Isabella Victoria Morgan
-¡Mamá! - gritan contentos mis hijos viniendo hacia mí para abrazarme con fuerzas
La semana había comenzado algo tranquila, fuera de los caos que tenía yo, había empezado bien. Los lleve al jardín y después fui a trabajar un buen rato para poder olvidarme de toda la vida desastrosa que llevaba encima, aún así, no lograba olvidarme de Sombra, lo único que podría hacer es estar con mis hijos, eran ellos los que me hacían olvidar de las cosas y dejarme de disfrutar de esos momentos grandiosos.Sin embargo, después de tanto trabajo en la oficina había venido a buscarlos para llevarlos a casa.
-Pequeños - me acuclillo para poder abrazarlos cómo se debe - ¿Cómo la pasaron en el kinder?
-Super. El abuelo nos fue a buscar junto a un chocolate para cada uno -miro a Lucian quien se trataba de esconder detrás de Ana
-No me mires así, Isabella. Solo los mimo mucho
-Eso lo sé - ruedo los ojos para después mirar a Ana quien tenía la cara pálida - ¿Estás bien?
-Si - asiente algo aturdida
-¿Segura? - digo llegando a ella con preocupación
-Si, segura - me sonríe para que me tranquilice pero no funciona. Doy unos pasos atrás para que tenga espacio personal
-Mami - miro a Sarah - ¿Podemos quedarnos a dormir aquí?
-Es día de semana - le digo tratando de convencerlos - capaz que los abuelos....
-Que se queden - me interrumpe Lucian tratando de decirme algo que no entiendo - necesitamos a dos alegrías caminando por la casa y riendo juntos ¿A qué si, Ana?
-Ammm, si. Déjalos con nosotros - dice desorientada
-Bien, sino tienen problema - me alzó de hombros y seguí viéndola con preocupación. Giro mí cara para mirar a mis hijos - mañana por la mañana los pasaré a buscar a los dos. No quiero ni un puchero,ni una excusa ni nada por el estilo ¿Me entendieron?
-Claro mami - dice Damon sonriendo contento
Me quedo un rato allí hablando con Ana y Lucian. Sin embargo el que más hablaba ahí era su esposo, me parecía rarísimo que Anastasia no hablara porque siempre lo hacía, pero estaba vez la sentí distante y rara.
-¿Segura que no te pasa nada? - le pregunto cuando estamos en la puerta principal, estábamos las dos solas y había aprovechado para que me pueda soltar algo. Además la noche ya estaba llegando de apoco así que tenía que irme antes de que oscurezca más - estás rara, como...distante
-Estoy perfecta, Bella - me sonríe para calmarme pero sigue sin lograrlo, es muy mala mentirosa
-Okey. Me di cuenta que su esposo también está raro
-¿En serio? - se hace la tonta y eso ya me hizo sospechar más. ¿Que les pasaba? - ni cuenta me di. Nos vemos mañana temprano ¿Okey?
-Chau, mis amores - les doy un beso a cada uno cuando vienen corriendo hacia mí - comportense con los abuelos. Y nos vemos mañana - le digo eso último a Ana
Me terminó de despedir como se debe y subo al coche para ir a casa, pero me fui por otro camino. Estacioné mirando el edificio que había frente a mí, lo extrañaba como la mierda, necesitaba verlo. Quería saber cómo estaba asi que decidida baje del auto para ir hacia la puerta principal y tocar el timbre de su piso
-¿Hola?
-¿Sombra?
-¿Victoria? - dice sorprendido detrás de la línea de teléfono
-Si, amm... ¿Puedo pasar? - le pregunto y al instante la puerta hace un ruidito para que pueda ir a su piso
Con los nervios flotando voy hacia el elevador, mí ansiedad va aumentando cada vez que el ascensor va subiendo hacia su piso. Las puertas se abre y me dedico llegar hasta la puerta principal, la toco con dos golpes y se abre al instante.
-¿Que haces aquí?
-Es que... Quería verte
-Pasa - suelta un suspiro frustrado dejándome entrar - ¿No te acuerdas en lo que quedamos hace unos días?
-Si, me acuerdo perfectamente - me cruzo de brazos algo furiosa por ese tono de voz, fue de enojo - pero quería verte, no sé... Siento como que te extraño y me duele
-Carajo, sabía que no teníamos que seguir con esto - se agarra la cabeza frustrado y yo lo miro incrédula por sus palabras - hice mal en traerte aquí, hice mal hablarte para tener unos polvos. No puedes extrañarme, Victoria - dice furioso
-Tu no decides a quien extraño y a quien no
-Me importa una mierda, pero no puedes extrañarme a mí - se toca el pecho desesperado
-¿Por qué?¿Por qué a ti no y otros si?
-Porque conmigo sufrirás y no quiero que pase eso
-Ya sufrí y ya caí - contesto enojada - no te preocupes por mí
-Pues lo hago igual - suelta con la voz gruesa. Me desoriento cuando dice aquello - voy hacer algo, espérame aquí - me señala para desaparecer de mí vista
Empiezo a ver toda la poca decoración de la casa hasta que llego al sillón, había un papel tirado en el y por alguna maldita razón se me hizo conocido, al lado del papel había una flor marchitada y seca. Me acerqué con duda y la agarre para empezarlo a leer, me quedé paralizada en mí lugar cuando lo leí.
Hola papi, se que tu te fuiste. Pero entre mí hermano y yo queríamos hacerte una carta. La abuela Ana nos ayudó a escribirla ya que algunas palabras no nos salen bien a plantarlas en la hoja.
Queríamos decirte que te amamos mucho, te necesito al igual que mí hermano y mamá. Siento que a veces te extraña más de lo normal y se pone triste. A pesar de ello, mamá es muy fuerte, siempre nos saca una sonrisa cuando sabemos que ella está mal. Fuera de eso, nosotros queríamos decirte que te extrañamos y si estás en algún lugar del cielo brilles con toda tu fuerza, sos mí Evangeline. Y para mí hermano sos una gran persona; dice que eres su héroe, más allá que no estés aquí.
Después están los tíos, Dominic y Adán; ellos siempre nos cuenta de vos. El tío Domi siempre habla cuando estamos solos y nos dice tantas cosas graciosas de vos que nos empezamos a reír. El tío Adán, nos contó que mucho no te conocía, pero sabía que amabas mucho a mamá y lo seguirás haciendo como ella a ti.
Tenemos miles de cosas para contarte, pero la abuela me dijo que en toda esta carta ni va entrar. La próxima que vayamos a verte te escribiremos otra y con muchas cosas más.
Terminando con la carta queríamos decirte que si vemos una estrella brillar muy fuerte sabremos que serás vos. Te amamos mucho papá
De: Sarah y Demon, tus hijos
Para: Nuestra estrella y un gran héroe
Me limpio una lágrima al sentirla correr por mí mejilla, nos podía creer que Sombra tenía la carta de mis hijos. ¿Por qué Sombra tenía algo que mis hijos querían dárselo a su padre?
Sentía que algo no encajaba en todo esto, me di vuelta con la carta en la mano cuando escuché su voz detrás de mí. Trague saliva con complicidad para poder hablar, y lo primero que le dije fue:
-Sacate la máscara - susurro bajito tratando de encontrar mí voz
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Un juego descontrolado [Completa] +18
RomanceTrilogia juegos #2 En la vida de Isabella Victoria Morgan siempre hubo tragedia y más cuando él apareció para después irse sin dejar rastro. Ella tuvo que convertir esa maldito dolor en superación y valor para seguir adelante, lo logró hasta que la...