Capitulo 15 Zafiro

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- Naruto, los documentos para la reinauguración están listos para que los firmes.

- Si... Claro.

La administradora colocó los documentos frente a él, con parsimonia leyó su escrito antes de firmar con elegante letra.

Han pasado meses desde la partida de su padre y los dos azabaches. Su padre faltó a su palabra, no había recibido por ningún medio algún indicio de vida.

Llego a preguntarse si es que algo les había ocurrido, pero no ganaba nada con preocuparse, tenía que ser paciente y esperar el regreso de su azabache. Sólo rezaba que estuviera a salvo.

- Esta muy distraído últimamente.

- ¿A si? - articula sin prestar verdadera atención.

- ¿A ocurrido algún problema? Tengo mucho de no ver a Minato-san. Es extraño que se ausente por tanto tiempo.

El rubio levantó su mirada a la chica. Últimamente su cambio de personalidad lo traía desconcertado, paso de ser una chica dulce y callada a una verdadera molestia. Chillona y engreída. Sin embargo, conservaba ese toque de empatía, la cual estaba dispuesta a dar la mano por los demás.

Suspiro agotado y resignado.

- Mi padre se fue de viaje a un retiro. Le regale un hospedaje en un hotel en las Bahamas, ya que, últimamente el estrés lo estaba volviendo loco. No tienes por qué preocúpate - le regaló la mejor sonrisa que pudo, esperando que se tragara la farsa.

- Eso lo sé, pero ya estamos entrado a primavera y aún no vuelve. Sin mencionar que pasan los días y te nota alicaído.

- Sólo lo extraño, ya sabes que él es mi confidente.

- Si... De todos modos, sabe que puede contar conmigo para lo que sea, Naruto-kun.

La chica se despidió con una leve reverencia, dejando a un pensativo rubio cavilando en sus palabras. No había ni una pizca de sugerencia, eran sinceras.

La conoció hace muchos años, incluso antes de que su padre fundara esta empresa. Su amistad no era de expresar mucho, ya que era, para aquel entonces, mucho más tímida que ahora. Pero la amistad seguía allí, intacta.

- Hinata - le llamó y la chica volvió abrir la puerta que apenas había cerrado tras de sí - últimamente me hace falta olvidar un poco mis problemas, pero no quiero andar sólo por allí y cometer alguna estupidez. Así que... ¿Querías salir a comer o beber algo?

- Oh... Mayormente soy yo la que le ruego por eso... Pero acepto, ¿Cuándo quiere? - y allí estaba ese nuevo cambio de actitud que descolocaba a su rubio amigo.

- Esta noche. Arréglate. Pasaré por ti a las ocho.

- Ok, nos divertiremos. Ya verás como se irán tus preocupaciones - dejando la formalidad de trato empleado a jefe, le mostró una emocionada sonrisa.

- Nada de locuras - advirtió - no quiero sobrepasarme con la bebida. Por eso necesito a mi amiga - enfatizo la ultima palabra, dejando claro que necesitaba un apoyo moral sincero.

- Siempre para cuidarte, Naruto-kun.

Una vez se marchó echo su cuerpo atrás dejado que su sillón rodará y chocará contra la gran ventana del despacho de su padre. Desde su partida se encargaba de todo en la empresa.

La frustración lo carcomía día con día, hasta dejarlo al borde de la desesperación. Pero se mantenía firme por Sasuke, tenía que mantener la cordura por él.

Aun así, la tensión lo mataba y necesitaba con urgencia un retiro tanto de sus pensamientos, como del trabajo.


Watashi No Shiisai UsagiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora