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–Está todo exactamente igual que la última vez que estuve aquí-hablé recorriendo la sala, se siente muy bien estar de regreso en casa. El estornudo de Lis me asustó provocando que me girara en su dirección–Bueno, está un poco más sucio pero se puede solucionar-reí abrazándola por los hombros–¿Te encuentras bien?-pregunté besando su frente dedicándole una sonrisa sin dientes después.

–Sí-contestó sorbiéndose la nariz un par de veces–Pero podemos empezar ya con la limpieza, ve sacando las cosas en lo que yo voy a la farmacia por unas mascarillas-besó mis labios antes de estornudar otra vez–Esto es horrible-la escuché bufar mientras salía de la casa. Llegué al cuartito del fondo sacando todo lo que necesitamos, escobas, sacudidores, fregonas, y unos cuantos productos químicos que encontré. Pasamos el resto de la tarde tratando de que el lugar se vea más presentable, limpiamos hasta los rincones más difíciles de alcanzar dejándolo todo impecable.

–¡Hey Rosie!¿Qué haces por aquí si ya pagaste la renta?-llegamos al depósito donde nos recibieron de forma cálida, hace varios años que nos conocemos y con el tiempo fuimos creando una bonita amistad. Son personas increíbles, sin embargo por desgracia no vamos a la misma universidad.

–No puedo venir a ver a mi amigo. ¿Eh Soobin?-inquirí con burla en dirección al pelirrojo.

–No-tajó con una sonrisa socarrona provocando carcajadas en todos los presentes.

–Vengo a llevarme todo y devolverlo a su lugar-comenté y sus ojos se abrieron con sorpresa–ya la casa es de mi abuela otra vez-conté sin caber en mi cuerpo de la felicidad, ya quiero sacarla de ese asilo y que esté con su familia otra vez.

–¡Lo conseguiste!-celebraron todos abrazándome, ellos saben lo mucho que deseé este momento, pero sin Lili no lo hubiera hecho realidad tan pronto.

–Tuve ayuda-miré a mi acompañante con una sonrisa que correspondió mis amigos exclamaron cosas sin mucho sentido felices por la noticia, según ellos me veo más feliz y viva que antes, una total locura–Chicos, ella es Lalisa-sus mejillas se tiñeron de rosa al ser el centro de atención de cuatro pares de ojos–Lili, ellos son mis amigos-le sonreí entrelazando nuestros dedos para que se relajara–preséntense solos que ya están grandes-les mostré la lengua escuchando sus carcajadas después. Después de las presentaciones y de que se dijeran lo bien que se caen y que que se hicieran un poquito la pelota, sus expresiones volvieron a ser serias, aunque no duró mucho.

–Pues vamos a lo que vinieron, las ayudaremos a llevarlo todo-nos dijo Bin con una sonrisa enorme y en pose de jarra, me paré de puntillas despeinado su roja cabellera, mis amigos siempre han hecho más por mí que mi familia y voy a estar agradecida por eso toda mi vida–¡Ashley, trae el equipo de carga que tenemos un trabajo muy importante que hacer!-gritó a su mano derecha. Luego de eso subimos todo al camión y lo desmontamos en casa organizando cada cosa en su lugar; a pesar de que fue mucho trabajo y esfuerzo mi hogar quedó igual que antes, ya quiero que mi abuela lo vea, estará muy feliz.

–¡Lo único que quiero hacer ahora mismo es dormir!-chillé lanzándome a la cama, mi cuerpo está pidiendo a gritos un descanso de por lo menos un año. Lis se sentó a mi lado acariciando mi abdomen por debajo de la tela.

–¿Qué te parece si nos damos un baño primero?-su mano fue subiendo hasta llegar a mi pecho e introducirse dentro del sujetador; un suspiro salió de mis labios cuando sus dedos comenzaron a jugar con mi pezón–Después podría traer algo ligero para comer-continuó guiñándome un ojo; tiré de su campera hasta que quedó acostada sobre mi.

–Procura que valga la pena-advertí contra sus labios antes de unirlos en un beso necesitado, el descanso definitivamente pasó a segundo plano.

–Iremos esta tarde a ver la exposición de los de diseño ¿verdad?-indagó Lili antes de salir del estacionamiento de la universidad atravesándose en mi camino–Quiero ver las obras de arte de mi bella novia-trazó círculos en la parte descubierta de mi cintura con una sonrisa atrevida adornando sus adorables facciones.

–Y tú eres la musa de todas ellas-murmuré rodeando su cuello y depositando un beso en sus labios, uno demasiado corto para mi gusto, pero tenemos que cuidarnos de que no nos vean, al menos por el momento. Nos despedimos al llegar al pasillo que separa nuestros edificios quedando para almorzar juntas.

Las clases pasaron más rápido de lo normal, Jungkook me mandó un mensaje diciéndome que tuvo que irse porque su hermano menor se metió en problemas en la escuela así que me tocó a mí ir a comprar el almuerzo y quedé con él de pasar en la noche por su casa o él pasaría por la de mi abuela a vernos. Me senté en un banco cerca de donde siempre estamos después de pasar por la cafetería, la tailandesa se retrasó por culpa de sus compañeros de proyecto.

Un empujón por la espalda y un puño impactando contra su mejilla provocó que los almuerzos que tenía en las manos cayera al suelo. El sabor metálico de la sangre se extendió por mi paladar haciéndome fruncir el ceño, aún más cuando vi de quién se trata.

–¿Crees que por hacer unos estúpidos dibujos de mi novia se va a fijar en ti?-inquirió con sorna con una mirada burlona; respiré profundo intentando buscar paciencia en lo más profundo de mi ser, si reacciono mal puedo poner a Lis en evidencia y causarle problemas–Eres muy poca cosa para ella, además se va a casar conmigo-continuó registrándose de la mentira en la que está viviendo, si me hubiera dicho todo eso hace unos días atrás posiblemente me hubiera dañado muchísimo, sin embargo ahora estoy segura de lo mucho que Lisa me ama–fui el primer hombre en su vida y si supieras como grita mi nombre en las noches te bajarías de esa nube-no me contuve más y caminé hacia él a paso firme, no vería venir lo que está a punto de suceder.

Le di un derechazo en la nariz dejándolo sorprendido y cuando perdió el equilibrio sin permitirle recomponerse le di un gancho en la mandíbula tirándolo al suelo. No es la primera vez que peleo contra un hombre, al trabajar durante años en un bar con muchos borrachos aprendes varias técnicas de defensa personal. Al verlo retorcerse en el césped tratando de cubrirse la parte afectada sonreí con satisfacción, llevaba muchos años con ganas de hacer esto, y para no desaprovechar el momento dejé una patada en sus costillas como estocada final.

–Recuerda que tú siempre has sido un niño de mamá y de papá, pero yo-mazcullé inclinándome a la altura de su rostro para que me viera bien, quiero que nunca olvidé mi expresión de victoria ni este día en el que al fin tuvo su merecido–tuve que aprender a defenderme sola.

My beautiful mistake (Chaelisa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora