Isabella Victoria Morgan
La semana se había pasado entre papeles, charlas de trabajo, comidas en la oficina. Sin embargo también pase la semana con mis hijos, más allá que tenía mucho trabajo no los dejé de lado. No me gustaría que se sientan solos, la única vez que llegue tarde fue el martes que los fui a buscar a la casa de su abuela Anastasia. Me los había encontrado completamente dormidos ese día, me ofrecieron quedarme, pero me negué a esa a petición así que Lucian ese día me llevo hasta la casa con los niños duermiendo encima de mí, eran como dos koalas.
-Niños, agarren sus mochilas porfavor - les grito desde la puerta de la entrada de la casa donde vivíamos. Los iba a llevar a la casa de sus abuelos, Ana y Lucian. Hoy saldría de fiesta con mis mejores amigos y Dominic de hecho invite a Jennifer para que venga también. Por suerte me dieron el si para que se pudieran quedar a dormir, les había prometido a Ana y a Lucian que los iba a buscar mayormente temprano, pero las palabras de ellos fueron un alivio, solo me habían dicho que disfrutará que llegue cuando quiera y que las puertas iban a estar abiertas para mí.
-¡Ya va! - su gritos a la misma vez me hace sonreír. Se ponían en sincronización algunas veces - oye, iba yo primero - la voz de mí hija me hace ir hacia el principio de la escalera dejando la puerta principal cerrada
-¿Que pasa ahora? - me cruzo de brazos mirándolos
-Iba a bajar yo primera cuando Damon se me cruza adelante - señala enojada a su hermano - me podría haber caído - se cruza de brazos todavía enojada
-Fue un error, Sarah - le digo calmada - además pueden bajar los dos juntos por las escaleras, no es chica
-Lo siento - la voz de Demon me hace sonreír y miro a Sarah cuando se acerca a él con los brazos cruzados para mirarlo
-Ya está, te perdono - mí hija suelta sus brazos para dejar caer a sus lados
-Vamos que los abuelos nos están esperando
Salimos de casa ya con toda la situación arreglada, de hecho ya se reían de sus charlas. Subo a la camioneta después de acomodarlos en sus sillitas. ¿Se acuerdan que se me había quedado sin gasolina? Bueno, por suerte la pude sacar de ahí llamando a la grúa para que la lleve a la estación de servicio así le podía cargar gasolina, tuve suerte de que me dieran el sí. Muchísima suerte diría yo.
Seguí el camino hasta la casa de mis hijos mientras que escuchaba de fondo la canción que había puesto.
-Mamá - miro por el espejo retrovisor a Sarah - ¿Puedes poner una canción de la princesa y el sapo?
-Si, cuando me detenga en un semáforo pongo la canción
Rato después estábamos escuchando la canción de la película infantil, me reí cuando vi a mí hijo negar con la cabeza.
-No cantes más - apoyo su cabeza en la sillita queriendo ignorar a su hermana, pero está cantaba a todo pulmón
Vuelvo la vista al frente cuando se que ya estamos por llegar a la casa voy bajando el volumen y frenando de apoco, me detengo y saco la llave del auto para bajar e ir por los niños
-¡Abuelo! - dice mí hijo yendo a por él
-Hola pequeño. Hola chiquita - saluda a los dos con una sonrisa
-¿La abuela? - pregunta Sarah curiosa haciendo una mueca
-Cocinando - le responde
-Quiero cocinar con la abuela¿Puedo mami? - me mira, me agacho para estar más cerca de ella
-Ve, pero primero despídete de mí - se acerca dándome un beso y un abrazo. Demon hace lo mismo que su hermana para irse con ella a ver a su abuela - los amo
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Un juego descontrolado [Completa] +18
RomanceTrilogia juegos #2 En la vida de Isabella Victoria Morgan siempre hubo tragedia y más cuando él apareció para después irse sin dejar rastro. Ella tuvo que convertir esa maldito dolor en superación y valor para seguir adelante, lo logró hasta que la...