando sus manos con una de las nuestras–ustedes realmente se lo merecen-le correspondimos de la misma forma pidiendo silenciosamente que su deseo se cumpliera.

–Amor, debemos ir ya a casa, suficiente tenemos con habernos saltado el horario de la cena-habló sin moverse de su posición soltando un bostezo, dejé un beso en su coronilla pagando nuestro consumo y poniéndonos de pie.

–Me encanta que te refieres a esa casa como nuestra-nos despedimos de Jungkook saliendo del club buscando un taxi–No veo la hora de tener una que de verdad nos pertenezca.

–Te aviso que le pondremos el seguro a la puerta y dormiremos en la misma cama-dijo tajante cuando subimos al vehículo dándole la dirección, aunque pidiendo que nos dejara una cuadra antes, levantaría muchas sospechas que nos vieran llegando juntas–quiero despertarme mañana entre tus brazos, quiero despertar así cada día-recostó la cabeza en mi hombro rodeando mi cintura con sus brazos–a tu lado.

My beautiful mistake (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora