Suspiré cerrando la puerta de la casa detrás de mi, solicité un taxi y en pocos segundos ya estaba de camino a la cafetería donde hacía unos momentos la había citado, la tarde había refrescado aunque sin llegar a hacer frío. Al parecer a las personas de esta ciudad les pareció un buen momento para dar un paseo y sentarse en el parque porque las calles y aceras están abarrotadas, mucho más de lo normal.
–Gracias, que tenga un buen día, o al menos lo que queda de él-sonrió regresándome los buenos deseos y se marchó dejándome sola. Respiré hondo viendo a mi «amiga» a través de los cristales del lugar; ingresé al pequeño establecimiento sintiendo a mis fosas nasales ser inundadas por los deliciosos aromas impregnados en el ambiente, me acerqué a la mesa y tome asiento frente a ella–¿Te hice esperar mucho?
–No, realmente acabo de llegar, ni siquiera he ordenado todavía-contestó haciendo un pequeño puchero–Por cierto, es un bonito lugar, es tranquilo y familiar, te hace sentir como en casa-observó a su alrededor dejando escapar el aire de sus pulmones al mismo tiempo que cerraba los ojos.
–Hola Joo ¿dónde está Seul?-abrazé fuerte por la cintura a la pequeña castaña que se había acercado a nosotras siendo correspondida por esta con la misma fuerza empleada.
–Está dentro, en la cocina-informó apoyando su mentón sobre mi cabeza–Hace más de una semana que no venías a visitarnos ¿es por la idiota de Suzy otra vez?-preguntó con enojo torciendo un poco su cuello para verme a la cara.
–Ayer terminé con ella, no nos volverá a molestar y podré venir a verlas todos los días igual que antes, además de que tendré tiempo de venir a ayudarlas. Las extrañé mucho-confesé besando su mejilla.
–Eso lo debiste hacer hace muchísimo tiempo, es más, como diría mi Gigi: ni siquiera tendrías que haber comenzado a salir con ella, te advertimos que no era buena persona. Y mejor dejamos las muestras de afecto para más tarde que si Seulgi sale querrá tirarte de los pelos por toquetear a su novia-reí por su tonto discurso dejándola ir después de volverla a besar–Veo que estás muy bien acompañada; es muy hermosa esta chica además de que me da la sensación de que será buena para ti, no la dejes escapar por nada del mundo, ni siquiera ha ordenada esperando por que llegaras-la vi sonrojarse apartando el rostro para dejarlo escondido entre sus cabellos. Estiré el brazo retirando estos mechones de su cara y acomodándolos detrás de sus orejas.
–No es lo que crees Joo, Lisa es una amiga, una muy buena si contamos que nos conocimos esta madrugada-sonreí mirando a la nombrada, y ese brillo de recuerdo apareció en sus ojos durante unos segundos para encender sus mejillas luego de que este desapareciera.
–Si tú lo dices-se burló sacando su diminuta libreta de pedidos y su bolígrafo–¿Saben que van a pedir o prefieres que te traiga lo de siempre?
–¿Te gustan las almendras y el chocolate?-inquirí en dirección a mi compañera, «me encantan» fue lo único que salió de sus labios antes de comenzar a jugar con sus dedos otra vez–Entonces tráenos lo de siempre, gracias-un par de minutos después ya teníamos el pastel de almendras y las malteadas de chocolate frente a nosotras; la variedad de postres y bebidas que preparan aquí es asombrosa, pero lo que ordenamos es lo mejor que puede existir y Lis estuvo muy de acuerdo con esto. Estuvimos hablando durante horas, descubrí que es amante de los gatos, que tiene cuatro de ellos: Lili, Louise, Leo y Lucas, y que le gustaría adoptar otro más; que su color favorito es el amarillo y que ama toda la comida, principalmente la tailandesa porque su familia es de allí. Además de que tenemos la misma edad, mas soy un mes mayor, y que vamos a la misma universidad aunque en carreras diferentes, ella estudia fotografía y yo diseño.
–Rosie, ¿tienes tiempo esta noche?-inquirió cuando nos trajeron la cuenta sin la intención de levantarse de la silla–es que mis padres tiene una cena de negocios importante y por más que me insistieron no me apetece asistir, así que les dije que estaría ocupada hasta mañana y bueno, creí que podría estar contigo hasta entonces-mordió su labio inferior apenada y mi corazón dió un salto en mi pecho, es increíble como un imbécil fue capaz de hacerle daño a una chica tan dulce.
–No encuentro ningún problema en eso, solo pensaba ir al bar cuando abriera para ver a Jungkook, pero si quieres vamos a otro lugar-propuse encogiéndome de hombros, no me importaría ir al infierno si es con ella.
–No, eso me parece perfecto, aunque estaré aún mejor si no bebo alcohol.
–Le diré que te prepare un trago virgen. Voy al mostrador a pagar y a despedirme de las chicas-intentó protestar pero su celular comenzó a sonar haciéndola callar, una llamada de su madre, por lo que pude percibir en la pantalla, fue la que nos interrumpió. Me puse de pie y fui al encuentro de Irene siendo seguida por la menor–Que les sea leve el trabajo cariño, mándale besos a Seul de mi parte ya que no la pude ver hoy, ah, vendré mañana para ayudarlas-me despedí después de pagar y sujeté el brazo de Lisa para guiarla afuera del local.
–... Ya les dije que no iría, mamá por Dios, déjame tomar las desiciones de MI vida por una vez-replicó molesta moviendo las manos de forma impaciente–... no, no quiero ver a ninguno de ellos, dícelo a papá y dejen de insistir. Disfruten de la velada-colgó soltando un suspiro pesado–¿Te parece dar un paseo antes? necesito caminar y tomar un poco el aire.
–Claro, pero solo si me dejas tomarte algunas fotos-le mostre mi cámara con una sonrisa que correspondió de la misma forma, ella es aún más hermosa de lo que imaginé.
ESTÁS LEYENDO
My beautiful mistake (Chaelisa)
Romansa¿Amor? Creo que dejé de creer un poco en él cuando me rompieron el corazón. Aunque quizás nunca estuve realmente enamorada, porque cuando mis ojos chocaron con los tuyos una revolución estalló en mi interior. No pensé que llegaras a mi vida de esta...